jueves, 1 de julio de 2021

EL BOTÓN DE NÁCAR

 


Patricio Guzman es un gran documentalista. Sin duda su obra más conocida es La batalla de Chile.


Allende y su figura le marcaron profundamente. Mucho más los miles de desaparecidos durante la dictadura chilena. 

En El botón de nácar, dentro de su trilogía sobre Chile dirige su mirada al agua y, más concretamente, a la Patagonia. A sus mitos, a los olvidados, y también a los desaparecidos...


El agua tiene memoria...


Jemmy "Button", un indígena de la tierra del Fuego, a principios del XIX, engañado o atraído por un botón de nácar, acabó en Inglaterra. Recibió una educación; dejó de ser "un salvaje". Cuando volvió era un exiliado. No pertenecía ni a los unos ni a los otros. Después, llegó el genocidio de todo un pueblo.

Durante la dictadura de Pinochet, en los años setenta del siglo pasado, mataron a miles de personas. A algunas las lanzaron, vivas o no, al mar. Les colocaban rieles de ferrocarril sobre el pecho, atados con bolsas de patatas y plásticos. En uno de los rieles recuperados cuatro décadas más tarde, un botón de una camisa había quedado incrustado entre los restos. La única huella de ese desaparecido. 

Son muchos los temas que deja abiertos Patricio Guzmán: la Historia no oficial, el cosmos, los "desaparecidos". Tal vez hubiera necesitado de más metraje para desarrollarlos. 




Pero nos emociona. 

 "Hace poco se descubrió un cuásar lleno de vapor de agua... ¿Cuántas almas errantes podrían encontrar refugio en este inmenso oceáno que deriva en el vacío?"