sábado, 8 de marzo de 2025

THOMAS BERNHARD Y LA VERDAD

 

"El lenguaje es inútil cuando se trata de decir la verdad, de comunicar cosas, sólo permite al que escribe la aproximación, siempre, únicamente, una aproximación desesperada y, por ello, dudosa al objeto, el lenguaje sólo reproduce una autenticidad falsificada, una deformación espantosa, por mucho que el que escribe se esfuerce, las palabras lo aplastan todo contra el suelo y lo dislocan todo y convierten la verdad total en mentira sobre el papel..." 

El frío, Thomas Bernhard.

La obra en prosa de Bernhard -el teatro de este autor es un gran desconocido fuera de Austria- te arrastra, aunque no lo desees. Su personalidad es tan arrolladora que no tienes más remedio que dejarte llevar por su estilo y energía. Repeticiones, largas peroratas y soliloquios, un discurso continuo que no se detiene, un ritmo que desborda, arrambla, te aplasta y te vacía.

No nos engañemos. Sobrevivió a un mundo terrible y cruel -sin padre, con una relación contradictoria y tirante con su madre; tuvo como maestro a su abuelo, un hombre frustrado e idealizado por el nieto en Un niño; vivió una segunda guerra mundial, una educación estricta, agresiva, un sistema sanitario incompetente y frío, fue testigo de un mundo injusto, que es también el nuestro, y lo vivió en sus propias carnes- y esa brutalidad aparece en cada una de las palabras que escribió. También le permitió tener una actitud discordante, agresiva contra todos, solitaria, irónica, crítica y escéptica. Una voz que no se amoldaba al discurso oficial, que nadie pudo asimilar, porque nunca lo permitió. Se echan de menos esas voces en el desierto; tal vez porque el riesgo es enorme para cualquiera que acepte esa misión. Y él ya lo había perdido todo. 

Su pentalogía autobiográfica recoge todas sus obsesiones y, al mismo tiempo, busca, sinceramente, una verdad, la suya; sin duda, tan falsificada o manipulada como todas nuestras verdades individuales o colectivas. 

"Queremos decir la verdad, pero no decimos la verdad. Describimos algo verídicamente, pero lo descrito es algo distinto de la verdad... nos hemos contentado con querer escribir y describir la verdad, lo mismo que decimos la verdad, aunque sepamos que la verdad no puede decirse jamás...

La educación, decía Bernhard es una maquinaría que aniquila a los hombres, los aplasta... Así lo repite una y otra vez; sobre todo, en El origen. Se refiere a la educación que recibió su generación, la de mis padres o abuelos. Sin embargo, ¿no es esa la función de todo sistema educativo: someter a los futuros ciudadanos o, más bien, clientes, a un determinado modelo de pensamiento, sea capitalista, nacionalsocialista, nacionalista, patriótico, católico, neopedagógico? Se diría que los profesores ahora somos más cercanos y comprensivos, que se ha pasado al otro extremo e, incluso, tenemos escasa capacidad para imponer límites, tan necesarios para poder convivir en cualquier tipo de relación social; sin embargo, no dejamos de ser instrumentos de una forma de sometimiento, porque preparamos para la esclavitud del trabajo o para una sociedad, como la actual, democraticamente endeble e inconsistente, y esa es nuestra función principal, aunque también nos convenzamos a nosotros mismos cada día diciéndonos que les proporcionamos, además, cultura y otra visión más amplia y crítica del mundo. Seguimos estando en cárceles con rejas, aunque estas parezcan más amables y empáticas, más dulcificadas.

La experiencia de Bernhard con la sanidad pública fue terrible, reflejada con crudeza en El aliento o El frío. Estuvo al borde de la muerte muchas veces. Y le dejó terribles secuelas que explica su temprana muerte a los 57 años. Es natural que desconfíe de un sistema que tritura a los seres humanos, que distingue entre ricos y pobres, que convierte a los pacientes en cifras, datos, en experimentos. Es natural que desprecie a los médicos y a las enfermeras que acaban asumiendo una máscara que les proteja del dolor, ignorantes, soberbios. Incluso, aunque yo haya encontrado médicos o enfermeros cercanos en la sanidad pública, no puedo negar que en bastantes ocasiones haya adivinado tras sus palabras otras que leía entre líneas: "No sé qué tienes... Las farmacéuticas son las que mandan... Yo sé más que tú, aunque no tenga ni idea de lo que te pasa... ". 

... Los sábados son los verdaderos homicidas del mundo, y los domingos hacen evidente ese hecho de la forma más insoportable, y los lunes aplazan otra vez la insatisfacción y la infelicidad toda la semana hasta el sábado siguiente, hasta el siguiente empeoramiento de la enfermedad...

Los seres humanos para Bernhard son despreciables. Wittgenstein, su referente en el plano filosófico, tenía una visión similar. Y esa mirada te conduce sin remedio a la locura. El sobrino de Wittgenstein

En parte, es así. Lo somos. Somos egoístas, supervivientes, buscamos nuestro interés y el de los nuestros. Si tenemos que elegir, no hay dudas. Y acabamos como seres aniquilados, aplastados, agotados. Representamos papeles porque la sociedad nos devoraría, si no lo hiciéramos. Nuestros cuerpos se pudren y son nauseabundos, cuando se enfrentan a la enfermedad o a la muerte. 

Su posición era radical, sin duda, y parece borrar de un plumazo otras cualidades. Solo lo parece. Es esa mezcla la que hace del ser humano una contradicción perpetua. Montaigne, otra de sus influencias, lo sabía. Y Bernard también era muy consciente.

Y queda la escritura, la revelación...

... A veces levantamos la cabeza y creemos que tenemos que decir la verdad o la aparente verdad, y la volvemos a bajar. Eso es todo"

Final de El sótano, Thomas Bernhard.

lunes, 3 de marzo de 2025

SAL Y PALABRAS



Suena el timbre del teléfono. No lo descuelga. Otra vez. Otra vez. Ha callado. 

Entonces descolgó. Palabras susurradas. La tía ha muerto. Al fin. Pasó años encadenada a una cama de madera. Su perro no quiso marcharse; esperó meses a que volviera y murió de tristeza. 

Un gato, Yume, se ha transformado en un círculo perfecto. Sueña. Hace frío fuera. Chispea. Llovizna. Marzo también es un mes cruel; no tanto como Abril. La memoria y el deseo aún le esperan. 

Un foco de luz. Recuerdo. Futuro. Es y será. A la misma hora, en el mismo lugar, en el sillón cubierto por la manta roja un gato recibe los rayos del sol. Es matemático, previsible, necesario. No admite sorpresas. El gato se despierta; extiende todo su cuerpo; ocupa el espacio, los límites de la luz. Cierra y abre los ojos; bizquea. La sombra le repele. El instante, sordo, ensanchado. No hay sonido sin silencio. El sonido incrementa el silencio. 

Pasea por el cementerio. Los nombres, las fechas, las palabras repetidas, ordenadas, adornadas con cascadas de colores. Memorias calcinadas, impasibles, olvidadas. Flores secas, agua estancada. Las hormigas en fila devoran la carne putrefacta. Quiere declararles la guerra. Es inútil. Son demasiadas. Olor a podrido. El cuerpo que se pudre hoy. Ya no era ella. 

El cielo cubierto de nubes grises que entran por el papel mojado, destiñen la tinta. Me gusta la forma en que caminas, le dicen. Un rojo desvaído, un ladrillo despojado de mármol. El paso del tiempo. Las ruinas reflejan la luz, atraviesan la Historia. Agua que fluye. No se aparta a otra habitación más agradable. Marionetas sin hilos; acaban de cortarlos. Nerviosa, columpia la pierna, cuando habla; soberbia, solo habla con sus iguales; no mira a quien desprecia. 

Le estremece el frío. Democracia, dinero; cuenta los dedos de su mano. El dolor de la articulaciones, sus músculos se atrofian. Μου αρέσει η θάλασσα. Duerme en una isla griega. Respira la brisa. Sonido rítmico: sí y no; sí y no; sí y no... 

El blanco y el azul se mezclan con el salitre. Tiene la sangre salada. La línea del horizonte se desdibuja en la memoria. Adivina el olor de las profundidades del mar y el de la playa desierta. 

Solo le queda el silencio...

sábado, 1 de marzo de 2025

CAUSAS VERDADERAS Y PRETEXTOS

 

"... Efectivamente la CAUSA más verdadera (aunque la menos aclarada por lo que se ha contado) es, según creo, que los atenienses, al acrecentar su poderío y provocar miedo a los Lacedemonios, les obligaron a entrar en guerra. En cambio, los PRETEXTOS que se hicieron públicamente fueron los siguientes... " 

                                                                   Historia de la Guerra del Peloponeso, I, 23 Tucídides. 


PRETEXTO: Trump humilla a Zelenski en la Casa Oval. Europa apoya a Zelisnky: No estás solo. Queremos una paz justa.

CAUSA VERDADERA: La guerra de Ucrania no es una prioridad para la administración republicana. Los intereses armamentísticos dependían de la administración demócrata. El objetivo de Trump es otro: la guerra comercial con China. Zelensky sobra y será eliminado o apartado muy pronto. Europa queda en una situación difícil; si incrementa el gasto militar, se hipotecará aún más a los intereses de las dos grandes potencias: China y Estados Unidos. El error de haber roto todos los puentes comerciales con Rusia, le deja con muy pocas salidas. 

PRETEXTO: Los BRICS como coalición de las potencias medianas.

CAUSA VERDADERA: Los BRICS, amparados por China, se han convertido en un elemento clave en la geoestrategia mundial. Países como la India o Brasil, que se situaron como una tercera vía en la guerra de Ucrania, serán decisivos para las futuras guerras comerciales que se avecinan. China y Rusia controlan recursos claves en países latinoamericanos y africanos. Estados Unidos busca recuperar esos recursos y eso explica las presiones a Panama, la guerra del Congo o el apoyo a Israel sin condiciones. Por otro lado, Trump espera llegar a un acuerdo con Putin y Rusia para romper la alianza que esta mantiene con China. Europa, completamente perdida, debe elegir a un socio: Estados Unidos o China. Y su posición será de dependencia absoluta. Quienes deciden ahora son otros. 

PRETEXTO: Israel y Hamas incumplen el acuerdo de paz.

CAUSA VERDADERA: La eliminación de Palestina es un objetivo clave para Israel y Estados Unidos. Si África y parte de Latinoamérica han quedado bajo la influencia de China y otros como Chile, Argentina o Colombia aún están bajo el paraguas de Estados Unidos y totalmente hipotecados al FMI, el control total de Oriente Medio -eliminado el aliado ruso de Siria- le permitiría situar a Irán en el punto de mira, lo que influiría de manera indirecta en la India y Pakistan, que son potencias que se mueven entre los dos gigantes económicos. Tampoco olvidemos el papel de Turquía con lazos fuertes tanto con Estados Unidos como con Rusia. 

PRETEXTO: Se ha de incrementar el gasto militar para defendernos de posibles ataques.

CAUSA VERDADERA: Los intereses de ciertas empresas y multinacionales alimentan el gasto militar; además, el objetivo a largo plazo será el control de los recursos y su explotación sistemática, vengan estos de Ucrania, África o Latinoamérica. Para que ese control, amparado por ejércitos bien alimentados, sea eficiente se buscarán gobiernos títeres o se alentarán golpes de estado en aquellos países cuyos gobiernos no colaboren, como siempre se ha hecho (ejemplos actuales: en Perú Boluarte se mantiene en el poder sin dificultades; en Venezuela no ha funcionado aún porque el gobierno bolivariano tiene un fuerte apoyo popular y del ejército; en el Congo, Ruanda actúa como catalizador interno de los conflictos; no hay que olvidar que el Maidán fue un golpe de estado amparado por Estados Unidos, origen real de la guerra de Ucrania).

PRETEXTO: Se debe controlar el flujo de inmigrantes para evitar males mayores: terrorismo, delincuencia, conflictividad.

CAUSA VERDADERA: Si continúa la explotación de los recursos y el deterioro medioambiental en los países africanos y latinoamericanos y asiáticos, la inmigración a los países más ricos aumentará. Eso obligará a incrementar el gasto policial y militar y a crear "campos de concentración" donde mantener de manera provisional o permanente este flujo continuo -en Albania Italia con el permiso de Europa ha empezado a ensayar este sistema-. Es difícil saber si se respetarán derechos fundamentales en estos espacios que seguramente estarán fuera de la legalidad internacional. El terrorismo -financiado directa o indirectamente por las grandes potencias- servirá como excusa para incrementar esos gastos y aumentar la represión y el control de los medios de información que ya desde hace mucho son instrumentos propagandísticos.

PRETEXTO: Todos debemos proteger el medio ambiente y tomar medidas para no acelerar el cambio climático.

CAUSA VERDADERA: El capitalismo es tal vez el mayor enemigo del medio ambiente. Para salvar la Tierra a medio y largo plazo sería necesario controlar su capacidad devoradora. Sin embargo, no parece que la naturaleza humana, el egoísmo individual y colectivo, sea capaz de detenerlo y amansarlo. Y la Tierra, a su manera, con inundaciones, sequías, enfermedades se está defendiendo de su mayor enemigo: el ser humano. 

PRETEXTO: Abogamos por la democracia, los derechos humanos, la justicia... etcétera... 

CAUSA VERDADERA: La economía, idiota, la economía... 


viernes, 28 de febrero de 2025

LA MARIONETA

 

Lo que recordaría de esa mañana, pasados los días, sería esa imagen terrible, incómoda. No podía quitársela de la cabeza. 


En las dos últimas horas del último día lectivo antes de los Carnavales las clases se suspenden; todos, alumnos y profesores, se disfracen o no, salen al patio y contemplan el desfile. La mayoría observan o vigilan. De entre los que se disfrazan, unos, en grupo, caminan, imitando a las modelos de una pasarela, con más o menos gracia, discretos, tímidos o exagerando las poses; algunos se atreven a breves representaciones. 

Estas celebraciones le resultaban ajenas y absurdas. Entendía que los adolescentes se comportaran como niños para librarse de estar encerrados entre cuatro paredes; sus hormonas se lo gritan a todas horas. Que los adultos hicieran lo mismo, no tanto. El sentido que tenían los Carnavales de ruptura de lo convencional, de rebeldía frente a lo establecido, hace décadas en plena Dictadura, había dado paso a un infantilismo bobalicón.

Como su opinión no tenía ninguna importancia, callaba. Al fin y al cabo, no quería ser acusado de cínico o avinagrado. 

Salió S. Al principio pensó que era una representación algo forzada: una de las asistentes sostenía a una alumna que vestía de vaquera. Cuando se giraron, la reconoció. En esta ocasión S. no iba en silla de ruedas. Esa era la novedad.

Hacía mucho que S. no debía estar aquí. Llevaba dos años en Bachillerato, perdiendo el tiempo, porque no sabían qué hacer con ella. No podía hacer una FP y aquí, aunque suspendiera, al menos, se la protegía, o eso pensaba su madre. A estas alturas S. ya no se sentía frustrada y se conformaba con pasar el rato. 

Cada vez que se cruzaba en los pasillos con ella no la saludaba; porque siempre pensaba que ese saludo tendría mucho de falso e impostado. Hubiera querido decirle: "¿Qué haces aquí? ¿Por qué no te vas lejos? ¡Márchate ya! Si no, nunca madurarás y solo perderás el precioso tiempo que te queda sin poder hacer cosas diferentes". Nadie se lo decía; tampoco él lo hacía. 

Sí, era S., sin duda. La asistente la movía como si fuera una marioneta o un títere. Los brazos y las piernas se levantaban al compás de la música, cuando la asistente movía los hilos. Muchos aplaudían -"hay que apoyarla; en pro de la integración"-; él no aplaudió. Notó un nudo en el estómago que le apretaba muy fuerte. Se ahogaba. Se preguntó cómo se hubiera sentido si él hubiera estado en el lugar de S. Humillado. Era un farsa preñada de buenas intenciones. 

Los desfiles continuaron y no comentó a nadie lo que había sentido, pero no pudo olvidar durante muchos días esa amargura. Le corroía por dentro, le hacía daño, le quemaba.


Una noche soñó que dormía en su habitación; y que despertaba. Vislumbraba un resquicio de luz entre las persianas. Escuchó la voz de su madre muerta. Una sola palabra. 

Puede... 

Al abrir los ojos aún resonaban las dos sílabas. 

Puede... 



viernes, 21 de febrero de 2025

JONÁS TRUEBA Y MARTA SANZ: EL ÚLTIMO ROMÁNTICO Y UNA "ACTRIZ" SECUNDARIA



"... Hoy toda la literatura ha de ser figurativa. Cualquier otra propuesta se considera insultante para la masa media informada. Lo insultante es gastarte el dinero para leer lo que ya sabes. Lo insultante es el retrato de la portera o un infancia entre las balas que no parezcan auténticos porque el lenguaje adopte la forma rutinaria de la repetición: la repetición nos tranquiliza. Lo insultante es despojar la palabra escrita de su potencial para generar curiosidad e inquietud. Un estremecimiento. Ganas de escalar o de tirarse por la rendija del mundo hasta el mismísimo magma terráqueo. Soy una pintora. Como mucho una poeta. A menudo estoy sola. A veces demasiado acompañada. No me conformo..." 

                                                                                                                        Los íntimos, Marta Sanz.


Mis alumnos de 4º ESO han recreado en un taller grafitis de pompeyanos sepultados por la lava hace dos mil años. 

Todos, de regreso, en el vagón del metro, miran el móvil. ¿Todos? No. Él, no. Le pregunto por qué no está en las redes, perdido entre píxeles.

-Quiero observar a mi alrededor, estar alerta... Siempre me pongo cerca de la puerta; puede pasar cualquier cosa... 

Tal vez el peligro real no llegue de fuera, sino del interior: los móviles les estallarán en las manos y nos harán pedazos...


Jonás Trueba. Las cartas que se escriben, las que se leen años después y abren extraños resquicios; las melodías que hablan de amor y desamor; el ritmo pausado de esta emoción y esa mirada; bailes que nos despiertan, risas que nos matan, silencios y rupturas, recuerdos y olvidos. Jonás Trueba es el último romántico.


Marta Sanz, en cambio, se siente una actriz secundaria; se despide del público en Los íntimos, mirándose al espejo y observando, cerca y lejos, al mundillo literario. ¡Ay, las pompas de jabón! Le gustaría ser una espía como Edurne Portela y José Ovejero; pero Ellroy ya la olvidó a los cinco minutos de dejarla en el hotel. 

Los escritores en Vida y ficción se preguntan por qué escriben: amor, muerte, cuerpo, vejez, poesía, infancia, miedo... Escribimos porque es inevitable, escribimos porque estamos condenados... 


Bailes desincronizados. Abrazos arrítmicos. Puños alzados al vacío, al borde del precipicio. Gestos simbólicos, débiles, inconsistentes. 

La educación pública. ¡Salvémosla! Hagamos ruido, levantemos la voz entre la indiferencia de la mayoría silenciosa. 

Sientes el estomago revuelto. No consigues expulsar todo este gas que te oprime el vientre. Incómodo. El olor. Ocultarlo. 


Otra alumna de Bachillerato escoge terminologías, las acaricia, las hace suyas:

-No es crisis climática, sino cambio climático. Estamos cambiando... 

Aparece mi desconfianza misántropica: 

-Deberíamos desaparecer como especie. La Tierra nos lo agradecería... 

Acaban de escribir signos del lineal B en tablillas de barro. Una civilización perdida ha regresado y se ha paseado entre los dedos de adolescentes confusos. Un milagro, sin duda. Los milagros también existen. Dicen que el amor también... 


¡No pasarán!

Me gustaría estar lejos de las cárceles y marcharme a una isla griega. Echo de menos ese mar, esa luz, ese olor a salitre. Rumores de voces infantiles.

¡No pasarán! 


domingo, 16 de febrero de 2025

GOYA Y ÓSCAR: BANALIDAD Y COMPROMISO y ANORA


Son extraños o, tal vez, previsibles los derroteros por los que transita el cine actual, la literatura, la novela, la poesía, la pintura o cualquier arte. Si nos olvidamos de lo que no llega al gran público -con pocos medios o experimental-, nos movemos entre la banalidad y un compromiso que no vaya demasiado lejos ni moleste demasiado. Como escribe Marta Sanz en su autobiografía literaria Los íntimos: "un líquido edulcorado que te hace cosquillitas en el paladar". 

En los Goya tendríamos La infiltrada, por un lado, y el 47, por el otro. En los Óscar, Emilia Pérez o La sustancia pertenecerían al primer ámbito en géneros tan clásicos como el musical o el gore. El compromiso amable lo encontramos en The brutalist, la obra épica que Hollywood busca para justificarse a sí misma cada año.


Si nos fijáramos en estos ejemplos podríamos concluir que solo la Historia o mirar hacia atrás con espíritu crítico nos salva un poco de la mediocridad, porque las reflexiones sobre el presente se convierten en una farsa sin sustancia, fuegos de artificio, placebos inconsistentes y ridículos. Y son décadas yendo en esta dirección.

Las modas forman parte de nuestra vida cotidiana. Siempre han influido en todo tipo de creación artística. Es más, sin ellas no existiría el arte. También sabemos que el tiempo es un juez implacable. Las modas pasan; las obras de calidad, los genios, los talentos que destacan en todos los periodos artísticos, los que se nutren de la tradición y lo actual para llegar más allá, si logran superar el paso del tiempo hasta nosotros, sobreviven y continúan emocionándonos. 

Sí, a veces también hay espacio para películas con buenas historias o que, por lo menos, podamos admirar o disfrutar de personajes maduros, complejos, sin necesidad de sangre, vísceras o espectáculos pirotécnicos o digitales. 

No dediqué a Anora ninguna entrada, porque la primera impresión que tuve al verla no me dejó con la sensación de que fuera una película redonda o magistral. Viendo el panorama de este año mis recuerdos, mi mirada la ha transformado. Y para mejor.


Tal vez porque nos encontramos ante un buen guion que busca simplemente contar una historia; aquí sí hallamos lo que deseamos los amantes del buen cine o, al menos, del clásico. 

Los personajes -al menos, los dos principales en una primera parte del metraje- son banales y superficiales: desean dinero, un buen nivel de vida, disfrutar sin responsabilidades. Inmadurez en estado puro. Como el arte o el ocio del que disfrutamos todos los días. La realidad es otra. En la segunda parte aparecen otros personajes -sobre todo, uno de ellos, un joven ruso que tiene que cumplir una misión bastante desagradable- que dan la vuelta a la tortilla. Y la narración cambia de dirección. No necesitamos parodias sanguinolentas como en La sustancia o espectáculos superficiales al estilo Emilia Pérez. 

A veces la sencillez es suficiente. El ruso se ha ganado nuestro respeto y el de la protagonista. En la escena final -no hay nadie que la haya visto que no la destaque- solo tenemos a dos actores en un espacio muy reducido; basta para dejarnos sorprendidos e impactados, para que nos quedemos con un nudo en el estómago. Transmite ese poso que solo encontramos en buenas películas. Y, aunque al principio, no nos llame la atención, no la olvidamos. Otras que obtienen un éxito tan perecedero como momentáneo, ni siquiera recordaremos en unos años por qué concitaron tanto interés. Los medios influyen, por supuesto, la publicidad, la propaganda y una intensa y profunda campaña de banalización. 

Tenemos todavía la sencillez: la única forma de supervivencia y de compromiso real que nos queda. 

FERMÍN MUGURUZA EN MADRID

 

Fermín Muguruza en Madrid. Impensable durante mucho tiempo. Él mismo ha recordado en el escenario las veces que ha tenido que venir en medio de prohibiciones o amenazas. 

Extraño lugar para celebrarlo. ¿Es una metáfora o una paradoja? El Wizink de Goya. Mientras algunos empezaban a beber cervezas o proseguian con la tercera o la cuarta -el olor a porro se quedó en las inmediaciones, ya que había demasiados seguratas controlando-, en la parte superior, en una pantalla estratégicamente situada, los patrocinadores vendían sus productos con anuncios pulcros, profesionales, de calidad. 

La Comunidad de Madrid aseguraba que los porros incitan a la violencia y que las drogas son muy perjudiciales para la salud; a continuación, Mahou nos mostraba a jóvenes que bebían como cosacos -no había contradicción porque nos querían enseñar la diferencia entre legal e ilegal y el valor didáctico era de agradecer. La Comunidad de Madrid siempre piensa en nosotros y desea que adquiramos conocimientos provechosos-; o una marca de coches nos invitaba a comprar el nuevo modelo de Tesla; Movistar nos ofrecía su repertorio de películas y series -no olvidemos que había muchos compradores potenciales y el sistema sin clientes no funciona-. Eso sí, no olviden que está prohibido fumar... 

Ayer por la noche en esta gira, en la que Muguruza celebra cuarenta años en los escenarios, quince mil personas -jóvenes y maduritos, grupos de amigos y amigas, parejas, burgueses bien alimentados, aunque, por lo menos, concienciados-, disfrutamos de un concierto en el que repasaba gran parte de su trayectoria. ¡Y qué energía tiene este hombre! 

Es un estilo que mezcla todo tipo de géneros musicales: rock, étnico, blues... Y alguno más. O todos, porque el talento de Muguruza es híbrido. Son canciones que consiguen hacerte bailar. Y eso siempre estará bien. Sabe rodearse, además, de muy buenos profesionales, cada uno en su faceta y con su instrumento: la trikitixa, la guitarra eléctrica, la trompeta, la percusión... Pero no crean que la especialización conduce al caos; ¡ni hablar! Son un grupo homogéneo y Muguruza es el pegamento que une a todos, vengan de donde vengan. 

Aparte de los clásicos me gustó la versión que hizo de Itxoiten; esa melodía, que aboga por el alarde mixto como símbolo de la lucha feminista, respiraba esta noche de una manera especial, más intensa. 

El Kolore Bizia empezó a calentar el ambiente a la hora y pico. 

Por supuesto hubo reivindicaciones políticas: por Palestina, por el euskera, por el Congo, por el Kurdistan y la lucha sandinista, por la vivienda y contra los fondos buitre, contra todo tipo de apartheid, contra el fascismo madrileño y mundial. Gritos coreados de No pasarán y a favor de la educación y sanidad publicas. Un recuerdo a los asesinados por fascistas en Madrid: Aitor Zabaleta o Lucrecia Pérez, y a su hermano fallecido Iñigo Muguruza. Un bertsolari hizo un repaso por todas las causas perdidas, por todas las luchas que siguen vivas, por los nombres que han de ser recordados. 

Las visitas al baño son imprescindibles. La cerveza nos urge a limpiar el cuerpo del líquido amarillo y allí puedes encontrar a algún punk que habla consigo mismo y pronuncia palabras y sonidos extraños e incoherentes. De regreso a mi asiento me fijo en una pareja de amigos que bailan un poco descordinados.

A las tres horas, el gran final. Sarri, Sarri. Se ha convertido en un clásico, más allá de su origen -que nadie olvida-, más allá de las prohibiciones absurdas desde instituciones españolas o aledañas. La apoteosis de la libertad y la alegría. 

Al salir, los bares de Serrano -somos comanches en medio de territorio enemigo- volverán a llenarse. Es sábado. ¡Habrá que continuar el akelarre antifascista en las barras de estos espacios colectivos y capitalistas con pinchos y alcohol, porros y reflexiones y planes utópicos. 

Borroka... 

Las luchas y todo tipo de batallas nos siguen esperando. Con el puño en alto. Somos seres humanos y contradictorios. ¡Qué se le va a hacer! 

¡Larga vida a Fermín Muguruza! Gora Fermín Muguruza!


sábado, 15 de febrero de 2025

HAN KANG: ACTOS HUMANOS



Tras leer Actos Humanos me vienen a la cabeza sus opuestos: los que simplifican la realidad o la banalizan para alcanzar ventas, beneficios o para manipular y levantar y construir a su alrededor una propaganda y un discurso que crea esclavos y estúpidos, porque los ciudadanos libres son peligrosos e incómodos.

La virgen roja o La infiltrada serian dos buenos ejemplos en cine. Ganan premios, tienen la protección de los medios, la crítica, pero son cáscaras vacías. Pretenden ser obras de arte o, a veces, justifican que tienen cierto valor intelectual, cuando no son más que instrumentos del poder o de ciertos intereses políticos o pecuniarios. Hay escritores y escritoras, con grandes éxitos a sus espaldas, que tomaron ese camino hace mucho tiempo. Pienso en Santiago Posteguillo o Fernando Aramburu. 

Encuentras estereotipos en lugar de personajes complejos, tendrás simplismo y adopción de modas - caben todos los ismos que a uno le vengan a la cabeza- cuando buscas una visión amplia y profunda de los acontecimientos, verás cierta cobardía intelectual disfrazada de intimismo en vez de una crítica social y política valiente y comprometida.

Esto último lo ofrece con creces una obra como la de la Nobel Han Kang. 

No necesita como otros escribir libros inmensos que no acaban nunca o dejas a medias, decepcionado o aburrido. Le bastan unas pocas páginas para llegar mucho más lejos, para emocionar y, al mismo tiempo, mostrar la realidad, con lirismo, con elegancia, con dureza: arte político en el sentido más amplio del término. 

Hay obras y autores sobrevalorados que no superarán el paso del tiempo. Otros permanecerán, influirán más y dejarán un poso en generaciones.

Tal vez lo preocupante es que al final la banalidad del Arte, un gemelo de la banalidad del Mal, nos aleje del mundo, nos convierta en prisioneros de la Caverna. 

domingo, 26 de enero de 2025

BANDA SONORA PARA UN GOLPE DE ESTADO


Entre los nominados al Oscar este año en la categoría de documental encontramos reportajes televisivos sobre la guerra de Ucrania o Palestina, el abuso infantil, las agresiones sexuales: propaganda hueca al servicio de intereses, los mismos que patrocinan esas guerras o estos temas; palabras vacías que entonan bien con el discurso oficial, el que asumimos todos los días, el que aceptamos para no ser apartados; mentiras que nos contamos a nosotros mismos. 

Banda sonora para un golpe de estado es otra cosa. Es un manual de cómo dar un golpe de estado. 


Construye un relato en el que aparecen el colonialismo, los derechos de la población negra de EEUU, la explotación sistemática de los recursos de todo un continente, África; los intereses económicos de las grandes potencias durante la guerra fría, la corrupción de las élites indígenas, la hipocresía de Occidente y de sus representantes y de sus democracias y de una ONU inoperante y cómplice. 

¿No nos suena? El asesinato de Lumumba sucedió en el año 1961. Y vuelve a ocurrir una y otra vez. En África, en Latinoamerica, en Asia, en Europa Oriental. Los rituales son los mismos; podemos ver, si nos fijamos un poco, ahora mismo los hilos de los títeres entre las bambalinas. 

La base sonora es el jazz, instrumento de propaganda, elemento de distracción; como puede ser la televisión o la boda de Balduino y Fabiola o el deporte. O el mundo virtual. Panem et circenses. Dinero -litio, petróleo, gas, cobre, uranio- y espectáculo y representación. Y sangre. ¡Ay, qué importante es mover los hilos y controlar la información! Y distraer al ciudadano para que no moleste. 

Sí, este documental es otra cosa.
Es contar la verdad de manera rigurosa y fiel. Es cine documental serio, valiente, original, atrevido, comprometido, veraz, contundente. Es historia y presente. 

No lo vean. Descubrirán que vivimos en una gran mentira. 


viernes, 24 de enero de 2025

LYNCH: LOS INTERSTICIOS DE LA MENTE HUMANA

 


¿Cómo puedes resumir en una entrada a un director sin el cual no se puede entender la historia del Cine?

Si mencionamos sus títulos, cualquiera que sepa de cine y tenga la necesaria apertura de mente las identifica como obras maestras: Mulholland Drive, Cabeza borradora, Terciopelo azul, Twin Peaks...

Decir Lynch es hablar de ese oscuro y extraño lugar que todos ocultamos en lo más profundo de nuestra psique, ese inquietante lugar que solo nuestros sueños y pesadillas nos permiten intuir.

Decir Lynch es también, pese a algún exceso estético, hablar de experimentación visual; una búsqueda incesante de otras formas, donde la estructura temporal se resquebraja y la distorsión se extiende más allá de la trama, un atrevimiento que nos permite entender, o, al menos, acercarnos a lo que estamos condenados a ignorar: nuestra propia mente.


Sin embargo, tiene dos películas que a mí me conmueven, alejadas de su estética y más cercanas a una trama convencional: El hombre elefante y Una historia verdadera.



Estas dos obras siguen emocionando. Son sencillas. No buscan penetrar en un misterio complejo; solo cuentan una historia.

Y Lynch también sabía contar una historia simple. Y son siempre, aunque no lo parezcan, las más profundas. 

miércoles, 8 de enero de 2025

VIAJE A GRECIA (y VII): ¿UN FINAL?

 


El final de un viaje invita a la reflexión. No me sorprendió escuchar a Mikel Silvestre, motero y viajero peculiar y que me ha acabado por parecer encantador, mencionar la nostalgia al final de su ruta Trajana. O la ilusión al principio de cada viaje que él compara con los bombones. 

O parafraseando a una amiga: buscando la mirra en Oriente. 

Tampoco que leyendo a Schulten en su Historia de Numancia diga que, aunque encontrará otros yacimientos en mejores condiciones, nunca olvidará la emoción que sintió al descubrir Peña Redonda. 

On revient toujors a ses premieres amours!

Las primeras impresiones y experiencias de un lugar o de una persona que amas son tan intensas, tan primigenias que nunca se olvidan. 

Eso me pasó con Atenas. Vuelves a lugares donde estuviste, pero sabes que no puedes recuperar las sensaciones de ese primer encuentro. 

Comencé con dos frases, hace dos semanas y, al final, la sorpresa estaba más cerca de lo que pensaba: una vida que se abre camino y un futuro para dos bellas personas incierto, lleno de expectativas, hermoso e inquietante. 

A un final le sigue un comienzo, porque quien ha reflexionado sobre la vida sabe que no es lineal, como nos han contado desde Occidente y el cristianismo y los herederos de los griegos, sino circular, como también pensaban los antiguos; no son líneas rectas, sino curvas las que, como los cuerpos de las diosas madres eternas, regalan la vida. 

A algo que muere, le seguirá siempre algo o alguien que nace. Y es un ciclo que nunca se detendrá. La rueda de Shiva, el eterno retorno. El nombre es indiferente. 

Hagamos, pues, girar la rueda otra vez. 

sábado, 4 de enero de 2025

VIAJE A ATENAS (VI): ATENAS

 


'Y todo lo que queda es... esa necesidad tan puramente humana de cifrar lo pensado, lo sentido, lo vivido; de esa necesidad de compartir emoción y memoria... De conservar el logos, dejarlo grabado, dormido en un silencio, para que la mirada de otro, algún día, pudiera despertarlo'.

Palabras del Egeo, Pedro Olalla. 


Atenas. ¿Qué es Atenas?

Imposible la respuesta. Son más de tres mil años de historia. 

Una tercera visita a esta ciudad me hace preguntarme porqué he venido tan poco si lo comparo con las decenas de veces que he estado en Roma. No lo sé. Imagino que Italia siempre me ha atraído más y solo ahora con los años comienzo a comprender y apreciar lo griego. 

Que hayan sido espaciadas me permite tener perspectiva, comparar las impresiones de un treintañero a las de un cincuentón. Las primeras fueron más intensas; siempre son más apasionados los primeros amores, los primeros encuentros. Con el tiempo esas emociones siguen contigo, pero no te remueven tanto ni dejan un poso tan profundo. 

Tenemos la Atenas turística: Plaka, Monastiraki, Sintagma y aledaños. Dentro de lo que cabe en invierno es transitable a excepción de la Ermou. Incluso disfrutas más de los monumentos, tienes más espacio, hace menos calor, escuchas más griego y menos inglés. 

Volví al Arqueológico y al Cerámico. Me emocionan los monumentos funerarios. Hay una elegancia natural en esa despedida del mundo, ternura en esas manos de dos mujeres que se sostienen, en aquel perro que espera el premio de su amo, en la última mirada de dos esposos. 



En el Arqueológico me gustan también los bronces de Antistera o las innumerables vasijas y cerámicas. O Persefone y Démeter entregándole a Triptolemo el regalo del trigo. 

Las ruinas de los foros. El museo Cicládico y sus estatuillas de diosas, simplificadas, conteniendo todo un mundo en escasos centímetros. ¿Acaso necesitamos más para comprender el espíritu de la civilización que la hizo nacer? 



Y, por supuesto, la Acrópolis. 



La belleza que buscamos y que pocas veces encontramos está aquí. A pesar del paso del tiempo, la desidia, la rapiña, la estupidez esta belleza sobrevive y nos ha llegado. No deja de ser mágico.

En el barrio de la Axarquia puedes encontrar casas okupas, librerías de viejo, graffitis, tiendas y bares más o menos alternativos. Imagino que tuvo mejores días. Siempre puede reverdecer.



Como las protestas. Unas cien personas en Sintagma este sábado apoyaban a Palestina, denunciaban la masacre de Israel y la hipocresía de los gobiernos europeos. 



Miles compraban y consumían a unos metros. Sin las primeras ya no habría esperanza ni dignidad para nadie. 

Subimos para contemplar cómo la luz se oculta en el mar. 



Desde la colina Streffi o desde el Lycabeto. En el Pnix uno puede imaginar a Pericles, Lisias o Demostenes presentando sus discursos. En las ruinas de lo que fue el Liceo contemplar los paseos de Aristoteles y sus discipulos o admirar los rollos de la primera gran biblioteca.


No hay viajes sin imaginación. Y nunca los habrá. 

miércoles, 1 de enero de 2025

VIAJE A GRECIA (V): MITILENE

 


'Feliz en plenitud no le es posible ser a ningún humano. Pero sí suplicar el ser participe de una parte de dichas (εκλων μοιραν). Por mí misma he logrado este conocimiento...'  

Poema descubierto en el siglo XXI, Safo de Mitilene. 


El mar. Ni Grecia ni la cultura occidental se pueden entender sin el mar. 

Mitilene tiene mar y tuvo grandes poetas: Alceo y Safo. Quien viene aquí no puede decir que no la conoce, aunque solo nos queden fragmentos de una obra que fue admirada por muchos, aunque unos pocos intentarán que desapareciera para siempre. 

De esa época o de la romana quedan escasos restos: una stoa, domus helenísticas, calles pavimentadas, un teatro.  


Llegaron los bizantinos y construyeron sus iglesias y su puerto al otro lado de la bahía, mientras se olvidaba el mundo antiguo. O, más bien, dejaba su poso, sin que se dieran cuenta, gota a gota... 

Los árabes levantaron un castillo, baños y mezquitas. 

Y con el siglo XIX y la independencia llegaron los viajeros y los turistas. No hay muchos por estas fechas. Se agradece. La temperatura es agradable. Perfecta para pasear. 

En el último día del año grupos de niños pedían el aguinaldo cantando. No hubo demasiados petardos por la noche. Los justos para ahuyentar algunas malas pesadillas. 

El primer día del nuevo, muy de mañana, se celebraban misas ortodoxas. Las campanas llamaban a los fieles. 


Me gustaría poder describir la magia que supuso asistir a esta ceremonia, lo que sentí. El sacerdote, de espaldas. El espacio, iluminado por las lámparas, oscuro, cubierto por una bruma; el incienso que se respira, llenándote de serenidad, y la música bizantina, una letanía que, en algún momento, me recordaba al canto que entonan desde los minaretes. Todo el ritual busca reencontrarse con la eternidad: es el tiempo que se nos escapa, la melancolía de lo perdido, el anhelo de lo imposible. 

Sí, ahí, en esa iglesia, estaba el mar. No podría resumirlo con otra palabra. Safo sí supo describir 'el radiante deseo de sol y de belleza'. 


Es el mar y esta luz brillante. Que puede ser dura como el hierro y suave como la piel de un niño. Te golpea y te acaricia. Te da la vida y te mata. 

La nostalgia del mar te embarga. 

'Te aseguro que alguien se acordará de nosotras'. 

La memoria es frágil. Nos gustaría poder conservar lo que estamos condenados a perder. 

'Cubre los ojos, la noche, de negro sueño' 

Nos quedan fragmentos, búsqueda inútil e imprescindible de lo efímero... 

'...Voz de miel... urdidor de mitos... ya nunca volveré a ti... No remuevas los montones
de guijarros... Las horas pasan... El ser por quien me desvelo... para mí es más dulce contemplar... y yo duermo sola... No sé qué decidir: dos son mis pensamientos... y no aguardo ninguna de las dichas... siento deseo y busco con ardor...'