1 de enero de 2012
Calles vacías. Momento “Desayuno con diamantes” con una
bolsa de papel, comiendo un bollo delante del escaparate no de Tiffanys, sino de
una librería donde hay un tomo sobre el cincuenta aniversario de la película.
High Line. Cómo transformar un lugar abandonado, antigua vía férrea, zona industrial, en un parque con hermosas vistas urbanas.
Edificios en ruinas, pero hay una tendencia a transformar un barrio degradado, el de Chelsea, y mejorarlo. Nuevas casas de diseño. Buena impresión.
Un gran anuncio nos dice que Dios está demasiado ocupado para encontrar un aparcamiento... En Nueva York, sin duda.
Edificios tradicionales, bien conservados y restaurados.
Zona de Columbus. Sin personalidad. Muy frío y aséptico el
centro comercial.
Paseo por Central Park. Casi como la quinta avenida ahora mismo: mucho turista. El tiempo ayuda.
Vuelvo a encontrar al grupo de teatro callejero en Central Park, en el Mall. Divierten y despiertan el interés de su público. Un vagabundo observa distanciado el ajetreo a su alrededor. Me pregunto si dormirá esta noche en el parque bajo el puente.
Recuerdos de Atenas; desde una roca no veo la Acrópolis o el Ágora antigua sino el sur de Central Park y una pista de patinaje.
Homenaje a Lennon donde le mataron. Turistas haciéndose fotografías.
Más cerca de Times Square. Muchísima gente.
Recuerdos con José y África. Estación de autobuses.
Vuelta. Cansancio. Empieza a llover un poco. Más frío y
humedad. Un poco de viento. Empeora el tiempo, pero no mucho. Esperaba
más frío.
Muy guapas y amables las recepcionistas, las dos, una rubia
y la morena, Patricia.
Soñemos...
Soñemos...
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