...diciembre...
Salgo de clase. Me encuentro a una profesora; acaba de salir de la clase más díficil del instituto (siempre hay una en todos los institutos)..."empiezas a dar la clase, todo va bien y de repente para joder los tres o cuatro de siempre te revientan la clase... A mí no me pagan para esto. No me dan un sobresueldo". Me callo; creo que nos pagan también para esto; y no creo que a Esperanza Aguirre le parezca buena idea lo del extra...
En los exámenes notas el interés del alumno. No es interés generoso; es el interés por aprobar. Muy prácticos.
Los problemas de algunos alumnos reflejan la vida fuera de las aulas. Una chica sufre malos tratos; a otra su madre la ha echado de casa; otro tiene una enfermedad grave... El instituto, las notas no pueden reflejar eso. La vida escapa de los muros... Y afecta a lo que pasa dentro...
Querido Santiago, la vida no es de color de rosa, por lo menos a este lado de la estación de Atocha. Hay compañeros del instituto que todavía no se han dado cuenta de dónde estamos (una me comentaba que en uno del norte sí que daba gusto dar clase, el centro era bilingüe, todo el mundo hablaba en inglés y le faltó decir que a todos les brillaban mucho los dientes al sonreir). Por otro lado, y a pesar de todo, siempre hay un día en que los chicos te salvan la mañana...
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog y me gusta. Hay pasión por la enseñanza, ganas de transmitir cosas, sentido de responsabilidad...
ResponderEliminarCreo que coincido contigo en más de una cosa. Seguiré leyendo. Y gracias por compartir esas ideas.