...diciembre...
Hay momentos en tu vida que notas que has madurado. Que tu padre esté a punto de morirse ayuda, sin duda, a tomar conciencia. Los recuerdos, también, ayudan.
Hace un año cuando me despedí de mis compañeros del Machado en Navidades (recuerdo que Ainhoa nos llevó en su coche y me dejó en Colón porque tenía que coger un autobús para Gandía) al bajar del coche y despedirme, sentí tristeza, nostalgia. Les eché de menos en ese preciso instante.
Un año después les echo de menos. No estaré allí; tampoco estaré aquí en este instituto en el que ahora trabajo. No estaré ni aquí ni allí.
Estos tres meses no han sido malos: alumnos majos, aunque vagos. Buenos compañeros, en general. Buen ambiente. Pero no ha sido igual que en el Machado. No he tenido esa sensación de calidez que tuve con Marta, mi jefa de departamento, -fue la mejor jefa para un novato como yo- ni esas visitas al bar búlgaro, ni, sobre todo, con Ainhoa... Ella no está.
Hay que cerrar puertas. Las puertas se cierran porque se quieren abrir otras. Pero cerrar algunas puertas, es duro. Hay que hacerlo...
Recuerdo una noche; me desperté de una pesadilla. Sentía que me ahogaba; tuve miedo de morir: creo que eso debe ser la angustia... Me levanté y fui a la cocina para tranquilizarme. Mi padre se levantó y me preguntó qué me pasaba. Le dije que no podía dormir. Creo que para calmarme intentó contarme algo que nunca le había dicho a nadie: me contó que estuvo a punto de no casarse con mi madre. Pero que mi abuela, días antes de la boda, le convenció para que no se fuera con la "otra". Curioso, me estaba diciendo que tal vez yo nunca hubiera nacido, y que nunca hubiera sentido el miedo a la muerte...
El año se acaba y el trimestre también. A seis meses hay unas oposiciones, una plaza. Nada más.
Llueve y seguirá lloviendo. Luego saldrá el sol. Todo pasa; nada permanece.
martes, 22 de diciembre de 2009
sábado, 19 de diciembre de 2009
SOY UN PROFESOR DE SECUNDARIA (X): PIEDRAS NEGRAS Y PIEDRAS BLANCAS
...diciembre...
Ayer fue ingresado mi padre en la UCI. Tienen que hacerle algunas pruebas; entró con los pulmones encharcados, con anemia y problemas en el aparato urinario.
¡Vaya final de año!
Los romanos solían echar una piedra en una cajita cada día del año: si el día había sido bueno, una piedra blanca; si había sido malo, una piedra negra. Este año, sobre todo al final, ha habido más piedras negras que blancas. Esperemos que el próximo cambien las tornas...
Los problemas personales nos afectan tanto a nosotros como a los alumnos. Habitualmente también lo utilizan como excusa: soy mal alumno, pero porque tengo problemas. Por eso cuando encuentras a alumnas que no lo utilizan como excusa, las aplaudes y las admiras mucho más.
Una alumna con problemas familiares; sabe que durante un mes no ha podido estudiar. Ha suspendido, pero no se excusa. Ha sido tan discreta que aunque casi todos lo hemos notado, no hemos sabido el porqué de su bajón hasta la junta de evaluación. Está dispuesta a superarse y a superar su situación.
Además se implica, se interesa por lo que estudia.
Otra alumna... dudaba en ponerle un 9. No suelo ponerlos en el primer trimestre. Pienso que el 9 hay que ganárselo. Ha tenido problemas personales con parte de su clase, que no la ha tratado bien aunque había asumido el papel de delegada de manera voluntaria, pero aún así ha puesto de su parte, se ha esforzado, ha afrontado esos problemas. Tiene talento en latín; puede dar más de sí y lo sabe. Se merecía el 9; se alegró cuando se lo dije: "ya sabes lo que tienes que hacer" le he dicho.
"Sí, -me ha contestado- seguir mejorando".
A veces te sorprenden este tipo de alumnas; son maduras, más incluso que nosotros mismos.
Hay esperanza, todavía hay esperanza...
Ayer fue ingresado mi padre en la UCI. Tienen que hacerle algunas pruebas; entró con los pulmones encharcados, con anemia y problemas en el aparato urinario.
¡Vaya final de año!
Los romanos solían echar una piedra en una cajita cada día del año: si el día había sido bueno, una piedra blanca; si había sido malo, una piedra negra. Este año, sobre todo al final, ha habido más piedras negras que blancas. Esperemos que el próximo cambien las tornas...
Los problemas personales nos afectan tanto a nosotros como a los alumnos. Habitualmente también lo utilizan como excusa: soy mal alumno, pero porque tengo problemas. Por eso cuando encuentras a alumnas que no lo utilizan como excusa, las aplaudes y las admiras mucho más.
Una alumna con problemas familiares; sabe que durante un mes no ha podido estudiar. Ha suspendido, pero no se excusa. Ha sido tan discreta que aunque casi todos lo hemos notado, no hemos sabido el porqué de su bajón hasta la junta de evaluación. Está dispuesta a superarse y a superar su situación.
Además se implica, se interesa por lo que estudia.
Otra alumna... dudaba en ponerle un 9. No suelo ponerlos en el primer trimestre. Pienso que el 9 hay que ganárselo. Ha tenido problemas personales con parte de su clase, que no la ha tratado bien aunque había asumido el papel de delegada de manera voluntaria, pero aún así ha puesto de su parte, se ha esforzado, ha afrontado esos problemas. Tiene talento en latín; puede dar más de sí y lo sabe. Se merecía el 9; se alegró cuando se lo dije: "ya sabes lo que tienes que hacer" le he dicho.
"Sí, -me ha contestado- seguir mejorando".
A veces te sorprenden este tipo de alumnas; son maduras, más incluso que nosotros mismos.
Hay esperanza, todavía hay esperanza...
lunes, 14 de diciembre de 2009
SOY PROFESOR DE SECUNDARIA (IX)
...diciembre...
Hoy ha nevado. El invierno ha llegado. Esto se acaba.
Tanto ellos como nosotros tenemos ganas de que esto acabe.
Estamos con las notas.
Para arreglar un olvido en secretaría y en dirección he estado toda la mañana de aquí para allá. Entre unos y otros la casa sin barrer. Mucha desorganización en este instituto...
Juntas de evaluación por las tardes.
¿Las juntas de evaluación sirven para algo?
Es una buena pregunta. Mucho más cuando te dicen: "deberíais alzar la mano..."
Quieren buenos resultados, buenas medias, pero me pregunto si quieren en la escuela pública buenos alumnos... Creo que no. Y el problema viene de lejos, de primaria...
Un padre me comenta que todo el sistema ha fracasado con su hija. Todos somos culpables: la dirección, orientación, los profesores, los tutores.
Tiene razón. Ella no quiere estudiar y nosotros no podemos darle más salida que encerrarla en estos muros. Algo falla. De las víctimas no se habla; no salen en las cifras. Nunca quedan bien para la galería...
¿Qué le puedes decir a un padre que te dice: "no hay solución para mi hija"?. Nada.
Tiene razón. No hay solución. Cuando un padre toma conciencia de eso, es ya demasiado tarde. Me pregunto si podemos hacer algo. Podemos intentarlo..., por supuesto. Aquí estamos, al menos, para eso... No sólo cobramos la nómina como me dijo un padre. Al menos, mientras nos quede la mínima ilusión de enseñar...
Hoy ha nevado. El invierno ha llegado. Esto se acaba.
Tanto ellos como nosotros tenemos ganas de que esto acabe.
Estamos con las notas.
Para arreglar un olvido en secretaría y en dirección he estado toda la mañana de aquí para allá. Entre unos y otros la casa sin barrer. Mucha desorganización en este instituto...
Juntas de evaluación por las tardes.
¿Las juntas de evaluación sirven para algo?
Es una buena pregunta. Mucho más cuando te dicen: "deberíais alzar la mano..."
Quieren buenos resultados, buenas medias, pero me pregunto si quieren en la escuela pública buenos alumnos... Creo que no. Y el problema viene de lejos, de primaria...
Un padre me comenta que todo el sistema ha fracasado con su hija. Todos somos culpables: la dirección, orientación, los profesores, los tutores.
Tiene razón. Ella no quiere estudiar y nosotros no podemos darle más salida que encerrarla en estos muros. Algo falla. De las víctimas no se habla; no salen en las cifras. Nunca quedan bien para la galería...
¿Qué le puedes decir a un padre que te dice: "no hay solución para mi hija"?. Nada.
Tiene razón. No hay solución. Cuando un padre toma conciencia de eso, es ya demasiado tarde. Me pregunto si podemos hacer algo. Podemos intentarlo..., por supuesto. Aquí estamos, al menos, para eso... No sólo cobramos la nómina como me dijo un padre. Al menos, mientras nos quede la mínima ilusión de enseñar...
UN RUISEÑOR
sábado, 12 de diciembre de 2009
jueves, 10 de diciembre de 2009
SOY PROFESOR DE SECUNDARIA (VIII)
...diciembre...
Salgo de clase. Me encuentro a una profesora; acaba de salir de la clase más díficil del instituto (siempre hay una en todos los institutos)..."empiezas a dar la clase, todo va bien y de repente para joder los tres o cuatro de siempre te revientan la clase... A mí no me pagan para esto. No me dan un sobresueldo". Me callo; creo que nos pagan también para esto; y no creo que a Esperanza Aguirre le parezca buena idea lo del extra...
En los exámenes notas el interés del alumno. No es interés generoso; es el interés por aprobar. Muy prácticos.
Los problemas de algunos alumnos reflejan la vida fuera de las aulas. Una chica sufre malos tratos; a otra su madre la ha echado de casa; otro tiene una enfermedad grave... El instituto, las notas no pueden reflejar eso. La vida escapa de los muros... Y afecta a lo que pasa dentro...
Salgo de clase. Me encuentro a una profesora; acaba de salir de la clase más díficil del instituto (siempre hay una en todos los institutos)..."empiezas a dar la clase, todo va bien y de repente para joder los tres o cuatro de siempre te revientan la clase... A mí no me pagan para esto. No me dan un sobresueldo". Me callo; creo que nos pagan también para esto; y no creo que a Esperanza Aguirre le parezca buena idea lo del extra...
En los exámenes notas el interés del alumno. No es interés generoso; es el interés por aprobar. Muy prácticos.
Los problemas de algunos alumnos reflejan la vida fuera de las aulas. Una chica sufre malos tratos; a otra su madre la ha echado de casa; otro tiene una enfermedad grave... El instituto, las notas no pueden reflejar eso. La vida escapa de los muros... Y afecta a lo que pasa dentro...
viernes, 4 de diciembre de 2009
PROFESOR DE SECUNDARIA (VII)
...de diciembre...
Ha sido una semana muy movida, como corresponde a la época.
Entre exámenes, cursos que se terminan, alguna cena de Navidad adelantada, el tiempo que nos queda es escaso.
Y además hoy empieza el puente.
He tenido varios encuentros con padres. En general son colaboradores, comprensivos.
Siempre les acabo diciendo lo mismo: sus hijos deben estudiar más, van a lo justo y lo mínimo, están desganados...
Los padres lo entienden y todos intentaremos que mejoren. Creo que en muchos casos no van a cambiar; pero, al menos, no podremos decir que no les avisamos...
Noto ya el cansancio de ellos y el mío. Sólo que la próxima semana haya puesto los últimos exámenes impide que ya estén salidos de madre. Eso les contiene. Son como fieras a punto de saltar.
Y les entiendo. Yo también tengo ganas de que lleguen las vacaciones.
En la última clase de hoy, viernes, les he puesto a los de primero de ESO un ejercicio de debate; el de la balsa: ¿a quién salvarías de entre catorce personas?
Ha sido interesante verles debatir. También ha sido muy agotador y mi voz se ha acabado resintiendo. A sexta hora, un viernes tienen una fuerza que a mí ya me falta.
Les envidio...
Lo de ir a la cafetería para preparar los exámenes y saltarse las clases parece una moda muy extendida en este instituto. Parece que la dirección mira a otro lado y poco se puede hacer. Eso de mirar a otro lado parece muy habitual por aquí...
Otras cosas que he escuchado: que ponen los horarios mejores a los más cercanos a la dirección, desollar a algún compañero -tal vez con razón- no es novedad. Pasa en todos los institutos.
Las amenazas funcionan bien con los chicos. Es curioso; cuando hablan de nueva metodología para atrapar a los alumnos, tal vez se refieran también a esto. Los viejos sistemas a veces también enganchan...
Bueno, las Navidades están cerca. Intentaré disfrutar del puente: descansando o estudiando un poco.
Ha sido una semana muy movida, como corresponde a la época.
Entre exámenes, cursos que se terminan, alguna cena de Navidad adelantada, el tiempo que nos queda es escaso.
Y además hoy empieza el puente.
He tenido varios encuentros con padres. En general son colaboradores, comprensivos.
Siempre les acabo diciendo lo mismo: sus hijos deben estudiar más, van a lo justo y lo mínimo, están desganados...
Los padres lo entienden y todos intentaremos que mejoren. Creo que en muchos casos no van a cambiar; pero, al menos, no podremos decir que no les avisamos...
Noto ya el cansancio de ellos y el mío. Sólo que la próxima semana haya puesto los últimos exámenes impide que ya estén salidos de madre. Eso les contiene. Son como fieras a punto de saltar.
Y les entiendo. Yo también tengo ganas de que lleguen las vacaciones.
En la última clase de hoy, viernes, les he puesto a los de primero de ESO un ejercicio de debate; el de la balsa: ¿a quién salvarías de entre catorce personas?
Ha sido interesante verles debatir. También ha sido muy agotador y mi voz se ha acabado resintiendo. A sexta hora, un viernes tienen una fuerza que a mí ya me falta.
Les envidio...
Lo de ir a la cafetería para preparar los exámenes y saltarse las clases parece una moda muy extendida en este instituto. Parece que la dirección mira a otro lado y poco se puede hacer. Eso de mirar a otro lado parece muy habitual por aquí...
Otras cosas que he escuchado: que ponen los horarios mejores a los más cercanos a la dirección, desollar a algún compañero -tal vez con razón- no es novedad. Pasa en todos los institutos.
Las amenazas funcionan bien con los chicos. Es curioso; cuando hablan de nueva metodología para atrapar a los alumnos, tal vez se refieran también a esto. Los viejos sistemas a veces también enganchan...
Bueno, las Navidades están cerca. Intentaré disfrutar del puente: descansando o estudiando un poco.
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