sábado, 18 de julio de 2009

Descubrimientos

1. La primera vez. Por primera vez la niña vio la luna. Se tapó los ojos; a la niña le daba miedo la luna –brillante, redonda, perfecta. Un espacio nuevo. El mundo era ancho, inmenso, desconocido. Encontraba huecos, espacios vacíos a su alrededor. Había que llenarlos: el maullido de un gatito, el sonido lejano de una sirena, una estrella fugaz, el olor a madreselva... Estaban ahí; existían. Tenían nombres; quería pronunciarlos. Sentía la humedad; hacía un poco de frío. Le gustaba el frescor del rocío. Podía elegir. Podía cerrar los ojos y abrirlos. Descubría formas, antes ocultas. Llenaba su memoria de nuevos recuerdos. Los colores cambiaban; no le parecía extraño. Ya estaba preparada. Distinguió sus propias manos con una luz suave, limpia, perfecta. La niña vio amanecer por vez primera. 

   2 La última vez 2a. La amapola. Le costaba caminar. Estaba cansada. Acababa de hacer la comida. Su hija se estaba lavando el pelo. A los noventa años su corazón latía despacio; se sentó. Fijó su mirada en un punto: un calendario. El mes de mayo; amapolas en el campo. Cerró los ojos. Antes de que perdiera el conocimiento y escuchara como en un sueño la voz de su hija (“Mamá, ¿qué te pasa?”), vio por última vez el rostro (la sonrisa) de Víctor; era el día de su cumpleaños y Víctor le estaba regalando una amapola... 2.b La cima A cien metros de la cima no pudo más. El dolor de cabeza era insoportable. El frío le golpeaba en la cara. Empezó a moverse; no podía articular palabra. Había que bajar; la cima, cada vez más lejos. Pasaron horas hasta que llegó a la tienda. No podía respirar. Se echó y cerró los ojos. Antes de que perdiera el conocimiento y escuchara como en un sueño la voz de su compañero (“Aguanta, Iñaki, aguanta”), vio por última vez un blanco puro, un cielo azul... 

   3. La clase.Los esclavos han sido derrotados. Craso busca el cuerpo de Espartaco. No lo encuentra... El profesor de latín observa a sus alumnos. Algunos están atentos a la pantalla, los de siempre. Otros aprovechan la oscuridad y las sombras para ver si en el teléfono móvil tienen mensaje de su novia o de su novio. Alguno mira por la ventana entre los intersticios de la persiana... Craso dará una recompensa a quien le diga quién es Espartaco. Silencio. Los crucificará a todos si no lo hacen. Espartaco decide levantarse, pero un compañero se adelanta: "Yo soy Espartaco". Y otro. Y otro. Y otro. Un caballo blanco se aleja por el horizonte. El profesor se acerca a una de las ventanas. Distingue fuera las semillas de polen volando de aquí para allá, las amapolas rojas del parque de enfrente, una pareja de adolescentes que se besa en un banco destartalado, las aves que vuelven al norte desde el cálido sur. Espartaco está crucificado. Varinia huye con su hijo hacia la libertad. Mañana sus alumnos tendrán que presentarle un trabajo sobre la esclavitud en la Antigüedad. Al profesor de latín le gustaría tener alas para poder volar; suena el timbre. La clase ha terminado.

1 comentario:

  1. Me encantan las fotos de tu familia, que suerte que a tu abuelo le interesara la fotografia y pudiera comprarse una camara. Las unicas fotos "antiguas" que yo tengo de mi familia son 3 o 4 de cuando algun fotografo pasaba por el pueblo :)

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