jueves, 26 de enero de 2012

VIAJE A NUEVA YORK CAPÍTULO IV


1 de enero de 2012

Calles vacías. Momento “Desayuno con diamantes” con una bolsa de papel, comiendo un bollo delante del escaparate no de Tiffanys, sino de una librería donde hay un tomo sobre el cincuenta aniversario de la película.


La quinta avenida al sur sin tráfico.












High Line. Cómo transformar un lugar abandonado, antigua vía férrea, zona industrial, en un parque con hermosas vistas urbanas.



Edificios en ruinas, pero hay una tendencia a transformar un barrio degradado, el de Chelsea, y mejorarlo. Nuevas casas de diseño. Buena impresión.
Un gran anuncio nos dice que Dios está demasiado ocupado para encontrar un aparcamiento... En Nueva York, sin duda.





Paseo por el Upper West Side. Una zona residencial con hoteles de lujo mirando a Central Park.


Edificios tradicionales, bien conservados y restaurados.


Zona de Lincoln. Moderna y práctica. Filmoteca y teatro. Cines.


Zona de Columbus. Sin personalidad. Muy frío y aséptico el centro comercial.



Paseo por Central Park. Casi como la quinta avenida ahora mismo: mucho turista. El tiempo ayuda.
Vuelvo a encontrar al grupo de teatro callejero en Central Park, en el Mall. Divierten y despiertan el interés de su público. Un vagabundo observa distanciado el ajetreo a su alrededor. Me pregunto si dormirá esta noche en el parque bajo el puente.
Recuerdos de Atenas; desde una roca no veo la Acrópolis o el Ágora antigua sino el sur de Central Park y una pista de patinaje.
Homenaje a Lennon donde le mataron. Turistas haciéndose fotografías.
Más cerca de Times Square. Muchísima gente.
Recuerdos con José y África. Estación de autobuses.
Vuelta. Cansancio. Empieza a llover un poco. Más frío y humedad. Un poco de viento. Empeora el tiempo, pero no mucho. Esperaba más frío.
Muy guapas y amables las recepcionistas, las dos, una rubia y la morena, Patricia.
Soñemos...



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