viernes, 11 de febrero de 2011

PAN Y JUSTICIA


La revolución ha sido posible.
Mubarak ha caído.
Lo mejor de las revoluciones como los orgasmos es que nos despierta unas emociones intensas; todo es posible en ese momento. El pueblo ha conseguido lo que muy pocas veces se consigue; hacer caer un régimen corrupto.
Luego vendrán las decepciones como en Portugal o como en España (aquí ni siquiera la hubo, por cierto)
Pero ahora hay que disfrutarla. Todos. Me alegro por los egipcios. Ojalá puedan conseguir lo que buscaban al principio de la revolución: pan y justicia.