sábado, 16 de diciembre de 2023

CALETA PALACE Y NOMINADOS A PREMIOS GOYA MEJOR DOCUMENTAL

 

Caleta Palace está nominado a la categoría de mejor documental en los próximos premios Goya. 

Antes de exponer mi opinión sobre ella, daré un repaso a los otros candidatos. No los he podido ver, aunque admito que los temas que tocan -en algunos casos-, me parecen, al menos, interesantes. 

De Iberia, naturaleza infinita, tengo la sensación de que encaja con el típico documental de la 2 a las cinco de la tarde. Seguramente los medios técnicos serán extraordinarios y nos mostrará con todo lujo de detalles la fauna y flora de un ecosistema y todos los peligros a los que está expuesto. Además, servirá para que sintamos, cuando terminemos de verla, la necesidad de proteger la Naturaleza. Luego, olvidaremos esas buenas intenciones, pero, al menos, habremos disfrutado de bellas imágenes.

De Tangana y su Esta ambición desmedida, el favorito en teoría -porque el músico es conocido-, imagino que gustará a los fans de esta estrella mediática. Como no me despierta ningún interés, no puedo decir mucho más. No parece que las críticas le hayan situado a la altura de las películas de los Beatles, ni que rompa moldes, aunque su factura será, estoy seguro, impecable. Dinero tenía a espuertas, así que más le valía...

Me atraen más las otras dos. Aquí y ahora tiene como protagonista a una actriz a la que le acaban de diagnosticar Alzheimer; va a perder su memoria y lo sabe. Y antes de que eso ocurra, se pone delante de una cámara. Solo ese gesto, tan valiente y honrado, me pone de su lado. Y de nuevo, la memoria, tema que me obsesiona... Ignoro si luego los resultados serán tan atractivos como este punto de partida. 

En Contigo, contigo y sin mí la protagonista-directora hace un recorrido por las cuatro relaciones de pareja que ha tenido a lo largo de su vida. La propuesta me parece muy similar a ¿Qué hicimos mal?

La idea es atractiva y también arriesgada, hecho con vídeos personales y escasos medios. La de Tangana es una superproducción; esta es una apuesta personal. No hace falta decir que estoy de su lado, aunque no tenga demasiadas opciones. De humor, por lo menos, no carece...

Y está finalmente Caleta Palace, la única que he visto. El tema de la memoria histórica me interesa mucho -en mi documental aparecía; en el proyecto que tengo en mente también-; así que ya, desde el principio, me tiene ganado. 

Tratar una anécdota de la guerra civil -en apariencia- como fue el periodo entre el golpe de Estado de Franco y la toma de Málaga, desde la mirada objetiva de unos ingleses que lo vivieron in situ es un punto de vista interesante, diferente y se agradece. Puede que esa memoria a algunos les desagrade, pero es indispensable. Hay quien le interesa seguir ocultándola. Y pone trabas. Noventa años después. Por algo será...

Una producción de cinco años. Paciencia y llamar a muchas puertas. Todo eso lo vemos en Caleta Palace. 

Estéticamente encaja con lo que esperamos de un documental histórico, serio y profesional. El director ha decidido que sean actores -como si estuvieran siendo entrevistados- quienes interpreten los testimonios de los intelectuales y periodistas que vivieron esos acontecimientos. Funciona: son creíbles y se hace ameno. No me parece arriesgado -mi apuesta estética sería muy diferente-, pero tiene un valor didáctico muy digno y admirable, combinando esas declaraciones con imágenes de archivo o escenas rodadas en las calles y barrios donde se desarrollaron los hechos. 

En la parte ideológica no dudo de su actitud crítica, pero tal vez se dedica demasiado a la parte de los revolucionarios y sus tropelías. Es evidente que esta fue la mirada que los "tranquilos" ingleses tuvieron de estas barrabasadas, pero, como al final, no vemos por completo -solo se esboza, se insinúan con algunos detalles- la represión de los franquistas, nos queda una sensación de falta de equilibrio. Es ese discurso de: "la guerra es terrible; todos son culpables". Sí y no. La Transición impuso ese discurso falseado. Los revolucionarios hicieron cosas terribles, pero solo durante un periodo muy limitado. Los republicanos moderados no supieron controlarlos y después, huyeron a la menor dificultad, cierto, pero los hubo que intentaron organizar una resistencia digna, ante la falta de medios -que en el documental se refleja, cuando dos periodistas visitan el frente-. Y los revolucionarios no solo cometieron asesinatos; como bien explica el documental, también hubo ilusión y esperanza. Me hubiera gustado que también se hubieran contado esas acciones -inútiles, ilusorias, desorganizadas, pero también liberadoras y constructivas- y que se les hubiera dedicado más tiempo. El anarquismo fue mucho más que "paseos". Habría que evitar una visión estereotipada de un movimiento político muy complejo. 

Además, los franquistas tuvieron cuarenta años y las hicieron mucho mayores. Y si bien es cierto que aparecen los bombardeos, echo de menos ver no solo las ejecuciones tras la entrada de las tropas italianas -aparecen en dos imágenes, un comentario y poco más-, sino la masacre sobre la población civil que huía por la carretera a Almería, la Desbandá. Esta solo se insinúa, pero no se cuenta. 

Es cierto que todo eso necesitaría otra película. Y otros cinco años de trabajo. Tal vez, cuando se haga -y ojalá se haga, porque me parece muy necesario- tengamos una visión más equilibrada. Pero, insisto, lo echo de menos.

Aún así, me parece una interesante aportación a la memoria histórica. Valiente en unos tiempos en los que interesa más un documental sobre Tangana. Tiempos, los nuestros, superficiales, y, aunque no lo parezca, muy oscuros. 


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