ENERO Y EL CINE
Enero es el mes de Jano, el dios de las dos caras.
Con una, mira al año que termina; con la otra, contempla el
año que está empezando.
No es casualidad, por tanto, que en las películas que se
desarrollan durante el mes de enero o que tengan el mes de enero como punto de
partida o en sus escenas más importantes, encontremos dos elementos:
- El año nuevo y, por tanto, también el fin del año pasado.
- El frío y, muchas veces, la nieve.
Están los que desean para el nuevo año lo que no han tenido en el pasado. Así empieza “El diario de
Bridget Jones”.
O los que consiguen
al final del metraje un amor el día o la noche de año nuevo: “Cuando Harry encontró a Sally”.
Han estrenado este 21 de diciembre una película sobre este
tema: “New Year´s eve”.
También los que rompen con el pasado, mandan a freír espárragos
a un tipo que no les conviene y deciden comenzar de manera diferente jugando a
las cartas con otro mucho mejor: “El
apartamento” de Billy Wilder e I. A. L. Diamond. Ese “¡cállate y juega! -shut up and deal-” final es tan fantástico como el "Nadie es perfecto".
doblada al castellano
O el Manhattan de
Woody Allen en un frío día de enero con la música de Georges Gershwin…
También encontramos películas vinculadas a acontecimientos
que sucedieron en el mes de enero.
Siete días de enero
de Juan Antonio Bardem que narra la matanza de los abogados laboralistas de
Atocha o películas cubanas que recuerdan que el 1 de enero de 1959 Cuba entró
en una nueva etapa de su historia.
Entre ellas la mejor es una película que gira alrededor de
un día aciago para Irlanda, el 30 de enero de 1972, el famoso Bloody Sunday.
Una matanza de ciudadanos civiles por parte del ejército
británico que condenó a la población a treinta años de terrorismo y guerra
abierta entre el IRA y las fuerzas policiales británicas.
La película de Paul Greengrass es extraordinaria, casi como
un documental; tiene una gran fuerza visual y explica con gran claridad qué se
hizo, porqué y cómo.
El comienzo en castellano
Para terminar, no puedo evitar mencionar una película que, aunque
se desarrolla durante un día de Navidad, va mucho más allá. Es la última
película de John Huston, basada en un magnífico relato corto de otro irlandés, James Joyce, Los dublineses. Todo
parece normal, una fiesta convencional a la que los protagonistas tienen que ir
por razones familiares, pero al final, cuando los dos se marchan, ella escucha
una canción y se descubre algo que hay más allá, en el pasado, entre la nieve…
Es uno de los finales más hermosos de uno de los más grandes del cine.
en el idioma de Joyce y Huston el monólogo final
El comienzo y el final. La vida y la muerte.
Todo lo que hemos sido, lo
que somos y lo que seremos.
¡Feliz año nuevo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario