jueves, 26 de diciembre de 2024

VIAJE A GRECIA (II): DIA DE TRANSICION

'... Todo es uno: la lengua griega... y esta luz, este mar y estas rocas de donde fueron desprendiendose sus primeras palabras... sonido de guijarros, consonantes que chocan entre sí, sustantivos mojados por las olas, raíces semánticas, raíces de frigana, huesos, caparazones, el sol que reverbera sobre el mar, nombres que imitan un rumor eterno, verbos que nacieron de un gesto, preposiciones que son una seña, sílabas que son cuernos que embisten, letras que insinúan el flujo del aire y del agua, palabras que han salido del mar como la vida...' 

Pedro Olalla, Palabras del Egeo. 


Cinco de la mañana. El nocturno se llena de currantes. El día de Navidad pasó y hay que volver al trabajo. Se suben como yo en Vallecas y se bajan en Atocha: guardas de seguridad, taquilleros, mozos de carga, limpiadoras, vendedoras... 

Los que subimos al AVE dormimos la mayor parte del trayecto. A la altura de Zaragoza dos jóvenes universitarias hablan de sus experiencias como estudiantes, antes de tomar el avión que les llevará a Londres. Me entretengo escuchando cómo una de ellas le cuenta el juego de miradas que mantiene con un chico en una biblioteca. La seducción no ha perdido su encanto rodeado de libros en los tiempos de Tik Tok.

El viaje en avión se hace largo. Son tres horas y ni siquiera la lectura de Safo o de Olalla logra hacerla más amena. Las piernas, agarrotadas; el cuerpo, agotado. 

Turistas y turcos, jóvenes y parejas. Un par de turbulencias. 

Llega el momento del aterrizaje. Una niña pequeña, de unos cuatro años, que ha caminado por el pasillo durante el viaje, obligada de repente a estar sentada con el cinturón puesto, se pone a llorar.

¡No llores, niña, que ya llegamos!

Desde la ventanilla la costa se recorta como los rizos de tu cabello o los pasillos de un laberinto; surgen acantilados y montes, se alzan de golpe; vislumbro poblaciones pequeñas arracimadas al abrigo de un bosque. 

Y la luz, sí, reconozco esta luz...  Aunque la lengua sea otra... 

Son las siete de la tarde. El metro de Esmirna se llena de currantes que vuelven a casa.

Nuestras vidas son círculos y símiles, metáforas y onomatopeyas, tópicos y arquetipos. 

Hoy es mañana y ayer. 


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