tag:blogger.com,1999:blog-74347600507498986202024-03-18T04:01:40.694+01:00MENDAURPequeños detalles...
Un trozo de vida.Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.comBlogger426125tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-43757734866297600092024-03-07T19:54:00.009+01:002024-03-08T17:44:44.668+01:00JOCELYN HA MUERTO<p><i> </i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="http://www.cronistasoficiales.com/wp-content/uploads/2016/08/STTL.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="113" data-original-width="445" height="113" src="http://www.cronistasoficiales.com/wp-content/uploads/2016/08/STTL.jpg" width="445" /></a></i></div><p></p><p style="text-align: center;"><i>Jocelyn, nuestra alumna, ha muerto...</i></p><p>Sabía que estaba en la UCI y Raquel me comentó que se encontraba entre la vida y la muerte, pero no me lo creí. Tiene dieciocho años; es fuerte, saldrá adelante, me dije. </p><p><br /></p><p>Pero ahora está escrito en un correo. Y lo escrito permanece. Esas palabras son una inscripción en piedra: definitivas.</p><p>No puedo seguir catalogando libros. Lo dejo todo y salgo para el tanatorio.</p><p>Me llevo un libro con las poesías de Pasolini para el camino, pero no puedo leerlas. La noticia me ha dejado impactado. Intento recordar su rostro, pero solo tengo en mente lo último que me escribió, el examen de Griego y Latín que hizo desde el hospital, su nota: 9,2. </p><p>A medio camino me doy cuenta de que me dirijo al lugar equivocado: al Tanatorio de la M30. Reviso el mensaje. Sí, mi intuición es la correcta: Jocelyn está en el tanatorio de la M40. Voy al de la M30, porque allí velamos a mi padre y a mi madre. Ya se sabe, la fuerza de la costumbre.</p><p>Un hombre nos pide dinero en el vagón del metro. Tiene sentido del humor. <i>"Todos jodidos, muy jodidos... ¡Y como venga la guerra!..."</i></p><p>Aún así, llego puntual: a las siete y media en punto. Ya hay mucha gente esperando a que abran la sala. Su hermano, D. se acerca a mí, me saluda, me agradece que haya venido. </p><p>A., la amiga de Jocelyn, me da la mano. Ma. y M. también me agradecen que esté allí. El hermano me lleva a la sala, pero luego se olvida de mí. Observo los abrazos al padre, los encuentros, las lágrimas de la madre.</p><p><i>"... un virus... le afectó al cerebro... su sistema inmunológico no pudo aguantar... fue todo muy rápido... la vimos con los ojos abiertos... muerte cerebral..."</i></p><p>Las palabras no tienen sentido, no llegan a expresar el dolor... Los detalles no tienen importancia frente a la muerte. Los detalles solo forman parte de la vida. </p><p>Se reparte un libro de condolencias. Escribo pocas palabras: tópicos, ideas simples: "<i>Buena alumna, respetuosa... bella persona".</i></p><p>En la pantalla aparece su nombre y apellidos. La miro varias veces para cerciorarme de que no me hallo en un sueño. </p><p>Han descorrido la cortina. Mucha gente se acerca y arremolina para dar el pésame a los padres. Es agobiante. Esperaré. </p><p>Ma. ha roto a llorar un par de veces. Sus amigos le abrazan. El hermano de Jocelyn mantiene la compostura. Hay algunos adultos; la mayoría son jóvenes. </p><p>Ha pasado hora y media desde que llegué. Ya hay menos gente en la sala; me decido a entrar. Echo un vistazo al féretro. Sí, es ella, pero no la reconozco, encajada en el centro, aplastada entre el blanco del sudario y el color de las flores, bajo esa luz artificial que lamina el contraste. No se nota el maquillaje, pero sabes que no está soñando. No te engañas. Así no duerme nadie. </p><p>Saludo a los padres. Las palabras se ahogan, son inútiles. Al irme, escucho un <i>"gracias por venir"</i> de la madre. Cientos, miles de gracias... Las palabras se pierden... </p><p><br /></p><p>Ma. rompe a llorar por tercera vez. Los abrazos son más débiles. </p><p>¿Pensarán en este momento dentro de diez o veinte años? Todos vivirán una vida que Jocelyn ya no tendrá. ¿La recordarán? ¿Se olvidarán de su rostro, de su voz? </p><p>-¿Salimos a tomar el aire? -insinúa uno de ellos.</p><p><br /></p><p>Hace un día frío; las manos se te congelan. Ya he olvidado el rostro de Jocelyn; no recuerdo su voz.</p><p>Pasa el tiempo. Las palabras vuelven a conformar el mundo, lo definen, lo explican.</p><p>Empiezo a leer un poema de Pasolini.</p><p><i>"El amar, el conocer cuenta; no el haber amado, no el haber conocido"</i></p><p><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-9795801337696808862024-02-26T16:22:00.012+01:002024-03-07T17:47:06.843+01:00LA ZONA DE INTERES Y POOR THINGS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://cdn.zendalibros.com/wp-content/uploads/2024/01/pelicula-la-zona-de-interes.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="257" src="https://cdn.zendalibros.com/wp-content/uploads/2024/01/pelicula-la-zona-de-interes.jpg" width="457" /></a></div><br /><p></p><div>Al ver la película de Glazer no pude dejar de pensar en el personaje y el espíritu de Perfect days. Es un contraste brutal: su envés. </div><div><br /></div><div>Hoss, el comandante de Auschwitz, y su mujer, son esa parte horrible, cruel, despiadada, inhumana que todos, alguna vez, hemos sacado a la luz, aunque solo haya sido en la imaginación. </div><div><br /></div><div>Cómo bien se sabe, el gran acierto de esta película es no mostrar el horror, solo insinuarlo. Eso dicen. No es cierto. </div><div><br /></div><div>El horror es el día a día, la cotidianeidad de personas normales, completamente ajenas al asesinato y la brutalidad que sucede a cien metros, separados por un muro, concibiendo un paraíso, solo para ellos, ajeno al dolor de los demás.</div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/r-vfg3KkV54" width="320" youtube-src-id="r-vfg3KkV54"></iframe></div><div><br /></div><div>Los fundidos, la música de fondo - experimental, incómoda-, los gritos y los disparos que escuchamos; el humo de las cámaras de gas y los hornos crematorios, las cenizas con la que crecen, hermosas, las rosas del jardín; el olor de cuerpos enfermos y cadáveres en descomposición, al otro lado del muro. </div><div><br /></div><div>Es fácil hacer paralelismos con esta Europa que construye su realidad, mientras miles se ahogan en el Mediterráneo y otros miles mueren asesinados en Gaza. </div><div><br /></div><div>Nadie la hará, pero deberían hacerla. </div><div><br /></div><div>En Poor things me sobra el final con personaje estereotipo, machista de libro, y venganza infantil. Todo lo demás es interesante. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/RlbR5N6veqw" width="320" youtube-src-id="RlbR5N6veqw"></iframe></div><div><br /></div><div>Un amigo me dijo que en el fondo el personaje de Bella pone en tela de juicio la hipocresía y la moral convencional de esta clase media nuestra. Hay cosas que no se pueden decir en público. Superado el tabú del sexo, ahora lo políticamente correcto es mirar para otro lado en aspectos controvertidos. </div><div><br /></div><div>Hay mucho más en Bella. Es capaz de empatizar con el sufrimiento de los niños, de soñar con un mundo mejor, rechaza al hombre que se encierra en un pesimismo estéril o en un hedonismo vacuo. Podríamos hablar de optimismo antropologico, cuando supera una primera fase de descubrimiento sexual. Ahora es una filósofa hedonista, en el sentido clásico del término. O empirista, tomando como modelo a su padre y creador. </div><div><br /></div><div>Y su evolución constante le lleva, esta vez sí, buscándolo, a dinamitar esas convenciones, porque antes era una niña en cuerpo de mujer y ahora es una mujer, consciente del mundo en que vive. </div><div>En el XIX solían acabar en el manicomio o muertas. Ahora simplemente quien se atreva a salirse del carril y lo normativo, es apartado y olvidado. </div><div><br /></div><div>En eso consiste el progreso. </div><div><br /></div><div>Ambas películas, favoritas en los Oscar, si no estuviera Oppenheimer, nos retratan. No hablan de personas del XIX o de nazis pasados de moda. </div><div><br /></div><div>Es nuestra hipocresia la que vemos en la pantalla. Y no queremos reconocerla. </div><div><br /></div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-82650742502626925372024-02-11T12:54:00.002+01:002024-02-11T12:54:35.282+01:00LOS GOYA Y EL FINGIMIENTO<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.formulatv.com/images/articulos/126000/126688_x96aozU32HsP4itB1vqLeWJ0ExmY8NcR7-h2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="800" height="307" src="https://www.formulatv.com/images/articulos/126000/126688_x96aozU32HsP4itB1vqLeWJ0ExmY8NcR7-h2.jpg" width="491" /></a></div><p></p><p>Los premios cinematográficos no dejan de ser un espectáculo cuyo principal objetivo es vender una imagen muy concreta de la industria. En los Gaudí se suele apostar por un cine independiente; de ahí que puedan ganar películas como <i>Creatura</i>. En los Goya su mirada desde hace tiempo va encaminada más hacia el cine comercial y dejan los restos y las migajas para otro tipo de cine más personal.</p><p>Así que no hubo sorpresa cuando <i>La sociedad de la nieve</i> se llevó casi todos los Goya -menos el de guión, ¡qué casualidad!- y lo que quedó se cedió "generosamente" a ese otro cine que profundiza en emociones, deja poso y permanece en la memoria. </p><p>Porque <i>La sociedad de la nieve</i>, aunque algunos intenten darle una pátina de arte y calidad, no es más que un producto para el gran público y no aporta mucho a la versión de los años noventa, <i>Viven</i>. Si acaso que la lengua es española y los efectos especiales son mejores. Y poco más. Los Óscar se acercan y los Goya le dan el espaldarazo para que se lleve el premio tan deseado.</p><p>Bayona es un director a la moda. Hace productos que venden, es un chico que no molesta a nadie, sabe moverse en el mundillo. El gran público le aplaudirá. El paso del tiempo le olvidará. </p><p>Victor Erice, aunque su película <i>Cerrar los ojos</i> fuera irregular, dice mucho más en sus planos que la nueva estrella cinematográfica. Y no digamos las directoras que buscan nuevas perspectivas -la primera película de Estíbaliz Urresola, <i>2000 especies de abejas,</i> es interesante, pero aún tiene mucho que mejorar-, con propuestas más íntimas e, incluso, como en <i>O corno o Creatura</i>, atrevidas y experimentales. </p><p>Hace mucho que los Goya solo son fuegos de artificio. Ni siquiera la parte reivindicativa es demasiado peligrosa. Almodovar defendiendo las subvenciones al cine frente a los de Vox te recuerda los tiempos del No a la guerra. Sí, se defiende la cultura en Argentina, pero está muy lejos y nadie arriesga mucho, si criticas a Milei. Hubo alguna mención a Gaza o a los agricultores, pero las comparaciones son odiosas; el presente es más acomodaticio y políticamente muy correcto. </p><p>No se nombró a Vermut, aunque muchas de las intervenciones condenaran los abusos; sin embargo, nadie se atrevió, excepto José Sacristán, a decir que vetar las obras de Vermut -RTVE las ha quitado de su página web- es una decisión ridícula. Vermut está condenado antes del juicio y será difícil que pueda volver a rodar. Y sus obras serían quemadas, si eso fuera posible y no fueran demócratas y progresistas los que deciden estos nuevos vetos. Me pregunto si eso no nos hace recordar tiempos en los que otros hacían lo mismo con los libros. Habría que distinguir entre las obras de un autor y al hombre. ¿Deberíamos apartar de las librerías y las bibliotecas la obra de Rimbaud, porque fue un esclavista y un asesino durante la mayor parte de su vida? ¿Despreciamos y enterramos la obra de Heidegger, porque colaboró con los nazis? La derecha quita subvenciones a la cultura, alimenta la pobreza, elimina o aparta lo que pone en riesgo sus intereses económicos. Eso lo sabemos todos. ¿Y la izquierda luchando contra la injusticia -el abuso y la violencia contra las mujeres- no acaba asumiendo un discurso hipócrita, puritano, superficial?</p><p>El tiempo pondrá a cada uno en su lugar. A Bayona, a las jóvenes directoras que aún tienen mucho que contar y que tomarán un camino u otro en los próximos años -esperemos que elijan el más combativo y arriesgado-, a Vermut -si consigue volver a rodar- y, por supuesto, a Erice, que es, a pesar de no tener un Goya, uno de los mejores directores de la historia del cine. Sí, aunque sea antiguo y haga películas de otra época. </p><p>El cine sobrevive, incluso, a la mogijatería y a la falsedad de estos tiempos nuestros. </p><p><br /></p><p><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-39180947822247786272024-01-30T22:59:00.002+01:002024-01-30T23:04:01.690+01:00PERFECT DAYS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.caimanediciones.es/wp-content/uploads/2023/05/Perfect-days.-Wim-Wenders-scaled.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="309" src="https://www.caimanediciones.es/wp-content/uploads/2023/05/Perfect-days.-Wim-Wenders-scaled.jpg" width="412" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;"><i>"La próxima vez será la próxima vez... Hoy es hoy".</i></p><p>¿Qué es la felicidad? ¿Cuándo una vida es plena o no lo es? ¿No son los pequeños detalles los que hacen que una vida tenga sentido? ¿Y esos instantes, como el movimiento de las hojas de un árbol, que solo suceden una única vez, no hemos de vivirlos intensamente? </p><p>¿El personaje de <i>Perfect days </i>se refugia en los rituales para superar un trauma o una vida anterior frustrante, como insinúa la relación con su hermana o la mención de un padre al que prefiere no volver a ver? Esto no tiene ninguna importancia. El gran acierto es que este personaje hizo una elección: una vida que le permitiera disfrutar de placeres sencillos, aunque otros le consideren lo más bajo en el escalafón social y le desprecien. </p><p>Nos encontramos delante de un ser bondadoso en un mundo clasista, agresivo e infeliz. ¿La bondad emociona? Sí. La sobrina comprueba que limpia urinarios; cuando entiende que él está a gusto, los prejuicios sociales se resquebrajan. La sonrisa los une. </p><p><i>Días perfectos</i> es levantarse todas las mañanas, mirar al cielo y observar el mundo como si fuera nuevo. <i>Días perfectos </i>es sonreír al paso del tiempo, aceptarlo, hacerlo tuyo, como solo Oriente sabe transmitirnos. <i>Días perfectos</i> es lavar urinarios públicos y hacerlo lo mejor posible, porque las cosas bien hechas te hacen sentirte bien. <i>Días perfectos </i>es leer un buen libro, fotografiar un rayo del sol, escuchar una buena canción, beber un café, cuidar de tus plantas, sonreír a un niño, pasear en bici, no tener miedo... <i>Días perfectos</i> es soñar y abrir los ojos por la mañana como si volvieras a nacer...</p><p>Siempre queda la opción de vivir otra vida, cambiar el rumbo, arriesgar... pero solo si llega sin forzar, sin desearla demasiado, sin perseguirla desesperadamente. El presente hay que disfrutarlo; el futuro... <i>"la próxima vez será la próxima vez". </i></p><p>Todos queremos ser felices. Todos, aunque a veces no lo parezca, aspiramos a la bondad. </p><p>Wenders y Takasaki han creado un personaje que busca esa utopía. </p><p>Pensé al ver el final de <i>Perfect days</i> en el último plano de <i>Jackie Brown</i> de Tarantino.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/lejn5narUJ0" width="320" youtube-src-id="lejn5narUJ0"></iframe></div><p>Sí hay parecidos; ambos conducen y escuchan una canción. Sin embargo, hay más tristeza en el personaje de Tarantino, aunque la vida de la protagonista sea a partir de ahora una gran aventura. El capitalismo no deja otra salida: la insatisfacción permanente.</p><p>No, en <i>Perfect days,</i> aunque en su plano final haya lágrimas, reconocemos la felicidad; está ahí, en el rostro de este personaje bondadoso, tierno, optimista...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Bh6F_SKqYLc" width="320" youtube-src-id="Bh6F_SKqYLc"></iframe></div><p style="text-align: center;"><i>El sol sale; un nuevo día comienza...</i></p><p><br /></p><p><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-17125961253554353412024-01-14T10:58:00.003+01:002024-01-14T11:30:36.188+01:00EL BOSQUE <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.redescena.net/temfiles/fotos/pq/foto_el_bosque_img_2310bianca_de_vilar.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="335" src="https://www.redescena.net/temfiles/fotos/pq/foto_el_bosque_img_2310bianca_de_vilar.jpg" width="503" /></a></div><br /><p></p><p>¿Por qué llevaban calcetines los bailarines?</p><p>¿Por razones prácticas? ¿Para evitar perder el equilibrio en un suelo de linóleo? ¿Si hubieran bailado con los pies desnudos, nos hubiera emocionado más? Esta duda existencial no me deja vivir...</p><p>¿Qué hacía en esta obra -que busca la intimidad- una parte tan extensa, donde se impone la música disco y tecno con gestos, ideas o movimientos que me recordaban a <i>Crepúsculo</i>? ¿Querían provocar desagrado? En ese momento deseé tener fiebre y no solo tos; lo hubiera llevado mejor... </p><p>Allí estaba Orfeo. Si aparece un músico en un bosque es que es Orfeo, aunque toque con un piano y una guitarra electrónica... Y los tres espíritus se dejaban llevar por esa melodía o la escuchaban extasiados... Hubo un momento en que pensé que el músico sería devorado por los espíritus, pero luego recordé que no, que fueron mujeres, seres humanos, quienes lo descuartizaron. </p><p>Nos evitamos ese epílogo tan cruento. Aunque a mí no me hubiera importado... Le hubiera dado muchísima intensidad dramática...</p><p>Hay un trabajo y una preparación brutal en esta obra. Notas y observas el sudor de los bailarines y todos los detalles, hasta los más nimios, para expresar a lo largo de una hora ideas o emociones primarias. </p><p>A mí me pareció un bosque gallego; pero es mi percepción... en mi opinión solo los bosques gallegos conservan ese hálito de misterio y fantasía. </p><p>Así que dicen que el fin del mundo está cerca. </p><p>Que en dos meses subirán los precios -más, todavía-; que Gaza y Yemen solo es el comienzo de una conflagración mundial; que hay meteoritos en camino... </p><p style="text-align: center;">Quizá tengamos que recibirlo bailando... </p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-84826703320465949242024-01-05T14:30:00.011+01:002024-01-05T14:43:17.233+01:00LAS CHICAS ESTÁN BIEN, BARBIE, OPPENHEIMER Y SECRETOS DE UN ESCÁNDALO: FEMINISMO Y EL FIN DEL MUNDO<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://es.web.img3.acsta.net/r_1920_1080/pictures/23/07/05/17/49/0675900.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="800" height="297" src="https://es.web.img3.acsta.net/r_1920_1080/pictures/23/07/05/17/49/0675900.jpg" width="496" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Las cuatro películas que he visto durante estos días de descanso merecen unas palabras. Ninguna es perfecta; alguna lo busca; otra disfruta siendo sencilla. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>Barbie</i> de Greta Gerwig funciona bien como divertimento feminista. Como en <i>Las chicas están bien</i>, el protagonismo femenino de las dos -actrices y dirección- abre nuevas perspectivas a los temas de siempre: la muerte, la soledad, el amor, la aventura de vivir. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">En <i>Barbie </i>se inventa un mundo paralelo donde las mujeres dirigen, toman decisiones y los hombres quedan fuera de las esferas del poder, son ninguneados: se necesita el choque con la realidad para que tanto ellos como ellas den un giro y tomen conciencia de sí mismos, rompan los estereotipos de masculinidad, feminidad, familia, relaciones de pareja. La estética es kitsch; el humor no va muy lejos; le falta mucha más mala leche.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>Las chicas están bien</i> de Itxaso Arana elige otro tono; se apoya en un estilo muy definido: el de Jonás Trueba. Esta vez quienes escriben son ellas: cinco actrices que cuentan sus recuerdos e impresiones en medio del ensayo de una obra de teatro. Es un cuento tradicional desde una mirada femenina. Es agradable, amable y tierna, sin que haya ningún tipo de pretensión. Toca temas fundamentales, sin que nos demos cuenta. Deja una buena impresión, sin que vaya más allá. Como Jonas Trueba. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/dQb_Pouig38" width="320" youtube-src-id="dQb_Pouig38"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Se agradece este tipo de cine sencillo y libre, aunque siempre me gustaría que profundizara, que arriesgara y se abriera en carnes, que fuera menos amable y más doloroso.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>Secretos de un escándalo</i> es más compleja. Todd Haynes sabe medir los tiempos. Hay una reflexión sobre la mentira y la verdad; profundiza en un aspecto que una sociedad, cualquiera, aunque se enorgullezca de su igualdad, no admite tan bien: una mujer que se enamora de un adolescente. Años después, los tres personajes -la actriz que va a representar a esa mujer en una película y los dos implicados, con más años a sus espaldas y tres hijos- se mueven en aguas enfangadas. Asistimos a una falsedad medida, a una cotidianidad resbaladiza. La interpretación de las dos -la protagonista y la actriz que hará su papel- juega con la ambigüedad; no hay un final feliz que satisfaga a ambas, ni quien parece más frágil lo es tanto, en el fondo. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">El último plano son tres tomas de ese rodaje, ya en marcha. Y cuando la actriz pide otra toma para conseguir más veracidad, Todd Haynes corta. ¿Hemos asistido a una sucesión de mentiras? ¿Es posible que hubiéramos visto la verdad en esa última representación? </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>Oppenheimer </i>de Nolan es un tour de force brutal. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/x6nLCfiCc6w" width="320" youtube-src-id="x6nLCfiCc6w"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">En tres horas se nos da tanta información, que casi parece imposible que la podamos asimilar. Sin embargo, sí se consigue. El guión está bien construido y, excepto en el tramo final, con un personaje secundario, un antihéroe, que pierde fuelle en cuanto muestra sus cartas, la película mantiene un buen ritmo. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Y si el tema principal de las otras tres era el feminismo, aquí, tal vez, sea el fin del mundo. La primera vez que se hizo estallar una bomba atómica fue un mes antes de Hiroshima y Nagasaki en una prueba en los Álamos. Esa parte, tal como se cuenta, es, sin duda, lo mejor de la película. Hay un antes y un después y el director nos lo hace saber con una planificación que te atrapa como una tela de araña. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">La perspectiva cambia; a partir de ese momento la conciencia del personaje se rebela. Su realidad ya no es tan firme. Eso es más interesante que todo el juicio posterior que le aparta del poder, promovido por ese antagonista mediocre. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Al final, el mayor enemigo de Oppenheimer es él mismo. En la conversación final con Einstein se pregunta: <i>¿Hemos destruido el mundo? </i>Sí, lo hemos hecho; hemos puesto la primera piedra, al menos, para que eso ocurra, nos asegura.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">El último plano es una imagen del apocalipsis que nos espera. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i><br /></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>Barbie</i> y <i>Las chicas están bien</i> miran al presente; <i>Secretos de un escándalo </i>al pasado. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Oppenheimer es posible que esté mostrando nuestro futuro. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><p></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-12469987709127695292024-01-04T20:14:00.014+01:002024-01-05T13:35:37.939+01:00TODOS MIENTEN... TODOS MENTIMOS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.movistarplus.es/recorte/n/ficha/F3984891" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="262" src="https://www.movistarplus.es/recorte/n/ficha/F3984891" width="465" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">En junio del año pasado tuvimos que hacer entrevistas a cinco adolescentes; se abrió un expediente por posible acoso escolar. Al final llegamos, mi compañera y yo, a la conclusión de que no existía nada tan grave y quedó archivado. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Lo más interesante, sin embargo, fue asistir al espectáculo de la mentira. Sí, todos mentían; algunos lo hacían para protegerse, otros para proteger a una amiga/o, y la mayoría, porque, pasados unos días, habían olvidado detalles. No necesitábamos ADN ni técnicas sofisticadas; bastaba con contrastar los testimonios de unos y otros. Evitamos una segunda tanda de "interrogatorio"; seguramente las contradicciones hubieran sido mayores y las mentiras más y más elaboradas. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cada vez que los vuelvo a ver, a cada uno de ellos, en los pasillos, en las clases, recuerdo la entrevista que les hice. Yo sé que mintieron; ellos, también. Seguramente siguen mintiendo... Imagino que yo también... </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Al ver el penúltimo capítulo de la segunda temporada de <i>Todos mienten -</i>estrenado hoy en Movistar-, las he recordado. Por supuesto no es igual verlo desde el papel de "entrevistador" o "policía", que ser el testigo o el "culpable" o el/la "colaboradora" o "encubridora". </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Podría pensar que lo mío era más cutre; no tanto. En <i>Todos mienten</i>, es cierto, casi todos son adultos -aunque parezcan, a veces, niños o adolescentes- y ocultan la autoría de dos asesinatos. El guión es elaborado y visualmente el producto tiene buena factura, pero si lo hubieran hecho con mis entrevistas, no hubiera habido mucha diferencia. Un buen guionista sacaría partido de lo que yo escuché... aunque no hubiera muertos. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando mentimos, pensamos que hilamos fino y que nadie nos va a descubrir. Si lo observamos con cierta objetividad, generalmente, todo es ridículo e inútil: siempre hubiera sido mejor decir la verdad. La mentira, eso nos dicen, tiene las patas muy cortas. Eso sí, no hubiera sido tan divertido o tan retorcido ni hubiera dado para una serie de televisión. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">¿Por qué mentimos? Los personajes de <i>Todos mienten</i> forman parte de una clase media con un buen nivel adquisitivo; en mi caso los adolescentes pertenecen a familias desestructuradas y tienen dificultades económicas graves. Da igual; quieren lo mismo: proteger lo que tienen, aunque sea ridículo o fútil para el que lo juzgue desde la distancia. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">¿La mentira nos ayuda más que la verdad para sobrevivir, para conseguir mantener lo que poseemos, sea una casa, un trabajo, un nivel de vida, una pareja? Además, mentimos porque olvidamos o deseamos olvidar, porque confundimos la realidad con los sueños o el mundo paralelo que hemos concebido, porque, si no, si dijéramos la verdad, o no la ocultáramos, la convivencia con los compañeros, con la pareja se haría insoportable; porque necesitamos contarnos una versión de los hechos que guste o agrade a los familiares o a los amigos o que nos haga quedar bien o que nos justifique, sin más. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">¿La verdad no existe? Es posible. Socrates y los sofistas introdujeron este debate en la cultura occidental. Quizá <i>Rashomon</i> de Kurasawa, basado en un relato corto de Kutagawa, desde otra perspectiva, es la película que mejor cuenta nuestras contradicciones y ambigüedades morales.<script src="//services.brid.tv/player/build/brid.min.js" type="text/javascript"></script><div class="brid" id="video" itemprop="video" itemscope="" itemtype="http://schema.org/VideoObject"></div><script type="text/javascript"> $bp("video", {"id":"22626","width":"360","height":"240","video":{ "src": "https://cl.buscafs.com/www.tomatazos.com/public/uploads/videos/10567/10567_720.mp4", "name": "", "image": "https://cl.buscafs.com/www.tomatazos.com/public/uploads/images/146503/146503_945x532.jpg"},"autoplay":0,"shared":true});</script> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Mankiewicz, en casi todas sus películas, nos mostraba que la percepción de un hecho, sea el que sea, siempre es poliédrica. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/uHVYTPFgCqE" width="320" youtube-src-id="uHVYTPFgCqE"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Somos mentirosos; nuestro cerebro necesita la mentira -la biología lo corrobora; por eso, nos gusta a todos que nos cuenten historias, ¿verdad?-. La diferencia es dónde ponemos los límites. Hay quien miente para proteger a su hija o a una propiedad o a su pareja. Hay quien miente para no enfrentarse a sus propios demonios. Hay quien miente porque quiere hacer daño. Hay quien miente para estar vivo. Hay quien miente contando solo una parte de la realidad y ocultando otra. Hay quien miente e inventa historias. Hay quien miente y ni se da cuenta...</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">¿En esta época mentimos más que en otras? Tal vez simplemente somos más conscientes de que lo hacemos, aunque lo neguemos: en el chat, en el wasap, en internet, en las clases, en los pasillos, en la calle, en las tiendas... En la televisión, en el cine... entre los políticos, los actores, los periodistas... </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">¿Es lo mismo una mentirijilla, que no hace daño a nadie o solo forma parte de un juego privado, que las grandes mentiras que matan a miles o millones de personas? No, claro, no es lo mismo. ¿O quizá sí?</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">No lo duden. He mentido en esta entrada, aunque ni siquiera yo mismo sepa dónde lo he hecho... </div><p></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-15633363573847391572024-01-01T17:20:00.056+01:002024-01-01T17:20:00.145+01:00FALLEN LEAVES DE AKI KAURISMAKI<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://media2.firstshowing.net/firstshowing/img15/FallenleavesPosterMainimagebigTsr6.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="350" height="216" src="https://media2.firstshowing.net/firstshowing/img15/FallenleavesPosterMainimagebigTsr6.jpg" width="450" /></a></div><br /><p></p><p>Si mencionas a Kaurismaki siempre se te vienen a la cabeza conceptos muy simples: sobriedad expresiva, sencillez argumental, conflictos sociales desde una perspectiva crítica, humor seco con aroma a cine mudo, cinefilia elegante. </p><p>Hay eso y mucho más en un cineasta que hace mucho encontró un estilo propio que le distingue del resto de su generación. Es un creador inclasificable, singular, único; es un director contenido, minimalista.</p><p>En <i>Fallen Leaves </i>recoge todo esto para destilarlo, sin dejar de contarnos uno de sus cuentos modernos, no exentos de moraleja. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/gWCn79bXUl0" width="320" youtube-src-id="gWCn79bXUl0"></iframe></div><p>La cinefilia la encontramos en los carteles de cine: desde <i>Breve encuentro</i> hasta <i>Fat City</i> pasando por <i>Pierrot el loco</i> y <i>Rocco y sus hermanos</i>. Los protagonistas tienen su primera cita en una película de Jim Jarmusch. El plano final es un homenaje, nada velado, a <i>Tiempos modernos</i> de Chaplin; en este caso, con perro, incluido.</p><p>Su peculiar humor es uno de esos rasgos que le caracterizan; cada cierto tiempo, de repente, añade un toque, una frase, un gesto que suaviza las aristas de lo que se esté contando. Porque, al final, de lo que se habla es de la historia de dos personas normales que viven al borde del precipicio, con trabajos precarios, obligadas a reinventarse, en una Finlandia gélida, en un otoño frío, y con un mundo en guerra, aunque esta parezca lejana. </p><p>La insistencia en la guerra de Ucrania, donde Rusia aparece como el único culpable, tal vez sea su única debilidad. Con el paso del tiempo, ahora uno no piensa en esa guerra, sino en otras, como la de Gaza, cuando escucha en numerosas escenas las noticias de la radio.</p><p>Sigue teniendo talento para narrar mucho en un solo plano, sin palabras: por ejemplo, si te llega una factura y no tienes dinero, con que la protagonista apague la radio y la luz, basta para decírnoslo. Las visitas a los bares y las canciones que escuchan -el alcoholismo es otro de los temas-, puede ser una válvula de escape para personas solitarias y tristes y nos lo cuenta, sin necesidad de enfatizarlo en exceso. La escasa expresividad y los silencios de los personajes dicen mucho más que largas parrafadas. O, por citar una frase genial: </p><p style="text-align: center;"><i>-Bebo, porque estoy deprimido; estoy deprimido, porque bebo... </i></p><p style="text-align: center;"><i>-Parece un círculo... </i></p><p>Lo que vemos es una historia sencilla de dos personajes que quieren ser felices. Y, sí, también se habla de solidaridad, humanidad. Optimismo antropológico: así podríamos definir todo el cine de este finlandés. O una bendita ingenuidad, que, sin duda, uno, escéptico consumado, agradece. </p><p style="text-align: center;">El ser humano merece existir, eso nos dice Kaurismaki. </p><p style="text-align: center;">Al menos, mientras disfrutamos de sus películas, creemos en ello. </p><p><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-66666777265368809162024-01-01T00:06:00.396+01:002024-01-01T01:28:46.851+01:00FINALES DE CINE Y COMIENZOS (y XI): LA ROSA PÚRPURA DE WOODY ALLEN<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/365b5f1c-4def-40c2-b91b-5c4c162a1261_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="290" src="https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/365b5f1c-4def-40c2-b91b-5c4c162a1261_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg" width="516" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;">Mi gato, Yume, descansa. </p><p style="text-align: center;">El sol le acaricia; lo recibe como un regalo. </p><p style="text-align: center;">Cierra los ojos.</p><p style="text-align: center;"><br /></p><p>Jano, el dios de las dos caras lo sabía. Somos como el ave fenix; mientras respiremos, mientras nuestro corazón lata y nuestro cerebro imagine palabras y emociones. </p><p style="text-align: center;">Hay finales que son comienzos.</p><p>Fue la última película de Clark Gable y Marilyn Monroe: <i>The Misfits; </i>escrita por Arthur Miller como un regalo para ella: un regalo envenenado, porque el personaje que interpreta es, sin duda, la Norma Jean vulnerable y frágil que acabaría suicidándose. Es una historia de perdedores -Gable moriría a la semana de rodaje por un infarto; Clift, alcoholizado; y sus personajes son un reflejo de ese dolor y esa tristeza-. Por eso, tal vez, un final tan esperanzador te emociona tanto. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/JXdOggCqgBc" width="320" youtube-src-id="JXdOggCqgBc"></iframe></div><p style="text-align: center;"><i>El sur </i>de Víctor Erice empieza por el final. </p><p>¿Qué le espera en el sur a la protagonista después del suicidio de su padre? ¿Un aprendizaje vital? No lo sabemos; Erice hubiera querido contarlo, pero no pudo. Tal vez nos baste con imaginarlo... </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/c0jp9DMUDp8" width="320" youtube-src-id="c0jp9DMUDp8"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">En </span><i style="text-align: left;">El sol del membrillo </i><span style="text-align: left;">el final es luz y crecimiento. El cine que alimenta los sueños y refleja el paso del tiempo. Y la primavera, que siempre llega. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/9lrcE7AK40E" width="320" youtube-src-id="9lrcE7AK40E"></iframe></div><p><i>El mundo de Apu</i> es la tercera parte de una trilogía de Ray. <i>La vida de Apu </i>comienza con una infancia en la que la figura de la madre es esencial; luego, llega la adolescencia donde se imponen las ansias de libertad. Finalmente, en esta tercera, asistimos a la madurez del personaje. </p><p>Sin quererlo, se casa con una mujer a la que acabará amando, pero en el parto ella muere. Apu culpa al niño de la muerte de su amada y lo abandona junto a sus abuelos. Sin embargo, unos años después, vuelve. Quiere cerrar heridas. Sin darse cuenta, ha regresado, para asumir su paternidad, pero, por un lado, él tiene que perdonarse a sí mismo y, por otro, debe ser el niño quien le acepte como padre. </p><p>Apu espera, desea que el niño se acerque. El niño duda. El padre lo anima. Se abrazan; ya no volverán a separarse. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/LeQsF14lL5g" width="320" youtube-src-id="LeQsF14lL5g"></iframe></div><p style="text-align: left;">Los Dardenne dan a <i>Rosetta</i> una oportunidad. Una vida en la marginalidad ha convertido a nuestra protagonista en un monstruo que solo sobrevive, con escasos medios, tras una coraza insensible, llena de ira. Las lágrimas finales la convierten en un ser humano.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/cOlh6jW60Qs" width="320" youtube-src-id="cOlh6jW60Qs"></iframe></div><p style="text-align: left;">Hay un comienzo en la sonrisa y la mirada de esa joven a la que Marcelo no puede escuchar en <i>La dolce vita </i>de Fellini: la ingenuidad y la inocencia y, al otro lado, una sociedad superficial y corrompida<i>.</i> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/tgO1UeZ104c" width="320" youtube-src-id="tgO1UeZ104c"></iframe></div><p style="text-align: left;">No olvido el buen consejo de Nanni Moretti en <i>Caro diario</i>. Un vaso de agua se transforma en un canto a la vida. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/G4GzxK3zjjQ" width="320" youtube-src-id="G4GzxK3zjjQ"></iframe></div><p style="text-align: left;">En <i>Antes del atardecer </i>dirigido por Linklater y colaboración en el guión de ambos actores, tenemos a Julie Delpy marcándose un baile, seduciendo a su compañero. </p><p style="text-align: center;"><i>Vas a perder el avión -dice ella-. </i></p><p style="text-align: center;"><i>Lo sé -responde él-...</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/rQ02oDrAZ0Q" width="320" youtube-src-id="rQ02oDrAZ0Q"></iframe></div><p style="text-align: left;">En <i>Eternal sunshine of the spot </i>de Michel Gondry y Charlie Kaufmann, tras intentar olvidar su fracasada relación -borrando sus recuerdos; ¡qué ilusos!, ¿no sabemos todos que sin memoria no tenemos identidad?-, de nuevo los dos protagonistas, reconociéndose a su pesar, volverán a intentarlo. El Ok final es una apuesta. ¿No es eso siempre amar: arriesgar? </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/gdlf-texJaM" width="320" youtube-src-id="gdlf-texJaM"></iframe></div><p style="text-align: left;">En la <i>calumnia </i>de William Wyler, basada en la obra de teatro de Lillian Hellman, el personaje que interpreta Audrey Hepburn ha perdido a su mejor amiga, que se suicidó: víctima de los rumores de una sociedad pacata e hipócrita, víctima de sí misma, incapaz de aceptar sus emociones y su identidad sexual. ¡Solo dos generaciones nos separan de estas tragedias que eran, no hace tanto tiempo, cotidianas! </p><p style="text-align: left;">La mirada de Audrey Hepburn, su dignidad, despreciando a todos, caminando sola, orgullosa, segura de sí misma, no es un final, sino un comienzo brillante, espléndido.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/FsQzet2jt-A" width="320" youtube-src-id="FsQzet2jt-A"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">De Woody Allen hay muchos finales que recordar. La despedida y </span><i style="text-align: left;">Manhattan </i><span style="text-align: left;">con la música de Gershwin es inolvidable. Solo por ese final Woody Allen formará parte para siempre de la historia del cine. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ylZgG5kC6cI" width="320" youtube-src-id="ylZgG5kC6cI"></iframe></div><p style="text-align: left;">También me gustan los de <i>Macht point</i> o el de <i>Annie Hall</i>...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/t_lP2Eh5kRI" width="320" youtube-src-id="t_lP2Eh5kRI"></iframe></div><p style="text-align: left;">O el de <i>Septiembre</i>, con cierto parecido al <i>Tío Vania </i>de Chejov o su adaptación de Malle o el <i>Drive my car... </i></p><p style="text-align: left;">Pero el que más me emociona termina en una pantalla de cine. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/FQ53_eYYImo" width="320" youtube-src-id="FQ53_eYYImo"></iframe></div><p style="text-align: left;">El lugar que, en muchos malos momentos, me permitió, como a la protagonista de <i>La rosa púrpura del Cairo</i>, sonreír, seguir adelante y comenzar de nuevo...</p><p style="text-align: left;"><br /></p><p style="text-align: center;">Yume abre los ojos y me mira. </p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: left;"><br /></p><p style="text-align: left;"><br /></p><p style="text-align: left;"><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-56504778149530726092023-12-31T00:05:00.165+01:002023-12-31T10:23:36.827+01:00FINALES DE CINE (X) LA MUERTE: DUBLINESES DE JOHN HUSTON<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.miradorarts.com/wp-content/uploads/2021/04/00-HOME-The-Dead.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="523" data-original-width="800" height="323" src="https://www.miradorarts.com/wp-content/uploads/2021/04/00-HOME-The-Dead.jpg" width="494" /></a></div><p></p><p>El año 2023 se muere. Y la muerte, siempre es un buen final; es el final, al menos, para quien no cree que haya algo más allá del último estertor. </p><p>Vuelvo al Hollywood clásico. En él destacaron Kubrick y John Huston. </p><p>Hicieron de todo, se movieron como pez en el agua en cualquier género. Kubrick seleccionó más. Se consideraba, seguramente, un autor. Todos conocemos el final de <i>Senderos de Gloria, </i>que se desarrolla<i> </i>en medio de una las mayores masacres que ha llevado a cabo el género humano: la primera guerra mundial. No hay más que decir sobre él; solo, disfrutarlo. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Fktp8VVsepE" width="320" youtube-src-id="Fktp8VVsepE"></iframe></div><p>Pero no era este final del que quería hablar, aunque me conmueva y mucho. </p><p>Ya que estoy, menos lírico es el final de <i>Eyes Wide Shut</i>, su última película, aunque, eso sí, mucho más realista. Un matrimonio está haciendo aguas. Amarse para siempre, dice él; ella prefiere variar los términos...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/bOHvgvRVCDo" width="320" youtube-src-id="bOHvgvRVCDo"></iframe></div><p style="text-align: center;"><i>-Hay algo que tenemos que hacer cuanto antes..., dice ella. -¿El qué?... -pregunta él. </i></p><p style="text-align: center;"><i>-Follar...</i></p><p style="text-align: center;">La última palabra de la filmografía de Kubrick, sin duda, no deja indiferente.</p><p>John Huston es un clásico y hizo muchas películas de encargo. En algunas dejaba su sello personal. No creo que se considerara un autor; tal vez pensara en sí mismo como un profesional, pero demostró siempre saber mirar lo que tocaba con un punto de vista diferente. <i>La jungla de asfalto</i> es una de esas películas de género que dicen mucho más de lo que parece. Su final, después de un argumento donde ningún personaje se salva de ser o un asesino o un buscavidas, te sorprende por un lirismo soberbio. El asesino, un pobre diablo que siempre ha estado fuera de lugar en la ciudad, quiere regresar, con una bala en el cuerpo, desangrándose, a la tierra donde fue un niño y es allí, junto a los caballos a los que amó, donde morirá... </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Fk4J2dTXt1g" width="320" youtube-src-id="Fk4J2dTXt1g"></iframe></div><p>Quiero pensar que Peckinpah era muy consciente, cuando escribió el final para su primera película, <i>Duelo en la alta sierra</i>, de este de Huston. El resto de su filmografía es mucho más violenta y rompe los esquemas del western tradicional, pero en esta se atiene a sus reglas. Y los temas de Peckinpah ya están ahí. El final establece una relación entre la Naturaleza y un mundo que se termina. El de una amistad recuperada; tal vez, lo más importante. Hay dignidad en esa muerte, aunque su vida haya sido inútil. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/QEdaf4hplCE" width="320" youtube-src-id="QEdaf4hplCE"></iframe></div><p><i>"...He visto cosas que vosotros no creeríais... Atacar naves en llamas más allá de Orión; rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhäuser... Todos esos recuerdos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia...". </i>No es estrictamente el final de <i>Blade Runner </i>de Ridley Scott, pero como si lo fuera... Demasiado manido, pero sigue funcionando; algo tendrá...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/NoAzpa1x7jU" width="320" youtube-src-id="NoAzpa1x7jU"></iframe></div><p>Si los muertos son fantasmas o los delirios de una mujer reprimida, entonces, no puede haber otro final que este. La mejor versión de la historia de Henry James, dirigida por Jack Clayton, <i>Los inocentes.</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/xDrDulRuPR0" width="320" youtube-src-id="xDrDulRuPR0"></iframe></div><p>La primera película que recuerdo y que me marcó profundamente en mi infancia es otra de Jack Clayton,<i> El increíble hombre menguante</i>. Recuerdo el miedo a desaparecer como le ocurría al protagonista. En su final hay un canto a la infinitud del universo y la constatación de nuestra insignificancia. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/U2OrUpzeFn4" width="320" youtube-src-id="U2OrUpzeFn4"></iframe></div><p>Chantal Akerman en <i>Jeanne Dielman, 23 quai de commerce</i> da una lección de cómo la locura puede llegar hasta en los momentos más cotidianos, cuando la realidad social y los rituales diarios te someten a unas normas que coartan la libertad, sin que nos demos cuenta. Y la manera en que lo narra, te deja sin palabras. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Ckr6S5V0028" width="320" youtube-src-id="Ckr6S5V0028"></iframe></div><p>La pena de muerte y un musical con Bjork en <i>Dancer in the dark</i> de Lars Von Trier. Y, después de la música, el silencio...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/-8qSUD3fnx8" width="320" youtube-src-id="-8qSUD3fnx8"></iframe></div><p>Y más sobre la pena de muerte. Los últimos minutos de <i>No matarás</i> de Kieslowski -hay un hermoso epílogo, sí, pero este es el final- te hacen odiar. Odias el asesinato que lleva a cabo el protagonista y odias, aún mucho más, la ejecución del asesino: brutal, sucia, cruel, despiadada, fría... </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/oP76NZ9ZE00" width="320" youtube-src-id="oP76NZ9ZE00"></iframe></div><p>El verdugo de Azcona y Berlanga tiene un epílogo en el que contrasta la diversión de los turistas en Mallorca con la historia central: un pobre hombre que se hace verdugo para sobrevivir. El final es otro: es el del verdugo, un exenterrador, que tiene que ser arrastrado para que cumpla su misión. El horror que vimos en <i>No matarás </i>-los mismos gestos-, aquí se convierten, como en un espejo deformante, en sátira, esperpento y humor negro. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/yr2-C3h252Y" width="320" youtube-src-id="yr2-C3h252Y"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">Los samuráis muertos, los que han sacrificado su vida por aldeanos que nunca se lo agradecerán, son el último homenaje de Akira Kurosawa en </span><i style="text-align: left;">Los siete samurais. </i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: left;"><br /></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/9Q7XXV1dPfU" width="320" youtube-src-id="9Q7XXV1dPfU"></iframe></div><p>El final de <i>Vértigo </i>de Hitchcock no admite medias tintas. La soledad del protagonista ya es absoluta; no le queda nada, ni siquiera la esperanza de un futuro. Está curado; ha descubierto la verdad, sí, pero eso solo le ha llevado al borde de un precipicio. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/d5sIjaEaMT0" width="320" youtube-src-id="d5sIjaEaMT0"></iframe></div><p>¿Y no estamos todos en estos tiempos, como Scottie, sin salida, mirando el vacío?</p><p>La música de Leonard Bernstein en <i>West side story</i> de Robert Wise con una extraordinaria interpretación de Natalie Wood cierra una historia de sangre y dolor. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/DuAlziOTPQU" width="320" youtube-src-id="DuAlziOTPQU"></iframe></div><br /><div style="text-align: center;"><i>Te adoro, Anton...</i></div><div style="text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="text-align: center;">En <i>El Gatopardo </i>Visconti recupera la memoria de su clase social, los recuerdos de su infancia, los relatos de sus antepasados. Es el final de un mundo, en el que todo cambiará, para que todo siga igual, como dijo Lampedusa. </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/A1vdrKaskn8" width="320" youtube-src-id="A1vdrKaskn8"></iframe></div><p>Décadas después Bertolucci en <i>El cielo protector</i> le da un papel secundario a su autor, Paul Bowles. Y, aunque nada tienen que ver Lampedusa con Bowles, al final de sus vidas se reconocen. La última reflexión de Bowles, mientras nos mira, es la de aquel que espera la muerte y la acepta como una parte indispensable de la vida.</p><p>"¿<i>Cuántas veces pensamos en ese momento de la infancia que fue tan importante? ¿Tres, quizá cuatro? Y, sin embargo, creemos que todo es ilimitado..."</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/A4EBLKfFDks" width="320" youtube-src-id="A4EBLKfFDks"></iframe></div><p><i>Donnie Darco </i>decide cambiar el destino de sus seres queridos y les regala la vida, aunque eso suponga su propia muerte. ¿Es la historia de un loco o de un viajero del tiempo? Lo importante es la sensación, la intuición que nos queda, la que sienten los personajes, mientras escuchas la melodía de <i>Mad</i> <i>world, </i>de que lo vivido por el protagonista ha sido real, aunque nadie lo recuerde. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/gQB62wbwFAU" width="320" youtube-src-id="gQB62wbwFAU"></iframe></div><p>Nadie puede curar la desesperación que siente el personaje de Shirley MacLaine en <i>La calumnia</i> de William Wyler. Ni siquiera el afecto de la persona que tanto la quiere, a la que tanto ama. Su última mirada, vulnerable, tierna, doliente es la más hermosa despedida, el más desolador adiós a la vida...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/K5T-iTeTNG4" width="320" youtube-src-id="K5T-iTeTNG4"></iframe></div><p style="text-align: left;">La última película de Huston fue <i>Dublineses</i>, una adaptación del relato de James Joyce. Era difícil, pero, en mi opinión, no solo consigue reflejar el espíritu de la novela; llega mucho más allá. </p><p>La mujer de la protagonista ha recordado un viejo amor, tras escuchar una canción tradicional irlandesa. Se lo confiesa a su marido. Mientras ella descansa, él reflexiona sobre el amor y el paso del tiempo. El último plano de la filmografía de un director que fue mucho más que un artesano. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/PXHHHdrc-Q8" width="320" youtube-src-id="PXHHHdrc-Q8"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: left;"><span face=""Helvetica Neue Light", HelveticaNeue-Light, "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; font-size: 13.28px; text-align: justify;"><br /></span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p style="text-align: left;"><i>"...Sí, la nieve está cubriendo toda Irlanda, cae sobre toda la llanura central, sobre las colinas despobladas, suavemente cae sobre los pantanos de Allen y, más lejos, hacia el oeste, cae suavemente sobre las oscuras y revueltas aguas del Shanon. Uno a uno, todos nos convertiremos en sombras... ¡Cuánto tiempo has guardado en tu corazón la imagen de los ojos de tu amado, diciéndote que no deseaba vivir! Yo no he sentido nada así por ninguna mujer, pero sé que ese sentimiento debe ser amor. ¡Piensa en todos los que alguna vez han vivido desde el principio de los tiempos, y en mí, transeúnte como ellos, fluctuando también hacia su mundo gris, como todo lo que me rodea. Este mismo sólido mundo en el que ellos se criaron y vivieron se desmorona y se disuelve.</i></p><p style="text-align: center;"><i>Cae la nieve. Cae sobre ese solitario cementerio en el que Michael Furey yace enterrado. </i></p><p style="text-align: center;"><i>Cae lánguidamente en todo el Universo y, lánguidamente cae, como en el descenso de su último final, sobre todos los vivos y los muertos..."</i></p></div><p style="text-align: center;"><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-45850831212772603362023-12-30T11:04:00.007+01:002023-12-30T11:25:05.459+01:00TERESA DE PAULA ORTIZ<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://imagenes.eldebate.com/files/related_article_image/uploads/2023/11/24/655fece6199bc.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="353" data-original-width="620" height="223" src="https://imagenes.eldebate.com/files/related_article_image/uploads/2023/11/24/655fece6199bc.jpeg" width="392" /></a></div><p></p><p>La educación de nuestra generación -fuéramos o no a un colegio religioso- giró alrededor de la culpa y el pecado. No digamos ya la que tuvieron nuestros padres. Es cierto que nosotros sí rompimos con ella, al llegar la adolescencia. En mi caso, inclinaron la balanza las lecturas -entre ellas, la de Nietzsche, que aseguraba que <i>"Dios había muerto"</i>: un descubrimiento para mí comparable al de América para los hombres del siglo XV- y mis propias reflexiones -recuerdo una frase que pronunció taxativamente el cura que me había bautizado y que, además, por entonces era mi profesor de Religión; sucedió en el aparcamiento de mi instituto y acabó con mis dudas: <i>"Deja de pensar"</i>; por supuesto, no he dejado de hacerlo-.</p><p>En ellas también dejó su secuela en represión sexual; en menor medida que en las generaciones anteriores. Ya nadie cree -o, al menos, en mi entorno- que las mujeres son las responsables de la concupiscencia de los hombres o que antes que el "póntelo, pónselo", que podía corromper nuestras costumbres, era preferible la continencia y la abstinencia. </p><p>La mística entra en una categoría, como la metafísica, compleja de situar en este ámbito de la religión. Los místicos se apartan del mundo o, tal vez, descubren un mundo interior que la mayoría no desarrollamos plenamente. Muchos fueron considerados herejes y locos en vez de santos; fueron quemados y no leídos y venerados. La línea entre unos y otros dependía de que la Iglesia los aceptara o rechazara. Santa Teresa tuvo buenos contactos y eso la salvó. Otro tema sería comparar esta mística con la oriental o con la antigua, que bebe de una tradición diferente, menos reglada y dirigida -el monoteísmo no admite herejías-, aunque los presupuestos sean los mismos: la búsqueda y el encuentro con la Divinidad o lo divino. Podríamos hablar del uso de drogas que en muchas culturas facilita ese "encuentro"; en Delfos se piensa que la Pitonisa recibía efluvios que la "atontaban" o, directamente, tomaba plantas psicotrópicas en el momento de la "revelación". </p><p>Siendo escépticos, y muchos lo somos en estos tiempos, nos quedamos con la poesía de Santa Teresa, directa, sencilla, que, como todas expresión artística, revela el mundo interior de cada uno de nosotros con nuestras dudas y emociones. </p><p>El texto de Juan Mayorga se impone en esta versión. Es la cuarta, que yo sepa, en las últimas dos décadas. La mejor -y sigo estando de acuerdo con los críticos- sigue siendo la que interpretó en los años ochenta la recientemente fallecida Concha Velasco en la serie de televisión dirigida por Josefina Molina y con guión de Carmen Martín Gaite. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/HDKZu_2Il68" width="320" youtube-src-id="HDKZu_2Il68"></iframe></div><p>Sí parece que la figura de Santa Teresa atrae mucho la atención. ¿Por qué? Hay un protofeminismo de una mujer que se enfrentó a las altas jerarquías eclesiásticas -aunque también supo buscar el apoyo de otros hombres que creyeron en ella-; tenemos la poesía mística de un gran valor literario y, sin duda, está la religión, uno de esos temas que se repiten una y otra vez cuando hablamos de nuestra relación con el mundo que nos rodea. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/27npvRbxHro" width="320" youtube-src-id="27npvRbxHro"></iframe></div><p>Nada que decir del talento visual de Paula Ortiz; aprovecha bien los efectos especiales para mostrarnos la imaginación de una mujer del siglo XVI con todas sus obsesiones. La represión tenía que salir de alguna manera y lo hacía, en los hombres y mujeres de esa época, con imágenes delirantes e irracionales. Tal vez no tan diferentes a las nuestras, aunque escapen de otra manera o no lo hagan y dejen sus secuelas...</p><p>Sin embargo, y este pero para mí es una gran losa, me hubiera gustado más sobriedad. Si algo destaca en la vida y obra de Santa Teresa es precisamente eso. Aunque guste por la paradoja, lo que ha sobrevivido de ella es la sencillez y, como bien se cuenta en el texto, buscaba recuperar esa simplicidad en el día a día. </p><p>¿Por qué no, como en la obra teatral, contarnos este "debate" entre el inquisidor -o el demonio o su conciencia, podríamos así también interpretarlo- y Santa Teresa solo en un espacio, esa cocina que sirve de punto de partida? Paula Ortiz demuestra talento visual y mucho en las pesadillas o ensoñaciones o revelaciones de nuestra protagonista, pero yo hubiera preferido concisión, sencillez.</p><p>Un hombre y una mujer, frente a frente. La palabra y nada más. Bresson en estado puro, cuasi experimental, sin algaradas visuales ni sonoras. Se está educando a un público para que se fije en el dedo; se le dirige en una dirección, se le atiborra de imágenes; se le vacía de contenido. </p><p>Lo dicho, quizá pido demasiado a un cine, el actual, que prefiere los efectos y los fuegos artificiales a la sencillez; quizá porque esta es demasiado peligrosa. </p><p><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-37558193036353780882023-12-30T00:05:00.033+01:002023-12-30T00:05:00.142+01:00FINALES DE CINE (IX) RUSIA: CUANDO PASAN LAS CIGÜEÑAS DE KALATÓZOV<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbgXj-PigsjCWltWCdfAVsg5aIyH1y40pTrh_ePRRUWvAIlexV0UanO3r4SVwRUN5PNLt_tO8F69YSdz7R69LSLuL-5m-ZDDYmlWUY62Bm-aKp3h8XNWHhL727RQtzkD6HgE-hH1UPf40/s720/The+Cranes+are+Flying.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="528" data-original-width="720" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbgXj-PigsjCWltWCdfAVsg5aIyH1y40pTrh_ePRRUWvAIlexV0UanO3r4SVwRUN5PNLt_tO8F69YSdz7R69LSLuL-5m-ZDDYmlWUY62Bm-aKp3h8XNWHhL727RQtzkD6HgE-hH1UPf40/w403-h296/The+Cranes+are+Flying.png" width="403" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">El cine ruso o, más bien, el soviético es uno de los grandes desconocidos. Siempre lo fue, ya desde la guerra fría. Pero de allí surgió un Eisenstein durante el periodo mudo.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Solo con el final de <i>La huelga</i> -y tiene también<i> Octubre</i> y <i>El acorazado Potemkim</i>- entraría en la Historia del cine. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/wmFio7uCNHg" width="320" youtube-src-id="wmFio7uCNHg"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Después hubo nombres que destacaron, sin duda. Tarkovsky salió de allí y huyó a Occidente, pero no pudo negar que aprendió y mucho de sus compañeros, aunque estos se quedaran en Rusia. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Quizá el final que más me gusta de sus películas es el de <i>Stalker</i>. Obra de ciencia ficción que, como en toda su filmografía, acaba teniendo implicaciones filosóficas más profundas.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/WEUOeBNNIFQ" width="320" youtube-src-id="WEUOeBNNIFQ"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">No me alejo mucho, si menciono<i> La ascensión</i>. No es el final, pero para mí, el epílogo que viene después, es un añadido innecesario de una directora rusa escasamente conocida, Larisa Shepitko. Es una ejecución de unos inocentes -del 1:33:00 a una 1:38:00- por parte de los nazis para atemorizar a las gentes de un pueblo ucraniano invadido. Toda la planificación te pone los pelos de punta. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/PAcfM7gbMps" width="320" youtube-src-id="PAcfM7gbMps"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Sin alejarnos mucho -Suecia está al lado- podemos pensar en Bergman. Tiene otras obras más conocidas, pero el final de <i><a href="https://www.izlesene.com/pvideo/the-virgin-spring-1960-fragman/10471990" target="_blank">El manantial de la doncella</a>,</i> por su sencillez, me emociona. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>La hora del lobo</i>, también...</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ZRJmvlnDKik" width="320" youtube-src-id="ZRJmvlnDKik"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>Cuando pasan las cigüeñas</i> sorprende, porque una historia de amor se transforma en un canto colectivo a la lucha contra el nazismo de todo un pueblo. Se alcanza el paroxismo estético hasta el imposible. Conocida es esta escena: una grúa, que ni en los mejores sueños húmedos de Spielberg -por cierto, un director que no sabe hacer un buen final, a pesar de su talento; siempre le salen sentimentales o ñoños-. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/3U9ceWpqyMk" width="320" youtube-src-id="3U9ceWpqyMk"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">El final de esta película tendría que ser trágico. El chico ha muerto; ella se ha quedado sin el hombre al que amaba, pero, no, los rusos han vencido. Los nazis perderán. Y todo el pueblo saluda a sus héroes. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div> <iframe allow="autoplay; clipboard-write; encrypted-media; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="true" frameborder="0" height="411" scrolling="no" src="https://www.facebook.com/plugins/video.php?height=411&href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fsovietvisuals%2Fvideos%2F816344872632891%2F&show_text=false&width=560&t=0" style="border: none; overflow: hidden;" width="560"></iframe><div><br /></div><div style="text-align: center;">La tristeza individual no tiene importancia, cuando todos unidos hemos conseguido librarnos de la tiranía y el fascismo. </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">¡A ver si aprendemos!</div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-73867082541864915402023-12-29T00:02:00.100+01:002023-12-29T14:20:19.100+01:00FINALES DE CINE (VIII) EXPERIMENTAR: LA JETÉE DE CHRIS MARKER<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://pbs.twimg.com/media/F1P8oFwWwAAEpFf?format=jpg&name=4096x4096" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="711" height="434" src="https://pbs.twimg.com/media/F1P8oFwWwAAEpFf?format=jpg&name=4096x4096" width="385" /></a></div><br />En los años sesenta se experimentó y mucho. Se buscaron nuevos caminos que desde el cine mudo nadie se había atrevido a transitar. <div><br /><div>Fue, sobre todo, el cine francés quien lo intentó con mejores resultados.</div><div><br /></div><div>Les precedieron grandes nombres: Carné, Claire, Tourneur, Jean Vigo y Renoir. </div><div><br /></div><div>En <i>Atalante</i>, la última película de Jean Vigo, encontramos algunos elementos experimentales que aún suscitan nuestro interés.</div><div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/kU0DwGEqfpU" width="320" youtube-src-id="kU0DwGEqfpU"></iframe></div><br /></div><div><i>Zero en conduit </i>de Vigo es un alegato contra la educación tradicional decimonónica: no hay más camino, entonces, que la rebelión y el caos. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/bNNZoRMNYNI" width="320" youtube-src-id="bNNZoRMNYNI"></iframe></div><br /><div>El último plano, la última secuencia de la filmografía de Jean Renoir -podría haber elegido <i>Un día en el campo</i>, un maravilloso canto a la alegría, o <i>La regla del juego</i>, una crítica feroz a la burguesía o <i>La gran ilusión</i>, un alegato antimilitarista-, terminó en la India. <i>El río </i>se convierte en una reflexión elegante sobre la vida y el paso del tiempo. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/_TPr1ADdlyU" width="320" youtube-src-id="_TPr1ADdlyU"></iframe></div><div><p>La siguiente generación bebió de estos clásicos y, aunque muchos asumieron con el tiempo las convenciones tradicionales y participaron en la industria, nunca olvidaron sus orígenes, ofreciéndonos grandes obras: Truffaut, Rohmer, Malle, Varda...; otros continuaron por ese camino, entre ellos, en la Novelle Vague, Jean Luc Godard o Chris Marker.</p><p><i>A bout de souffle</i> abrió la veda.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/U6S3v3A5oPo" width="320" youtube-src-id="U6S3v3A5oPo"></iframe></div><p>Rohmer apostó por la sencillez. Tan fácil como contemplar <i>Un rayo verde,</i> si quieres ser feliz...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/G6Fcq4Bidh0" width="320" youtube-src-id="G6Fcq4Bidh0"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: left;">¿</i><span style="text-align: left;">Lo era su protagonista en </span><i style="text-align: left;">Los cuatrocientos golpes</i><span style="text-align: left;"> de Truffaut cuando nos mira, tras una carrera infinita, al </span><span style="text-align: left;">llegar al mar?</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/bc1Cg4xHmsc?si=oUtWt3PP1UpiJr7-" title="YouTube video player" width="560"></iframe> </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><i>Vania on 42 street </i>de Louis Malle. Las últimas palabras de Sonia escritas por Chejov. Aceptar la derrota con dignidad. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/nDbESHU4MBg" width="320" youtube-src-id="nDbESHU4MBg"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Revisitado en <i>Drive my car</i> de Murakami. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/u5Q59KCGe9A" width="320" youtube-src-id="u5Q59KCGe9A"></iframe></div><p>En Italia estaba Antonioni. El final de <i>La aventura</i>, sencillo, sobrio, contundente es un buen ejemplo de sus obsesiones y de su talento. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/5-dRmhGI3nE" width="320" youtube-src-id="5-dRmhGI3nE"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div>Pero es en <i>El eclipse</i> donde encontramos su final más experimental.</div><div><br /></div><div> <iframe allow="autoplay; fullscreen; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="400" src="https://player.vimeo.com/video/193396917?h=485a668272" width="560"></iframe>
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">Varda que nos sorprendió siempre hasta el final, conservando un aire juvenil y atrevido en sus documentales, hizo una primera película de ficción, <i>Cleo de 5 a 7. </i>Allí<i> </i>gritó un inmenso sí a la vida, porque la muerte siempre está muy cerca...</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/SvHKda6DO2M" width="320" youtube-src-id="SvHKda6DO2M"></iframe></div><br /><div><div>El<i> Hiroshima, mon amour </i>de Resnais y Yourcenar lleva lo experimental a un nuevo nivel. El pasado se mezcla con el presente en una historia de amor que se repite como un bucle, en un espacio que se desdobla, en Nevers, en Hiroshima, con múltiples aristas. </div><div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/uaBQPIMuSII" width="320" youtube-src-id="uaBQPIMuSII"></iframe></div><br /><div><div style="text-align: center;">Al final, el nombre se convierte en una forma de reconocerse a sí mismo y al otro, de aceptar la memoria y no olvidar... </div><div style="text-align: center;"> </div><div style="text-align: center;"><iframe allow="autoplay; clipboard-write; encrypted-media; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="true" frameborder="0" height="311" scrolling="no" src="https://www.facebook.com/plugins/video.php?height=311&href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fsalagarbo%2Fvideos%2F202242687557648%2F&show_text=false&width=560&t=0" style="border: none; overflow: hidden;" width="560"></iframe></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">Olvidar es lo que no puede suceder cuando hablamos del Holocausto. El final del documental </span><i style="text-align: left;">Noche y Niebla </i><span style="text-align: left;">de Alain Resnais nos recuerda que ahora mismo, mientras estás leyendo esto, está ocurriendo... </span></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/7-aeija0a00" width="320" youtube-src-id="7-aeija0a00"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><span style="text-align: left;">"Mientras ahora les hablo, la gélida agua de los estanques y ruinas llenan los huecos de las fosas comunes, así como un agua fría y opaca como nuestra mala memoria. La guerra se adormila, con un ojo siempre abierto. La hierba fiel ha regresado de nuevo al patio de formar, en torno a los bloques. Un pueblo abandonado, aún lleno de amenaza. El crematorio ya no se usa. La astucia nazi está pasada de moda. Nueve millones de muertos en ese paisaje. </span><b style="text-align: left;"><u>¿Quiénes de entre nosotros vigila desde esta extraña atalaya para advertir de la llegada de nuevos verdugos? ¿Son sus caras en verdad diferentes a las nuestras?</u></b><span style="text-align: left;"> En alguna parte entre nosotros, afortunados capos aún sobreviven, reincorporando oficiales o desertores desconocidos. Hay quienes no lo creen, o sólo de vez en cuando. Con nuestra sincera mirada examinamos estas ruinas, como si el viejo monstruo yaciese bajos los escombros. Pretendemos llenar de nuevas esperanzas, como si las imágenes retrocediesen al pasado, como si fuésemos curados de una vez por todas de la peste de los campos de concentración, como si de verdad creyésemos que todo esto ocurrió en una época y en un solo país. </span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><b style="text-align: left;"><u><br /></u></b></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><b style="text-align: left;"><u>Y pasamos por alto las cosas que nos rodean y hacemos oídos sordos al grito que no calla</u>".</b></i></div><br /><div>Chris Marker colaboró en el guión de <i>Noche y Niebla</i>.<i> </i><i>La jetée</i> de Chris Marker es, sin duda, una de las obras experimentales más conocidas por los cinéfilos. Los escasos veinticinco minutos que dura el cortometraje no dejan indiferente a nadie. Es una película de ciencia ficción y una extraordinaria historia de amor, más allá del tiempo. Son solo fotografías y una voz en off que nos atrapan hasta el final. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/wtNSB2BbSEc" width="320" youtube-src-id="wtNSB2BbSEc"></iframe></div><br /><div>Y ese final, circular, y, al mismo tiempo, necesario. La infancia y la muerte, unidas en un instante. El recuerdo, antes de ser vivido. </div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/V5BA42k8FmE" width="320" youtube-src-id="V5BA42k8FmE"></iframe></div><br /><div style="text-align: center;">El amor que se rebela contra el único final que nos espera a todos. </div><div><br /></div><div><div><br /></div><div><br /><div><br /><div><br /><div><p><br /></p></div></div></div></div></div></div></div></div></div></div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-12322607713770617052023-12-28T00:14:00.237+01:002023-12-31T18:09:59.735+01:00FINALES DE CINE (VII) EL AMOR: VIAGGIO IN ITALIA DE ROSSELLINI<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://fagerland.es/____impro/1/onewebmedia/i286541539349583541.jpg?etag=%221b68c-5db44839af051%22&sourceContentType=&ignoreAspectRatio&resize=670%2B484&extract=38%2B19%2B611%2B443" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="443" data-original-width="611" height="362" src="https://fagerland.es/____impro/1/onewebmedia/i286541539349583541.jpg?etag=%221b68c-5db44839af051%22&sourceContentType=&ignoreAspectRatio&resize=670%2B484&extract=38%2B19%2B611%2B443" width="499" /></a></div><p>El amor es un sentimiento muy complejo. Nos destruye, nos hace daño y también nos descubre lo que somos; abre caminos de felicidad... Estamos vivos y por tanto, amamos... Amamos y, por tanto, estamos vivos. </p><p>Las relaciones de pareja siempre han sido un filón. En los últimos años esas relaciones se han ampliado más allá del convencional hombre-mujer. El matrimonio o las relaciones y su definición ha variado. </p><p>Dos finales, escritos por mujeres y que, además, las convierten en protagonistas, me emocionaron no hace mucho. </p><p>La primera fue <i>Carol</i>, una novela de juventud, escrita por Patricia Highsmith, que más tarde se especializó en el género de misterio. Sin embargo,<i> Carol</i>, dirigida por Todd Haynes, es solo una historia de amor entre dos mujeres, una madura y otra que empieza a vivir sus primeras experiencias en la Nueva York de los años cincuenta. En este final la joven ha decidido arriesgar: cambiará la vida de mujer tradicional, con novio, por otra muy diferente; busca a su amante en un restaurante. La música oculta el ruido de fondo; el violín de la orquesta y el piano abren el camino, nos despiertan la emoción, acompañan los latidos de su corazón, nos muestran sus dudas. De repente, cruzan sus miradas, sonríen: se abre un futuro lleno de interrogantes, pero, sin duda, apasionante. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/TXXG0lrrRjM" width="320" youtube-src-id="TXXG0lrrRjM"></iframe></div><p>En<i> Una mujer en llamas</i> de Céline Sciama la visión es plenamente femenina; también nos encontramos en un mundo de hombres, en el siglo XVIII o XIX, donde las mujeres no pueden casarse con quien quieran y dependen de otros -marido, padre- para poder ser artistas. Hacía años que las dos no se veían. La protagonista, según nos confiesa en una voz en off, vio a su amante por última vez en la opera. Y mientras la otra escucha la obra de Vivaldi, todas las emociones -dolor, alegría, pasión, desesperación, aceptación- atraviesan como un huracán su rostro y su cuerpo. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/8Gb9n_BvX9k" width="320" youtube-src-id="8Gb9n_BvX9k"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">David Lean es tal vez el que mejor supo contar las historias de amor. <i>Dr. Zhivago,</i> la primera cita de mis padres, es un buen ejemplo. Sin ella, yo no estaría aquí. En </span><i style="text-align: left;">Breve encuentro</i><span style="text-align: left;"> tenemos un final precioso. Ella ya no volverá a ver al hombre que ama; ha elegido a su marido, al que también quiere. Este intuye su tristeza y la arropa. Y le dice: </span><i style="text-align: left;">"Gracias por volver conmigo"</i><span style="text-align: left;">. David Lean podía haber terminado con la despedida de los amantes, pero esta secuencia, sin duda, es un hermoso broche. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/hubyFqSUaGA" width="320" youtube-src-id="hubyFqSUaGA"></iframe></div><p>Un amor puede estar condenado desde el principio. En <i>El tercer hombre</i>, ella nunca le perdonará que traicionara a su amigo, aunque fuera un asesino; nunca le perdonará que colaborara con los vencedores; por eso continúa su camino y nuestro protagonista debe aceptarlo con elegancia... </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/l64JIcG-O-k" width="320" youtube-src-id="l64JIcG-O-k"></iframe></div><p>Como antítesis perfecta de <i>El tercer hombre</i> tenemos a Charlie Chaplin en <i>Tiempos modernos, </i>la despedida de Charlot, una creación cinematográfica que ha superado el paso del tiempo.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/6Dnhxc03hjc" width="320" youtube-src-id="6Dnhxc03hjc"></iframe></div><p>La soledad puede ser una opción, si el entorno o las circunstancias no permiten otra salida. Además, la venganza se sirve en un plato muy frío. El personaje que interpreta Olivia de Havilland en <i>La heredera</i> de William Wyler, basada en el relato <i>Washington Square </i>de Henry James, cierra todas las puertas. Ya no es una mujer inocente y vulnerable; ahora es brutal y despiadada. </p><p> <iframe allow="autoplay; clipboard-write; encrypted-media; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="true" frameborder="0" height="290" scrolling="no" src="https://www.facebook.com/plugins/video.php?height=315&href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fnotoriousediciones%2Fvideos%2F1274034536746485%2F&show_text=false&width=560&t=0" style="border: none; overflow: hidden;" width="480"></iframe> </p><p style="text-align: center;"><i>-"Antes quería mi dinero; ahora también quiere mi amor... </i></p><p style="text-align: center;"><i>-¿Cómo puedes ser tan cruel?... </i></p><p style="text-align: center;"><i>-He tenido muy buenos maestros..."</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO5lzEmI9IEXOx9mC1Am80lDxVTSlaEFnrEgd2NPHmwplFL9lOFA_0bDwBKdRBEM0UHpkXApeQ_iAPEhMtEcIewGlhVQ7lOfNmwlauiDELySsm6xzGGvOwD-ijT4mJGFgVhniO7_fTQhw/s617/1+the+heiress.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="408" data-original-width="617" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO5lzEmI9IEXOx9mC1Am80lDxVTSlaEFnrEgd2NPHmwplFL9lOFA_0bDwBKdRBEM0UHpkXApeQ_iAPEhMtEcIewGlhVQ7lOfNmwlauiDELySsm6xzGGvOwD-ijT4mJGFgVhniO7_fTQhw/s320/1+the+heiress.JPG" width="320" /></a></div><p>Es una mujer independiente, un témpano de hielo la que sube en el plano final las escaleras; escucha los gritos desesperados de su amante. Sonríe. </p><p>En <i>Stromboli </i>de Rossellini, en cambio, la soledad es impuesta. Ella huye de los hombres y mujeres que la han aislado -eligió amar a un hombre para escapar de la prisión y ahora es una paria y una extranjera, despreciada por todos-, busca refugio en una Naturaleza terrible, dura; se arrastra, desesperada, tropieza, cae, vuelve a levantarse, en una escena que dura casi diez minutos; al final, pide ayuda a un Dios que no la escucha. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/8u3NWCvBFaE" width="320" youtube-src-id="8u3NWCvBFaE"></iframe></div><div><br /></div><div style="text-align: center;">El grito final de Ingrid Bergman, en inglés. </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/__4cvt1btZw" width="320" youtube-src-id="__4cvt1btZw"></iframe></div><span style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">Este final me recuerda, salvando las distancias, al de <i>Duelo al sol </i>de King Vidor. Ella también se arrastra, se destroza las manos, para morir junto a su amor y su enemigo... Amor fou en estado puro.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/XYaQmrNLRz4" width="320" youtube-src-id="XYaQmrNLRz4"></iframe></div><span style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div>En</span><i style="text-align: left;"> La vida de Adéle, Blue is the warmest color</i><span style="text-align: left;">, la protagonista se aleja de nosotros; la historia de amor que cambió su vida, que le permitió descubrir quién era ha terminado. Imaginamos que otra comienza, cuando gire la esquina...</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ZjIw8WGSFP4" width="320" youtube-src-id="ZjIw8WGSFP4"></iframe></div><p>En los últimos veinte, treinta años -al menos, en el cine occidental-, este final se repite bastante a menudo. Como sucede en la obra de Lillian Hellmann <i>La calumnia</i> -escrita en los años treinta- o en <i>Casa de muñecas</i> de Ibsen -a finales del siglo XIX-, la protagonista toma una decisión que rompe con la idea tradicional de lo que debía o no debía hacer una mujer. Y encontramos así a una mujer que camina hacia nosotros, a otra que se aleja; la encontramos sentada, pensando, o trabajando en su despacho o bailando. Siempre sola, satisfecha, decidida, aunque el futuro esté repleto de incertidumbres. Las relaciones de pareja ya no acaban en matrimonio e hijos, ni ellas deben amoldar su vida a la del hombre, como antes; pero, está claro, tener una vida independiente supone sacrificios en esta sociedad competitiva nuestra y la mujer ha de elegir un camino propio, como se cuenta en dos planos y de manera muy sencilla en <i>La peor persona del mundo. </i>Toda elección supone perder y ganar algo. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/fxfpTTIkN3A" width="320" youtube-src-id="fxfpTTIkN3A"></iframe></div><p style="text-align: left;">En <i>Gloria </i>de Sebastian Lelio, como también ocurre en <i>Un amor </i>de Coixet, el baile es liberador. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ofb4-M8Fcac" width="320" youtube-src-id="ofb4-M8Fcac"></iframe></div><p style="text-align: left;">Por eso la <i>Jackie Brown</i> de Tarantino intuye, adivina, mientras canta, que la libertad es siempre solitaria. Tiene sus pros y sus contras y hay que pencar con ello. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/lejn5narUJ0" width="320" youtube-src-id="lejn5narUJ0"></iframe></div><p style="text-align: center;">Puede haber, a veces, otra oportunidad. </p><p style="text-align: left;">Aunque pueda acusársele de suavizar la novela, sin duda, el final de <i>Desayuno con diamantes</i> de Blake Edwards, emociona gracias a Mancini y a una Audrey tan vulnerable y tan tierna...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/YnOfomPgETs" width="320" youtube-src-id="YnOfomPgETs"></iframe></div><p>No siempre se puede recuperar ese amor de juventud. El tiempo ha pasado. Y un asomo de tristeza se vislumbra, cuando escuchamos la música de Legrand en <i>Los paraguas de Cherburgo </i>de Demy<i>.</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/O3HHxNEWLTs" width="320" youtube-src-id="O3HHxNEWLTs"></iframe></div><p>Hay quien como <i>Will Penny</i> piensa que ya es demasiado tarde. <i>It´s too late for me...</i> confiesa a su amada; conmovedora y desoladora despedida con su trágica vulnerabilidad. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Dn6q1DKk_As" width="320" youtube-src-id="Dn6q1DKk_As"></iframe></div><p>Hay quien, al descubrir que alguien le ha amado de verdad, se dirige a la muerte con una sonrisa en los labios. El protagonista de <i>Carta de una desconocida </i>de Ophuls, reconociendo que su vida ha sido un fracaso, afronta su muerte con dignidad y valor. Ha sido amado; la vida valió la pena. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/FPzk-FXydPo" width="320" youtube-src-id="FPzk-FXydPo"></iframe></div><p>¿Y el amor más allá de la muerte? <i>El fantasma y la Sr. Muir </i>por fin podrán vivir su amor para toda la eternidad.... </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/EVsDHc04kbg" width="320" youtube-src-id="EVsDHc04kbg"></iframe></div><p>El último gesto de amor puede ser matar al ser amado -porque no hay otro remedio- y ser enterrados juntos donde caiga una flecha; es una de las escenas finales más hermosas de la historia del cine y una declaración de amor maravillosa. <i>Te amo más que... a Dios,</i> dice Audrey Hepburn en el papel de lady Marian. Y Sean Connery, como Robin, lo entiende. ¡Quién no lo entendería!</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/z0DFiGOKCQc" width="320" youtube-src-id="z0DFiGOKCQc"></iframe></div><p>Y junto a Audrey Hepburn en mi corazón está Romy Schneider. En <i>Lo importante es amar</i> tenemos otra declaración de amor desesperada... Esta vez, sin palabras. No son necesarias...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/FWyVjnLtrMo" width="320" youtube-src-id="FWyVjnLtrMo"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">El final de <i>Amor</i> de Haneke es desolador. El sufrimiento de los dos es tan terrible que deseamos que se acabe ya... Matar a alguien que sufre tanto es la única manera que tienes de escapar de tanto dolor. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/9Ark7VjaQ_Q" width="320" youtube-src-id="9Ark7VjaQ_Q"></iframe></div><span style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div>Recuerdo después un epílogo. Él desaparece; ha muerto con ella. Y nos quedamos en las habitaciones vacías, el hueco que los espacios nos dejan: la ausencia...</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">En </span><i style="text-align: left;">No amarás</i><span style="text-align: left;"> Kieslowski salva a su protagonista. En la versión televisiva la condenaba en la última secuencia con un gesto de desprecio y de indiferencia por parte del joven; ella le había humillado y él intentó suicidarse. Sin embargo, en la película imagina una caricia, un gesto sencillo. Ella también es capaz de amar y de ser amada... Cierra los ojos.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/k5UvFeGEGhQ" width="320" youtube-src-id="k5UvFeGEGhQ"></iframe></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">Solo el amor nos puede salvar del infierno... El ratero en </span><i style="text-align: left;">Pickpocket </i><span style="text-align: left;">de Bresson lo comprende en el plano final...</span></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/MYcgGfR9u5E" width="320" youtube-src-id="MYcgGfR9u5E"></iframe></div></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">También hay amores que pueden surgir por carta. <i>La carta final. 84 Charing Cross Road </i>es la dirección de la librería en la que trabaja un Anthony Hopkins contenido y elegante y a donde la cliente, una Anne Bancroft espontánea y vital, le envía una y otra vez cartas pidiéndole libros descatalogados. Las cartas que se leen a lo largo de los años desde Nueva York a Londres construyen piedra a piedra una relación íntima, imposible de catalogar. Los libros -su olor, su tacto- son el material físico con los que ese amor se realiza. Aunque hay un epílogo -ella finalmente visitará la librería, pero para entonces él está muerto-, este, para mí, es el final. Es la última carta que se escriben. La complicidad que hay entre ellos me emociona. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/iPV8sja0dsg" width="320" youtube-src-id="iPV8sja0dsg"></iframe></div><span style="text-align: left;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div>Una pareja viaja a Italia. La relación no va bien, naufraga. Ambos, aunque no lo digan, piensan que el divorcio es la mejor solución. Mientras dudan qué decisión tomar, visitan museos, recorren las calles de Nápoles. Una mañana visitan Pompeya. Discuten. Parece que es el final. Un guía italiano les comenta que en una excavación han encontrado dos cuerpos, el de un hombre y una mujer. Asisten a la excavación. Los dos están abrazados. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: left;"><br /></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="text-align: left;">Hanno trovato la morte insieme, uniti...</i><span style="text-align: left;"> </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;">Ella, Ingrid Bergmann, no puede soportarlo más y se marcha. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ZYneTi3DfI8" width="320" youtube-src-id="ZYneTi3DfI8"></iframe></div><p style="text-align: center;"><i>Ci sono tante cose que non t´ho detto. </i></p><p>Y llega el final. Se topan con una fiesta, una celebración religiosa. Entre la muchedumbre, se separan; se llaman, se necesitan, se reencuentran. ¿Tendrán una segunda oportunidad? </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/EI5bkdnfFhg" width="320" youtube-src-id="EI5bkdnfFhg"></iframe></div><p>Quizá lo importante sea esa luz, esa energía que el lugar les transmite. Un plano final, puro documental, cierra la película. Italia y el Mediterráneo: una celebración de la vida, del amor...</p><p style="text-align: center;">Nunca debemos arrepentirnos de amar, aunque fracasemos una y otra vez; es eso lo que nos hace humanos. </p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-17880862451158012022023-12-27T00:05:00.043+01:002023-12-27T01:16:34.107+01:00FINALES DE CINE (VI) ORIENTE: TOKYO MONOGATARI DE YASUJIRO OZU<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.ecib.es/camerastylo/wp-content/uploads/2020/01/cuentos-de-tokio.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="457" data-original-width="800" height="261" src="https://www.ecib.es/camerastylo/wp-content/uploads/2020/01/cuentos-de-tokio.jpg" width="457" /></a></div><p>Estuve en Tokyo y Kyoto hace unos años, poco después de que muriera mi madre. En Kyoto reservé un alojamiento cerca del centro, a unos pasos del río. Era una habitación bastante amplia y muy cómoda, en un bajo. </p><p>Tras una mampara corrediza, contiguo a la habitación, había un jardín japonés semiabandonado, descuidado; estaba separado de la calle por un muro de unos cuatro o cinco metros. Uno de los mayores placeres de ese viaje fue este: cuando me despertaba, echaba un vistazo al jardín, abría la mampara, salía afuera, paseaba un rato, me sentaba en un banco ocultado por la hiedra, cerraba los ojos... Tanto los senderos como las linternas de piedra se habían cubierto de matorrales. Algunos gatos solían visitarlo; en cuando notaban mi presencia, desaparecían. </p><p>En ese lugar mágico, cada vez que me dormía, ocurría algo muy extraño: se me aparecía mi madre. No hubo sueño en el que no la sintiera. Durante esa semana, la tuve muy cerca. Era un espíritu benéfico; me protegía. Así, al menos, me lo pareció. </p><p><br /></p><p><i>Cuentos de Tokyo</i> recoge la mejor tradición japonesa. Es un cine intimista y su ritmo es el de la vida, el de la reflexión, el del paso del tiempo. </p><p>Algo de ese aliento y delicadeza -que sentí cuando visité Kyoto y que no he vuelto a encontrar en ninguno de mis viajes- la observamos en otro final, el de <i>Cuentos de la luna pálida </i>de Mizoguchi. Y sí, veo paralelismo en estos dos finales, aunque los argumentos se desarrollen en siglos diferentes. Los muertos protegen a los vivos y todos formamos parte de un mismo universo.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/MFb2bNERDzw" width="320" youtube-src-id="MFb2bNERDzw"></iframe></div><p>Ozu nos regaló una última secuencia extraordinaria en su película póstuma. El padre ha casado a su hija; debe aceptar que a partir de ahora vivirá solo. Sin enfatizarlo, sutilmente -por medio de espacios vacíos-, nos muestra esa tristeza, ese dolor, esa pérdida, esa ausencia.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/X4j-8X0B7rs" width="320" youtube-src-id="X4j-8X0B7rs"></iframe></div><p>En el final de <i>In the mood for love </i>de Wong Kar Wai también me parece observar un detalle que lo une a una larga tradición oriental. Lo táctil -y las miradas y silencios que durante toda la película han unido a los protagonistas- acaba transformando un secreto, un amor que no pudo ser en parte del ciclo de la vida. No se podría entender este final sin el budismo y su influencia en la vida cotidiana de China o Japón.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ZgO_sCXrK4s" width="320" youtube-src-id="ZgO_sCXrK4s"></iframe></div><p>La historia de<i> Tokyo monogatari </i>relata el último viaje de una pareja de ancianos; quieren ver a sus hijos, que viven en la gran ciudad. Ella intuye que va a morir. Sus hijos, sin embargo, están más interesados en sus problemas cotidianos que en la visita; para ellos, incómoda y un incordio. Así que los ancianos durante casi toda la estancia pasarán la mayor parte del tiempo con su nuera, la mujer de su hijo mayor, muerto en la guerra. Solo ella y la hija menor, que aún vive con ellos y trabaja en una población costera como profesora, establecen, después de la muerte de la anciana, una relación que supera los intereses económicos y los egoísmos a los que nos empuja la presión social. </p><p style="text-align: center;"><i>-La vida es decepcionante...</i></p><p style="text-align: center;"><i>-Sí, con frecuencia lo es... </i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/h_s_B3kVIFA" width="320" youtube-src-id="h_s_B3kVIFA"></iframe></div><p>Aquí podemos hablar de dos finales. El primero, emocional. Las dos mujeres, ahora amigas, se despiden en la distancia. Secuencias paralelas. La una piensa en la otra. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/11MQ4vlTPVE" width="320" youtube-src-id="11MQ4vlTPVE"></iframe></div><p>El segundo es metafísico. El anciano, solo, acepta su nueva vida. Recuerda lo perdido. Y sí, todo continúa, sin nosotros. El sintoísmo y el budismo. El espíritu oriental. La huella que dejemos será tan ligera como el agua que pasa. Todo fluye, nada permanece. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/vWdOGRjXbwg" width="320" youtube-src-id="vWdOGRjXbwg"></iframe></div><p style="text-align: center;">Si acaso, quizá, la emoción, la melodía, el silencio... </p><p style="text-align: center;">O nuestros fantasmas... O nuestros recuerdos...</p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-82034608524364420832023-12-26T09:45:00.012+01:002023-12-26T11:29:35.144+01:00SÍ, PERO...: LA MEMORIA INFINITA DE MAITE ALBERDI Y LOS ASESINOS DE LA LUNA DE SCORSESE<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://imagenes.america.elpais.com/resizer/m22Sz0GkM0i8hMgZ7LBHHJszcqc=/1960x1103/filters:focal(450x272:460x282)/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/QBLJHMR2UFCEJLPWK24FA4JG3Q.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="261" src="https://imagenes.america.elpais.com/resizer/m22Sz0GkM0i8hMgZ7LBHHJszcqc=/1960x1103/filters:focal(450x272:460x282)/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/QBLJHMR2UFCEJLPWK24FA4JG3Q.jpg" width="464" /></a></div><p></p><p style="text-align: center;">Sí, pero... </p><p>Hay películas u obras de teatro o de danza -estoy pensando en la última a la que asistí, el ballet de Lucia Lacarra, con unos últimos minutos impresionantes-, que, cuando las acabas de ver, te dejan una sensación como esta... Sí, está bien; incluso, yo diría que muy bien, pero... Y ese pero me despierta dudas...</p><p>Ambas ganarán premios y Oscars, seguro. Tendrán mucho público y emocionarán y entretendrán y ¿acaso no es eso lo que buscamos quienes intentamos o queremos contar historias? </p><p style="text-align: center;">Sí, pero...</p><p><i>La memoria infinita</i> nos habla del lento declive de un hombre al que le han diagnosticado Alzheimer, pero no solo desde su punto de vista, sino también el de su pareja. El que ella fuera ministra de Cultura con Bachelet y, sobre todo, actriz y él, un periodista que durante la dictadura y, más tarde, al llegar la democracia, contara lo que nadie se atrevía a contar, no es un detalle sin importancia. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/tkBiO4p6UPY" width="320" youtube-src-id="tkBiO4p6UPY"></iframe></div><br /><p>Alberdi sabe enlazar ambas memorias. La individual, que diluye su identidad, y la colectiva, que, en Chile, también, como en tantos otros sitios, prefiere la desmemoria. Es uno de sus grandes aciertos. Además, ambos nos regalan sus emociones; esa valentía, sin duda, nos acerca a ellos. Es una triste historia de amor, muy tierna y, sin embargo... </p><p>Pensé en <i>Amor</i> de Haneke. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/PcCvvJ_jv2U" width="320" youtube-src-id="PcCvvJ_jv2U"></iframe></div><p>¿Por qué esta me emocionó más? Sí, <i>La memoria infinita</i> nos ofrece momentos de ternura y amor; también de impotencia y dolor, cuando él se desespera, se pierde, no se reconoce a sí mismo y ella no sabe qué hacer. Sin embargo... No llega más allá. </p><p>Recuerdo que, cuando mi tía abuela o mi tío abuelo perdieron la memoria, lo más desgarrador para mí, no era tanto que no me reconocieran o no supieran ni dónde ni quiénes eran o éramos, sino el deterioro físico, el olor que desprendían al no poder retener sus esfínteres. Esa fisicidad, brutal, terrible no logro captarla en esta película. </p><p>¿Qué opciones tenía Alberdi, la directora de este documental, y la pareja del enfermo? ¿Mostrarlo directamente, sin tapujos, no suavizándolo, sin medias tintas? ¿Que asistiéramos a las reflexiones y los pensamientos de ella, las que no le puede contar a él, porque no le ayudarían, porque le harían daño o porque no la entendería -hay alguna escena que va en esa línea- y que, sin embargo, todo el que vive esta experiencia tiene la necesidad de compartir con alguien? </p><p>Es como si Maite Alberdi y, con ella, también los protagonistas, no hubieran querido ir más allá, porque hubiera sido demasiado doloroso o no hubiera gustado al gran público. Y, sin embargo, eso es lo que yo les pedía...</p><p style="text-align: center;">Sí, pero...</p><p>Scorsese mantiene el pulso. Tres horas y media de <i>Los asesinos de la luna</i> y ni nos enteramos. La historia está bien contada; Scorsese nos lleva en volandas; no aburre. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/MCKpZzHIvb8" width="320" youtube-src-id="MCKpZzHIvb8"></iframe></div><p>Los diálogos entre el tío y su sobrino y los que mantienen el sobrino y su mujer construyen relaciones de dependencia que, sin duda, son lo mejor de la película y lo hace a un ritmo pausado y bien trabado. El final -un programa de radio a la manera antigua- es una variante muy inteligente para contarnos lo que ocurrió después. </p><p style="text-align: center;">Sí, pero...</p><p>Esto podría ser una historia de gansters y no nos sorprenderíamos. Cambiamos algunos detalles y nos encontraríamos algo que ya conocemos, porque lo hemos visto muchas veces. No hay grandes novedades con respecto a sus últimas películas. No hay ningún riesgo y Scorsese lo sabe. </p><p>Tal vez me hubiera gustado también que me atraparan; que no solo me entretengan o me cuenten una historia desconocida u olvidada, sino que también me emocionen, me destrocen, me atraviesen las entrañas o que encuentren nuevas maneras de mostrarnos una realidad tan cruel como la que nos narran. </p><p style="text-align: center;">Tal vez sea yo... que les pido mucho más de lo que pueden darme.</p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-20666488759743472872023-12-26T00:04:00.002+01:002023-12-26T00:04:00.133+01:00FINALES DE CINE (V) NUESTROS PADRES: MATAR A UN RUISEÑOR DE ROBERT MULLIGAN<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://image.pbs.org/video-assets/3iuLXzA-asset-mezzanine-16x9-8zhwmH5.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="287" src="https://image.pbs.org/video-assets/3iuLXzA-asset-mezzanine-16x9-8zhwmH5.jpg" width="511" /></a></div><br /><div style="text-align: center;">Mi padre. </div><div style="text-align: center;"><br /></div><div>Nunca le dije, al menos en los últimos años, que le quería. Bueno, sí, se lo dije una vez, cuando se encontraba en coma inducido, un par de años antes de morir. Y otra, tal vez, cuando le di un beso en la frente. Esa fue la última vez que le vi vivo. <p></p><p><i>Matar a un ruiseñor </i>me recuerda a mi padre. Para mí Atticus Finch fue el padre que nunca tuve. Me hubiera gustado un padre así: valiente, firme en sus ideas y convicciones, tierno, comprensivo, inteligente. Un hombre ideal, un padre casi perfecto. </p><p>No, no tuve un padre así. Tenía miedo y heredamos su miedo. </p><p>No nos dejó solo eso; soy injusto con él. Es cierto que también nos quiso. Fue imperfecto, como lo son todos los padres. ¿No es así?</p><p>El final de <i>Matar a un ruiseñor</i>, por tanto, me emociona, porque es una hija recordando a su padre: su amor, su ternura... </p><p><i>"... En el futuro habría de pensar muchas veces en aquellos días... En Jem, En Titti, en Boo Radley, en Tom Robinson... Y en Atticus... Él se quedaría toda la noche en el cuarto de Jem y allí estaría aún cuando Jem despertase a la mañana siguiente... "</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/e31ClFUDwks" width="320" youtube-src-id="e31ClFUDwks"></iframe></div><p style="text-align: center;">El que recibí, quizá, cuando fui un niño... </p><p style="text-align: center;">El que no supimos darnos, cuando me hice mayor...</p></div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-55962925397620218192023-12-25T00:02:00.032+01:002023-12-25T22:52:40.294+01:00FINALES DE CINE (IV) VERDADES Y MENTIRAS: EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE DE JOHN FORD<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://codigocine.com/wp-content/uploads/2017/06/elhombrequematoalibertyvalance41.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="236" data-original-width="500" height="220" src="https://codigocine.com/wp-content/uploads/2017/06/elhombrequematoalibertyvalance41.jpg" width="466" /></a></div><p></p><p>La mentira y la verdad son conceptos, a veces, muy difíciles de distinguir. ¿Nos mentimos a nosotros mismos o a los demás? ¿Dónde están la verdad y la mentira?, nos preguntamos desde Tales o, incluso, desde Homero. ¿Dónde están la verdad y la mentira?, nos preguntamos, cuando vemos a Netayanhu, a Putin, a Zelenski o a Biden hablar de democracia y de libertad.</p><p>A los veinte años descubrí en el cine <i>Un lugar en el mundo </i>de Adolfo Aristaráin. No sé si he encontrado mi lugar en el mundo... Como le ocurre al protagonista, tal vez no lo encuentre nunca. Sí, al menos, sé lo que es justo y lo que no lo es. Y como los personajes de esta historia me gustaría algún día luchar por lo que merece la pena y estar a la altura de mis convicciones. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/CuJDPG9zR8M" width="320" youtube-src-id="CuJDPG9zR8M"></iframe></div><p>El final de <i>Lone Star </i>de John Sayles cierra dos tramas: la de los dos hermanos que se amaban, sin saber que lo eran;</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/JtKM2xeXbmM" width="320" youtube-src-id="JtKM2xeXbmM"></iframe></div><p>y la de historia de Texas, construida con mitos y leyendas en las que no todos caben, en las que la verdad no siempre es bien recibida. No hay respuestas delante de un muro -y no es simbólico, como todos sabemos- para las preguntas que los protagonistas se hacen: solo seguir viviendo y cambiar estereotipos y prejuicios raciales... </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ksFYb5jTOD0" width="320" youtube-src-id="ksFYb5jTOD0"></iframe></div><p>Escuchar a Trump o a Biden en la precampaña, con sus juegos de poder e influencias, demuestra que <i>Lone Star</i> nos hablaba a nosotros, que esos conflictos no se han resuelto ni se resolverán...</p><p>En <i>El apartamento </i>de Billy Wilder, en cambio, ser un hombre, <i>ein Mensch</i> -o una mujer, seamos modernos-, significa decir no a hipocresías sociales, negarse a aceptar el juego en el que el capitalismo nos obliga a participar, negarse a vivir mentiras que no conducen a ningún sitio. Cuando ambos personajes han hecho ese gesto liberador, solo entonces un futuro diferente, aunque sea complejo, es posible. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/BIV85igcmAQ" width="320" youtube-src-id="BIV85igcmAQ"></iframe></div><p>Mankiewicz construyó toda su filmografía con esa reflexión entre la verdad y la mentira. La ambigüedad de las respuestas no contenta a nadie. Cada uno tiene una percepción diferente de lo que sucedió. Tal vez la única posibilidad es reírse, cuando lo has perdido todo... porque, cuando nos miramos a un espejo, como en <i>Eva al desnudo</i>, ¡quién sabe lo que está reflejando de nosotros mismos!</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ206gupaxBoqVz4jA1KKQuDPm8TBnVVJhTIkkp12FkQmrUEcvJn8Dt-reCmiZFAufZGOI09T9pmtD-nWf-ydhpXJt9HUkGdixuOuUrt_KlIGSP3PY-YSarU9hOKlJMRqbWQbjXB_wGig/s320/final1.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="320" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ206gupaxBoqVz4jA1KKQuDPm8TBnVVJhTIkkp12FkQmrUEcvJn8Dt-reCmiZFAufZGOI09T9pmtD-nWf-ydhpXJt9HUkGdixuOuUrt_KlIGSP3PY-YSarU9hOKlJMRqbWQbjXB_wGig/s320/final1.png" width="320" /></a></div><p>En <i>Sed de mal </i>de Orson Welles el personaje que interpreta una Marlene Dietrich madura y espléndida contempla el cadáver de un policía corrupto que la amó. </p><p>"<i>¿Qué importa lo que se diga de la gente?" </i></p><p>La verdad es poliédrica, podría añadir... Marlene se aleja de nosotros. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/2Jy34Zd04gc" width="320" youtube-src-id="2Jy34Zd04gc"></iframe></div><p>En <i>Calle Mayor </i>de Bardem<i> </i>las mentiras y una broma cruel de unos cantamañanas destruyen las ilusiones de una solterona. Solo le queda llorar detrás de una ventana... Una sociedad, la franquista, a la altura del betún... </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/_kCAh--KniA" width="320" youtube-src-id="_kCAh--KniA"></iframe></div><p>En <i>El</i> <i>Padrino </i>de Coppola<i>,</i> en su segunda parte, Michael Corleone recuerda una familia unida. Alcanzar el poder y todo lo que supone tiene también sus consecuencias: la soledad.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/r-I4VIR5yGg" width="320" youtube-src-id="r-I4VIR5yGg"></iframe></div><p>¿Y las mentiras que un ex-boxeador se cuenta a sí mismo delante de un espejo? <i>Toro salvaje</i> de Scorsese. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/YQ3T3lZvE_U" width="320" youtube-src-id="YQ3T3lZvE_U"></iframe></div><p>De todos es conocido el final de <i>The searchers. </i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/KvfIsbhIQLA" width="320" youtube-src-id="KvfIsbhIQLA"></iframe></div><p>Hemos seguido durante todo el metraje -excepto, al principio, cuando visitó a la mujer a la que amó, casada con su hermano- a un personaje racista, violento, vengativo. Al final, acaba redimiéndose; sin embargo, está condenado a no tener familia. Siempre será un vaquero solitario. O como decir con un único plano, sin palabras, todo. </p><p>Menos conocen el de <i>Siete mujeres</i>, la última película de Ford; ¡impresionante el personaje que encarna Anne Bancroft y su desesperación!</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/EFv2kMC1xPw" width="320" youtube-src-id="EFv2kMC1xPw"></iframe></div><p><i>El hombre que mató a Liberty Valance</i> es la historia de un abogado, interpretado por James Stewart, que llega al salvaje Oeste para civilizarlo. Todos piensan que él mató a un asesino, Liberty Valance, y gracias a eso construyó su carrera política. No es cierto; quien lo hizo fue un vaquero, interpretado, ¡cómo no!, por John Wayne. No solo eso; también se quedó con la mujer a la que amaba. Conocidos son la escena en que Wayne le dice a Valance: <i>"Ese es mi filete"</i> con la mano en el arma. O el del asesinato de Valance, visto desde dos puntos de vista. </p><p>El final -los últimos ocho minutos- con ese conocido <i>"En el Oeste se imprime la leyenda"</i> se completa con un cactus -los regalos de amor que Wayne le traía a ella- y un último plano de la pareja. </p><p>Su relación se ha basado en una mentira y es como una lámina de hielo que se quedará con ellos, hagan lo que hagan. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/3B-SuV5-f7o" width="320" youtube-src-id="3B-SuV5-f7o"></iframe></div><p>John Ford no solo hacía westerns. Llegaba hasta el fondo más oscuro de la naturaleza humana. </p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-88855558333805345332023-12-24T00:03:00.005+01:002023-12-30T17:29:27.991+01:00FINALES DE CINE (III) ¿FELIZ NAVIDAD?: VIRIDIANA Y PLÁCIDO<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcScohofMNCE9nt1WBi5siucA32yrPmWAHz1x350XnAP2hQIfsPX7l9KCrLYUsQEoDJbliE&usqp=CAU" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="197" data-original-width="256" height="293" src="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcScohofMNCE9nt1WBi5siucA32yrPmWAHz1x350XnAP2hQIfsPX7l9KCrLYUsQEoDJbliE&usqp=CAU" width="380" /></a></div><p></p><p>Aprovechando que esta noche es Nochebuena y mañana..., vamos a recordar algún final navideño. El mejor, como todo cinéfilo sabe, es el de <i>Plácido</i>. Una película que no deja títere sin cabeza. Si alguien creía en los valores de la Navidad, ya se puede ir olvidando. </p><p>Ni Angelica Lidell en este monólogo lo podría decir mejor:</p><p><i>"Y cada vez que me siento a una cena (de bodas, dice Lidell, pero podría ser de Navidad), imagino a todos con un disparo en la cabeza, y aún así ninguno deja de hablar, de ocultar, de mentir, siguen hablando y hablando y hablando, incluso con un tiro en la frente, y entonces me imagino yo misma con un tiro en la frente, y tampoco dejo de hablar, de ocultar, de mentir, sostenemos el pacto social, y sobrevivimos perfectamente al aburrimiento de la diversión, al tedio de la hipocresía, participamos, pertenecemos, nos reunimos..."</i></p><p><i>Plácido </i>de Berlanga y Azcona nos cuenta lo mismo con humor. En pleno franquismo, con lo que añade una carga política de amplio calado.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/uFDEKcEz6g0" width="320" youtube-src-id="uFDEKcEz6g0"></iframe></div><p>Y la sonrisa se nos congela en la comisura de los labios... <i>porque en esta tierra ya no hay caridad, nunca la ha habido y nunca la habrá... </i></p><p>Otra cena sería la de los pobres en <i>Viridiana</i>, aunque el final es aún mejor. El censor le dio una idea genial a Buñuel y él la aprovechó.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/y6zaLN5-71M" width="320" youtube-src-id="y6zaLN5-71M"></iframe></div><p>Un trío siempre es mejor que una pareja y, sin duda, infinitamente mejor que una cena familiar. </p><p>¡Que la disfruten!</p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-69483114355286057992023-12-24T00:02:00.006+01:002023-12-24T14:38:02.597+01:00FINALES DE CINE (II) MIRADAS Y SILENCIOS: UN CORAZÓN EN INVIERNO DE CLAUDE SAUTET<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://64.media.tumblr.com/7c8c6eaf7acebf02852838dc92bf3d18/dd8011b8641892e3-98/s500x750/fd22b1a8be51f424c8da1380858d525dd186fba7.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="500" height="280" src="https://64.media.tumblr.com/7c8c6eaf7acebf02852838dc92bf3d18/dd8011b8641892e3-98/s500x750/fd22b1a8be51f424c8da1380858d525dd186fba7.jpg" width="466" /></a></div><p>A los veinte años vi esta película de Sautet. Quizá es uno de los autores franceses más desconocidos, al menos, por el gran público. No tanto en Francia, pero sí aquí. En los años setenta hizo unas cuantas obras maestras: <i>Max y los chatarreros, Las cosas de la vida, </i><i>Una historia simple</i>. </p><p>Podía haber elegido cualquiera de estos finales.<i> </i>Como<i> </i>el de<i> Las cosas de la vida, </i>con un plano secuencia en el que le dicen a la protagonista que el hombre al que amaba acaba de morir en un accidente de tráfico.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/uyg3XIlB-j4" width="320" youtube-src-id="uyg3XIlB-j4"></iframe></div><p><i>Una historia simple, </i>en el que, tras muchas dudas, ella ha decidido tener a su hijo y disfruta, simplemente, con la caricia del sol.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/b-4owoDF1tU" width="320" youtube-src-id="b-4owoDF1tU"></iframe></div><p>O<i style="font-style: italic;"> </i>el de<i style="font-style: italic;"> Max y los chatarreros</i>, donde en un gesto inesperado, el policía verdugo se convierte en una víctima, en un hombre enamorado que es capaz de matar, y ella, cuando le trasladan a la cárcel, le "ve" por primera vez. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/nT2go2PWono" width="320" youtube-src-id="nT2go2PWono"></iframe></div><p>Romy Schneider está maravillosa. </p><p>En los noventa volvió al candelero con <i>Nelly y el Sr. Arnaud</i> y <i>Un corazón en invierno</i>, ambas interpretadas por Emmanuelle Béart. Y es entonces, cuando lo descubrí.</p><p>En ambas películas el juego de miradas, los silencios y lo que no se dice es casi más importante que los diálogos. Eso me atrapó en las dos películas. Reconozco que, además, me sentí identificado con el personaje de <i>Un corazón en invierno;</i> cómo era incapaz de expresar sus emociones; cómo las ocultaba. Tal vez con el paso de los años un servidor aún siga haciéndolo... </p><p>La historia es sencilla. Un artesano genial, un luthier, se encarga de vender violines de calidad a artistas de prestigio. Su amigo y socio en la empresa -con mucho menos talento- tiene como pareja a una violinista en ascenso. Poco a poco, y a través de la música y de ese objeto que comparten -el violín-, ella se enamora de él y está dispuesta a dejar a su pareja. El, sin embargo, niega sus emociones hasta el final, y, de manera muy torpe -con mucho de soberbia-, la humilla y la desprecia. Cuando se da cuenta de su error, ya es demasiado tarde. </p><p>Y este es el final. Es una despedida, ya que tanto su amigo como ella se marcharán lejos. Él se quedará con su arte, pero solo. </p><p>Es el mejor Sautet. No es tanto lo que se dice, sino lo que no se dice. Las miradas y los silencios nos cuentan mucho más que las palabras. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/yo9jTbdPeRo" width="320" youtube-src-id="yo9jTbdPeRo"></iframe></div><p>No hay segundas oportunidades. En la vida, generalmente, ya no se puede volver atrás... </p><p>Y el mundo sigue moviéndose, al fondo de la escena, ajeno a nuestras pequeñas tragedias cotidianas...</p><p><br /></p><p><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-25472371001400473042023-12-23T11:32:00.016+01:002023-12-24T14:38:47.260+01:00FINALES DE CINE (I) PELÍCULA MALDITA: EL MUNDO SIGUE DE FERNANDO FERNÁN-GÓMEZ <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://elgabinetedeldoctormabuse.files.wordpress.com/2010/05/el-mundo-sigue1.jpg?w=584" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="344" data-original-width="584" height="274" src="https://elgabinetedeldoctormabuse.files.wordpress.com/2010/05/el-mundo-sigue1.jpg?w=584" width="466" /></a></div><p>Abro un apartado hasta <i>final</i> de año de <i>algunos finales</i> que me gustan, que me han dejado huella. Escribiré uno o dos al día. </p><p>Comienzo con <i>El mundo sigue</i> de Fernando Fernán-Gómez. Ayer la pusieron en la 2. </p><p>La historia, basada en una novela de Zunzunegui, no deja respiro. El autor era falangista, pero su perspectiva, como la de muchos intelectuales de la Falange, era muy crítica con el mundo que le había tocado vivir. Su visión de la posguerra española y del franquismo es desoladora. La versión que hizo Fernando Fernán Gómez de su obra elimina algunos detalles, pero muestra la podredumbre de una sociedad machista, corrupta e hipócrita en todos sus estratos sociales. Me pregunto si ahora se podría hacer algo así en el cine español. Aunque en aspectos más superficiales -el sexo, por ejemplo- tenemos más libertad para mostrar la realidad actual, sin embargo, en lo fundamental, sea por buscar al gran público o por no molestar demasiado, hay mucha menos valentía. </p><p>Aquí hay algunos fragmentos seleccionados sobre el machismo de unos tiempos no tan lejanos...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/HB7Jt63l_wg" width="320" youtube-src-id="HB7Jt63l_wg"></iframe></div><p>La historia es la de dos hermanas, nacidas en el barrio de Maravillas en Madrid, que sobreviven, cada una a su manera, durante la posguerra. Una de ellas se convierte en prostituta de altos vuelos y finalmente logra casarse con un gran empresario. La otra convive con un ludópata, que la maltrata física y psicológicamente, y acaba fregando suelos y planchando la ropa de los ricos, sola y con tres hijos a la espalda. </p><p>Las dos hermanas se odian. De una manera salvaje, irracional. Una ha elegido ganar dinero; la otra, se atiene a las normas que someten a las mujeres y eso la lleva poco a poco al aislamiento y a la locura. </p><p>El final, que no abandona el tono documental de toda la película, es terrible. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/safUh6_fHUs" width="320" youtube-src-id="safUh6_fHUs"></iframe></div><p>La hermana que ha alcanzado un estatus social privilegiado se pasea por el barrio con un coche de alta gama -símbolo de riqueza y poder-; la otra, no puede soportarlo más y se lanza al vacío... La música que suena en la radio en el último plano hace que el contraste entre lo que la sociedad muestra y lo que oculta -y que nosotros hemos estado viendo durante dos horas sin ningún tipo de censura- nos resulte aún más doloroso. </p><iframe allowfullscreen="" allowtransparency="" frameborder="0" height="360" mozallowfullscreen="" scrolling="no" src="https://www.tokyvideo.com/es/embed/163573" style="display: block; margin: 0 auto 10px; max-width: 100%;" webkitallowfullscreen="" width="640"></iframe><p style="font-size: 14px; margin: 0px auto; max-width: 100%; text-align: center; width: 640px;"><a href="https://www.tokyvideo.com/es/video/el-mundo-sigue-1963?utm_campaign=embed&utm_medium=embed-link&utm_source=embed-link" target="_blank">El mundo sigue (1963)</a> by <a href="https://www.tokyvideo.com/es?utm_campaign=embed&utm_medium=embed-home&utm_source=embed-link" target="_blank">tokyvideo.com</a></p><p style="font-size: 14px; margin: 0px auto; max-width: 100%; text-align: center; width: 640px;"><br /></p><p style="font-size: 14px; margin: 0px auto; max-width: 100%; text-align: center; width: 640px;"><span style="font-size: medium; text-align: left;">No hay salida, parece decirnos el escritor y el director, en una sociedad como esa. </span></p><p style="font-size: 14px; margin: 0px auto; max-width: 100%; text-align: center; width: 640px;"><br /></p><p style="font-size: 14px; margin: 0px auto; max-width: 100%; text-align: center; width: 640px;"><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-79122006739023278472023-12-17T08:34:00.007+01:002023-12-17T09:10:37.707+01:00LOS GESTOS: PASOLINI, MINA Y LA HERIDA<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQYdLzyO_nMnxrUVu5knFiN07yjH-GPkaisig&usqp=CAU" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="168" src="https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQYdLzyO_nMnxrUVu5knFiN07yjH-GPkaisig&usqp=CAU" width="300" /></a></div><br />Un mal gesto. Cae una copa de vino; se rompe en pedazos. Al intentar evitarlo, noto el roce del cristal con la piel. Una pequeña herida en el dedo anular que no logra cuajar; la sangre no sale, se queda retenida. <div><br /><p></p><p>¿<i>Los gestos</i> de Pablo Messiez es una obra que recuerda a <i>Cinco personajes en busca de autor</i>? </p><p>El autor-personaje, que viaja a Roma en avión, tal vez imagina a sus personajes, cuando la azafata le dice <i>"Prego" </i>y él pide un <i>"succo de pera"</i>. O los inventa en un bar de Roma, antes o después de una representación. </p><p>Los personajes, soñados, imaginados, recreados, imitan los gestos de Mina Mazzini, cantan sus canciones. Mina se retiró en 1979. Les dijo a todos: <i>¡A la mierda! </i>y se ocultó en su finca. Nadie la ha vuelto a ver. En 2018 hizo un concierto; envió un holograma que se encargó de cantar sus canciones. ¿No sería, en verdad, el holograma quien cantaba en los años sesenta y setenta? </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/pTTmW04f5GM" width="320" youtube-src-id="pTTmW04f5GM"></iframe></div><p>Los personajes interpretan a Bach, bailan con una sonata de Schubert. Los personajes leen extractos de una poesía de Pasolini; interpretan los gestos de una de sus películas, <i>Teorema.</i> Se proyecta una escena al fondo, en una mampara que simula un cristal por donde, si no corren las cortinas, contemplamos una panorámica de Roma. Escuchamos los sonidos de las cigarras, esas que quisieron emular, imitar a las Musas y, por eso, nunca dejan de cantar. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/0mgn3BO7ec8" width="320" youtube-src-id="0mgn3BO7ec8"></iframe></div><p><i>Vivere è tremare. Solo l`amare, solo il conoscere conta, non l`aver amato, no l`aver conosciuto... con quel passo blando da cui più l`anima era invasa, quando veramente amavo, quando veramente volevo capire... rivolgersi a un altro homo senza tremare...</i></p><p><i>-Comincio a tremare... -Per quello che ti voglio fare... e ti farò? -Si... tremo per questo... -E sai quello che ti voglio fare... e ti farò? -Si... lo so... -E non mi chiedi di non farlo? -No. -Ti piace dunque... tremare, tremare sapendo...</i></p><p><i><br /></i></p><p>Miro el dedo; busco en él la huella del gesto. No hay herida; solo la recuerdo. Siento el roce del cristal, escucho el estallido de la copa que se rompe en pedazos y al camarero que nos recomienda nombres de vinos desconocidos. Tiemblo... R. hoy cumple cuarenta y cinco años. ¿Inventé a R.?</p><p>¿La herida formó parte de la obra? ¿La imaginó el autor? ¿Mis amigos vieron el gesto o lo soñaron? </p><p>¿Somos todos, sin saberlo, parte de una obra? </p></div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-85790240630118597952023-12-16T11:12:00.009+01:002023-12-16T13:05:07.792+01:00CALETA PALACE Y NOMINADOS A PREMIOS GOYA MEJOR DOCUMENTAL<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://festivalcinesevilla.eu/sites/default/files/styles/1_/public/2023-11/CALETA%20PALACE.jpg?itok=DjrSrNYj" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="335" data-original-width="800" height="183" src="https://festivalcinesevilla.eu/sites/default/files/styles/1_/public/2023-11/CALETA%20PALACE.jpg?itok=DjrSrNYj" width="437" /></a></div><p></p><p><i>Caleta Palace</i> está nominado a la categoría de mejor documental en los próximos premios Goya. </p><p>Antes de exponer mi opinión sobre ella, daré un repaso a los otros candidatos. No los he podido ver, aunque admito que los temas que tocan -en algunos casos-, me parecen, al menos, interesantes. </p><p>De<i> Iberia, naturaleza infinita</i>, tengo la sensación de que encaja con el típico documental de la 2 a las cinco de la tarde. Seguramente los medios técnicos serán extraordinarios y nos mostrará con todo lujo de detalles la fauna y flora de un ecosistema y todos los peligros a los que está expuesto. Además, servirá para que sintamos, cuando terminemos de verla, la necesidad de proteger la Naturaleza. Luego, olvidaremos esas buenas intenciones, pero, al menos, habremos disfrutado de bellas imágenes.</p><p>De Tangana y su <i>Esta ambición desmedida,</i> el favorito en teoría -porque el músico es conocido-, imagino que gustará a los fans de esta estrella mediática. Como no me despierta ningún interés, no puedo decir mucho más. No parece que las críticas le hayan situado a la altura de las películas de los Beatles, ni que rompa moldes, aunque su factura será, estoy seguro, impecable. Dinero tenía a espuertas, así que más le valía...</p><p>Me atraen más las otras dos. <i>Aquí y ahora</i> tiene como protagonista a una actriz a la que le acaban de diagnosticar Alzheimer; va a perder su memoria y lo sabe. Y antes de que eso ocurra, se pone delante de una cámara. Solo ese gesto, tan valiente y honrado, me pone de su lado. Y de nuevo, la memoria, tema que me obsesiona... Ignoro si luego los resultados serán tan atractivos como este punto de partida. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/GVM2dnKxDlE" width="320" youtube-src-id="GVM2dnKxDlE"></iframe></div><p>En <i>Contigo, contigo y sin mí </i>la protagonista-directora hace un recorrido por las cuatro relaciones de pareja que ha tenido a lo largo de su vida. La propuesta me parece muy similar a <i>¿Qué hicimos mal?</i>. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/sdM5pzWjD3g" width="320" youtube-src-id="sdM5pzWjD3g"></iframe></div><p>La idea es atractiva y también arriesgada, hecho con vídeos personales y escasos medios. La de Tangana es una superproducción; esta es una apuesta personal. No hace falta decir que estoy de su lado, aunque no tenga demasiadas opciones. De humor, por lo menos, no carece...</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/josbpNq5BKs" width="320" youtube-src-id="josbpNq5BKs"></iframe></div><p>Y está finalmente<i> Caleta Palace</i>, la única que he visto. El tema de la memoria histórica me interesa mucho -en mi documental aparecía; en el proyecto que tengo en mente también-; así que ya, desde el principio, me tiene ganado. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/DtCTBh3oLC0" width="320" youtube-src-id="DtCTBh3oLC0"></iframe></div><p>Tratar una anécdota de la guerra civil -en apariencia- como fue el periodo entre el golpe de Estado de Franco y la toma de Málaga, desde la mirada objetiva de unos ingleses que lo vivieron in situ es un punto de vista interesante, diferente y se agradece. Puede que esa memoria a algunos les desagrade, pero es indispensable. Hay quien le interesa seguir ocultándola. Y pone trabas. Noventa años después. Por algo será...</p><p>Una producción de cinco años. Paciencia y llamar a muchas puertas. Todo eso lo vemos en <i>Caleta Palace. </i></p><p>Estéticamente encaja con lo que esperamos de un documental histórico, serio y profesional. El director ha decidido que sean actores -como si estuvieran siendo entrevistados- quienes interpreten los testimonios de los intelectuales y periodistas que vivieron esos acontecimientos. Funciona: son creíbles y se hace ameno. No me parece arriesgado -mi apuesta estética sería muy diferente-, pero tiene un valor didáctico muy digno y admirable, combinando esas declaraciones con imágenes de archivo o escenas rodadas en las calles y barrios donde se desarrollaron los hechos. </p><p>En la parte ideológica no dudo de su actitud crítica, pero tal vez se dedica demasiado a la parte de los revolucionarios y sus tropelías. Es evidente que esta fue la mirada que los "tranquilos" ingleses tuvieron de estas barrabasadas, pero, como al final, no vemos por completo -solo se esboza, se insinúan con algunos detalles- la represión de los franquistas, nos queda una sensación de falta de equilibrio. Es ese discurso de: <i>"la guerra es terrible; todos son culpables"</i>. Sí y no. La Transición impuso ese discurso falseado. Los revolucionarios hicieron cosas terribles, pero solo durante un periodo muy limitado. Los republicanos moderados no supieron controlarlos y después, huyeron a la menor dificultad, cierto, pero los hubo que intentaron organizar una resistencia digna, ante la falta de medios -que en el documental se refleja, cuando dos periodistas visitan el frente-. Y los revolucionarios no solo cometieron asesinatos; como bien explica el documental, también hubo ilusión y esperanza. Me hubiera gustado que también se hubieran contado esas acciones -inútiles, ilusorias, desorganizadas, pero también liberadoras y constructivas- y que se les hubiera dedicado más tiempo. El anarquismo fue mucho más que "paseos". Habría que evitar una visión estereotipada de un movimiento político muy complejo. </p><p>Además, los franquistas tuvieron cuarenta años y las hicieron mucho mayores. Y si bien es cierto que aparecen los bombardeos, echo de menos ver no solo las ejecuciones tras la entrada de las tropas italianas -aparecen en dos imágenes, un comentario y poco más-, sino la masacre sobre la población civil que huía por la carretera a Almería, la <i>Desbandá</i>. Esta solo se insinúa, pero no se cuenta. </p><p>Es cierto que todo eso necesitaría otra película. Y otros cinco años de trabajo. Tal vez, cuando se haga -y ojalá se haga, porque me parece muy necesario- tengamos una visión más equilibrada. Pero, insisto, lo echo de menos.</p><p>Aún así, me parece una interesante aportación a la memoria histórica. Valiente en unos tiempos en los que interesa más un documental sobre Tangana. Tiempos, los nuestros, superficiales, y, aunque no lo parezca, muy oscuros. </p><p><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-75985677936299624682023-12-09T01:22:00.004+01:002023-12-09T01:35:55.877+01:00ANATOMÍA DE UNA CAÍDA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://zumzeigcine.coop/site/assets/files/8270/anatomia-de-una-caida-triet-5.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="467" data-original-width="800" height="277" src="https://zumzeigcine.coop/site/assets/files/8270/anatomia-de-una-caida-triet-5.jpg" width="474" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: center;">Recordar es elegir. </p><p>Un niño de once años encuentra a su padre muerto con un golpe en la cabeza. ¿Suicidio o asesinato cometido por su madre? Las pruebas son circunstanciales, pero el juicio, finalmente, se celebra. Y él será el testigo de cargo. </p><p>Es evidente que el título es un homenaje, nada velado, a <i>Anatomía de un asesinato</i> de Preminger. Las historias son muy diferentes. Las similitudes, si acaso, las encontramos en el juicio o en la ambigüedad de la acusada/o o, incluso, en las complejas relaciones de pareja.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/0m-OjI8M4-k" width="320" youtube-src-id="0m-OjI8M4-k"></iframe></div><p>Sin embargo, frente al juego de espejos entre la verdad y la mentira y un sentido del humor muy elegante del que disfrutamos en el clásico de Preminger, en la película que consiguió la Palma de Oro de Cannes de este año, <i>Anatomía de una caída,</i> se impone una mayor carga de profundidad psicológica. </p><p>Si no contamos con dos secundarios muy bien desarrollados en el guión (el personaje del abogado -enamorado de la protagonista- o el del fiscal -que consigue con escasas pruebas, mantener la atención en un juicio que cualquiera hubiera descartado llevar tan lejos-), tenemos, como material principal, las profundas heridas de tres personajes. La del hombre, atormentado por su impotencia creativa, obsesionado por la culpa tras el accidente que sufrió su hijo; la de la mujer, controladora en una relación de pareja que se derrumba y que, además, se siente aislada en un entorno hostil -habla inglés en un contexto francófono-; la del niño, que ha madurado a la fuerza y que -tal vez lo más importante-, necesita saber la verdad; una verdad que entre los recovecos de su memoria -ha perdido la vista, por culpa del accidente antes mencionado-, llega troceada e incompleta. </p><p>Casi al final de la cinta una mujer joven que se encarga -por orden de la jueza- de evitar que la madre pueda influir en su declaración, le da un consejo: <i>"No debes inventar nada, sino elegir lo que quieres recordar". </i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ZxxtuWFftMg" width="320" youtube-src-id="ZxxtuWFftMg"></iframe></div><p>Quizá lo importante no es tanto si fue un suicidio -lo más probable- o un accidente tras una discusión marital. Es el cómo y las razones que llevaron a los personajes a esta situación lo que a Justine Triet le interesa contar. Y se hace con rigor y precisión, sin cargar las tintas, manteniendo la distancia justa. </p><p>Recordar es elegir. </p><p>Y esa elección es fundamental para poder seguir viviendo ante uno mismo y con los demás. </p><p><br /></p><p><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7434760050749898620.post-31465313512158954112023-11-26T00:51:00.015+01:002023-11-26T14:35:01.293+01:00LES MALAÏDES<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://www.salabeckett.cat/wp-content/uploads/2022/09/lesmaleides-1-baixa.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="533" height="444" src="https://www.salabeckett.cat/wp-content/uploads/2022/09/lesmaleides-1-baixa.jpg" width="296" /></a></div><p><i>Les malaïdes, Las malditas </i>de Baos es una obra muy bien trabada. Te lleva sin respiro, combinando comedia y momentos dramáticos; acompañamos en este recorrido a cuatro personajes que, aunque puedan partir de estereotipos que enseguida reconocemos, crecen con diálogos e intérpretes a gran altura. </p><p>Como suele ocurrir en obras que parten de un buen texto, la puesta en escena se simplifica lo más posible y los mismos actores interpretan algún papel secundario que permite un desarrollo más dinámico de la acción. </p><p>Este ritmo tan ágil te sorprende en el tramo final con una inmensa bofetada, inesperada y que nos conmueve. Lo que parecía una <i>road movie </i>surrealista con monjas y prostitutas que se apuntan al viaje o, sobre todo, el encuentro y la búsqueda de una hija y una madre, acaba transformándose en una tragedia que nos recuerda que la violencia contra las mujeres en el entorno familiar es más habitual de lo que pensamos. </p><p>La diferencia es que Baos ha sabido contarlo de otra manera. Nos ha atrapado y ha evitado sentimentalismos o planteamientos previsibles. La religión se convierte en el vehículo o, más bien, en el refugio para no recordar un dolor terrible. Y el humor, presente en toda la obra, a nosotros, cuando se apagan las luces, no nos hace olvidar esa herida abierta en canal. </p><p>El último tramo, la petición desesperada de la hija a un dios que no nos escucha, me recordó -aunque esta es mucho más reposada- a la escena de resurrección en <i>Ordet </i>de Dreyer. Tal vez una de las más conmovedoras de la historia del Cine. Un trasunto, en el fondo, de la historia mitológica de Alcestis o Eurídice. ¿Quién no querría poder devolver a la vida a las personas que amamos?</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/hr6Tx5YY8LQ" width="320" youtube-src-id="hr6Tx5YY8LQ"></iframe></div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/09156339826721871852noreply@blogger.com0