lunes, 30 de enero de 2012

VIAJE A NUEVA YORK CAPÍTULO VII


4 de enero de 2012

48 horas y estaré de vuelta.

http://www.jamesandkarlamurray.com/

De noche en la sala de espera del Bowery House.
Descubrimiento de dos fotógrafos de NY muy interesados en lo viejo, en lo que cambia y desaparece en esta ciudad en continuo movimiento.

Esa mañana cuando me desperté recordé que había soñado con papá. Sueño que está vivo; me alegro, pero sé durante el sueño que él no lo está. Cuando quiero hablar con él se vuelve a matar; se suicida tirándose por un balcón, volando. Le veo morir y luego nos preguntamos los que estamos allí porqué lo hizo. Como con mi abuela he soñado que mi padre volvía a estar vivo.




Empire State. Vale la pena la visita. Vistas excelentes. Y frío.





Fotos de edificios.

Mi pasión por la arquitectura, sea clásica o moderna.









MOMA. Inmenso. Siglos XIX y XX. Muy variado y completo.
Exposición en la última planta de De Koonig. Descubrimiento. Bellocq:  foto extraña, reflejo del paso del tiempo.


ONU. Sala de la Asamblea general. La guía nos hace el discurso vacío de la taza de arroz. Tenemos que dar pasta para proporcionar una taza de arroz a muchos hambrientos. Me acuerdo de esa historia oriental... le damos el arroz o el lugar y los medios para conseguir ese arroz...

Además poco decide la ONU; nada cambiará, mientras quienes manden y controlen los recursos del tercer mundo sean las grandes multinacionales, pero de eso no habla la guía oficial. Me sorprende y me cautiva una estatua que sobrevivió en Hiroshima.

Su sencillez me desarma y me emociona mucho más que las fotografías de una exposición sobre el hambre en el mundo preparadas para justificar la existencia de este entramado llamado ONU.

Biblioteca pública. Excelente. Tienen en su interior aportaciones importantes en una exposición que celebra su centenario. Manuscritos originales de Virginia Wolf, Borges; un osito de peluche de los años 20, la constitución firmada por los padres de la patria...



Como donde hace cuatro años estuvimos África, José y yo, en la pizzería. En la planta baja, podemos ver por un cristal el metro y a la gente esperando, subiéndose, bajándose de los vagones. No ha cambiado mucho el sitio.






Continuidad. Me despido de Patricia con un Bye.




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