domingo, 1 de abril de 2012

EL CINE Y LOS MESES DEL AÑO (IV): ABRIL

Abril.
Un mes lleno de ilusiones.
Las flores nos torturan; los chicos y las chicas se besan en los pasillos, en la calle, en los parques. El que no ama es que no quiere o no puede. La astenia primaveral. Un mes muy bonito, precioso.
El cine también se ha interesado por este mes. ¿Cómo no?
Hay un musical, Abril en París del año 1952 con Doris Day.
Uno no es un seguidor de esta señorita, la verdad, pero bueno, se puede ver. Un sábado o un domingo lluvioso que no puedas salir o un día que estés encerrado en casa porque tengas una gripe de caballo puedes verla y no perder tu dignidad.



Si la veis otro día, no contéis conmigo ni me dirijáis la palabra...

Abril de Nanni Moretti es otra cosa. No es que sea la mejor película de Moretti, pero tiene sus puntazos.
Utilizando como punto de partida unas elecciones en las que acabó ganando Berlusconi -estos italianos acabarán votándole otra vez, estoy seguro-, Moretti, como siempre, nos propone de manera caótica una serie de gags en los que se mezclan sus reflexiones políticas con situaciones absurdas de la vida cotidiana de un italiano de clase media, o sea, él mismo.
Te lo pasas bien; te diviertes. Estos italianos te hacen gracia; se parecen demasiado a nosotros...
Es Nanni Moretti con sus virtudes y sus defectos.



Nanni Moretti lo que quería era hacer un musical que se desarrollará en una pastelería trotskista.
Nos ofrece un avance en Abril.



Esperemos que lo haga algún día...
El 30 de abril de 1945 se suicidió Adolf Hitler. El hundimiento refleja con gran fidelidad sus últimos días.

 

Un coreano, Jim-Ho Hur , dirigió una película romántica en 2005. Se llama Nieve de abril. Es la historia de un encuentro fortuito en un hospital; los dos descubren que sus parejas les estaban engañando y deciden hacer lo mismo. Es recomendable; tuvo mucho éxito en Asia.



Ya que coincide este mes con la semana santa, no estaría de más mencionar una película de uno de los grandes del cine español: Luis Buñuel. Me viene a la memoria una parodia de la santa cena que sólo podía hacer Buñuel.



Versiones sobre la muerte de Jesús de Nazaret hay para hartarse. Yo eligo tres: La de Scorsese fue una interesante reflexión. Todos se centraron en unos pocos segundos más eróticos que pornográficos con María Magdalena sin ir mucho más allá. Una pena, porque la película lo merece. Es más profunda y más interesante de lo que nos vendieron. Poncio Pilatos y Jesús, parte 1.

 

 ¿Y qué decir de la versión de Mel Gibson. Todos sabemos que es un reaccionario, pero admitamos que es todo un valiente. Hizo una película en latín y arameo. Y tiene su gracia. Es dura y realista. A mí, al menos, me gusta. Poncio Pilatos y Jesús, parte 2

.
 Luego tenemos el musical Jesucristo Superstar. Judas Iscariote es importante...

 

 Y también María Magdalena.

 

 Pero la mejor versión es, sin duda, la de Monty Pytton. ¡Y nunca la echan en Semana Santa! Tanto Ben-Hur y tantas túnicas sagradas y siempre se olvidan de esta película. ¡Qué desperdicio! ¿Qué han hecho los romanos por nosotros?


 

Un soldado nos enseña latín...



Y para terminar veamos la vida de color de rosa... aunque estemos crucificados...

 

 ¿A que es mejor que Ben-Hur? Y mira que a uno le gusta la carrera de carros, pero ya harta, hombre... Pasemos a otros asuntos históricos...
 El 25 de abril de 1974 los portugueses dijeron "basta" a una dictadura de más de 50 años. El ejercito salió a la calle y apostó por la democracia. Hay muchos documentales sobre el tema y algunas películas. Aquí tenemos la de Maria de Medeiros, digna, aunque no llega a cuajar del todo.

 
 Detrás de la banda sonora está el grupo Madredeus.

 

Para terminar podemos escuchar una de esas canciones que para siempre están unidas a este mes.
Una canción de libertad.

                    

Esa que tanto necesitamos en estos momentos y de la que muchas veces y en muchos sitios del mundo carecemos... Os deseo un abril libre...
Hasta el próximo mes.

2 comentarios:

  1. Quizá una de las mejores películas sobre Jesucristo y las creencias personales sea Ordet de Dreyer... Te olvidaste de "la palabra"... je, je... Un abrazo, Santiago

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón, pero había que elegir.

    ResponderEliminar