VIERNES 6 DE NOVIEMBRE:
Ayer acompañé a los de mi tutoría a una actividad extraescolar: una visita por el Madrid de los Austrias.
Pasamos frío. Creo que he cogido un resfriado.
Les dejamos bastante libres; en general, son de fiar.
Se lo pasaron bien; en el fondo eso es lo que vale la pena.
¿Aprendieron algo? ¿Importa?
Hoy están insoportables. Es viernes; nos esperan tres días de vacaciones... a todos.
Cuanto más cerca está el viernes, más fuerza tienen ellos y más cansados estamos nosotros.
En el recreo E... me habla de un chico, un "maki", un preso en la jaula. Quince años; le falta uno para poder salir en libertad condicional. Sabotea las clases, se comporta como un salvaje, no permite que otros puedan aprender...
¿Tiene sentido mantenerlos encerrados a este tipo de chicos? ¿No es absurdo?
"Nos estamos convirtiendo en asistentes sociales, no en educadores. Esto cada vez más es un centro asistencial, no un centro educativo"
A los de 1 ESO les doy una obra de teatro -un versión de Cenicienta bastante paródica; tiene su gracia- para que lean. Siempre les divierte representar un papel.
En dirección no están. El móvil que utilizamos para llamar a los padres no funciona.
El viernes suelen pasar estas cosas por aquí..
Me voy a casa... Creo que tengo fiebre. No quiero saber nada de chicos, institutos en tres días.
Necesito el descanso...
Feto-Garci
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