Al otro lado del auricular, me hacen una pregunta sencilla.
- ¿Cuál es su nombre...?
Una funcionaria busca mi nombre en el ordenador.
- Sí, está concedida la excedencia... Desde el uno de septiembre...
Hoy, uno de septiembre, también es el cumpleaños de mi madre. Hubieran sido setenta años. No lo fueron...
Estoy en la terraza.
Ayer, de noche, a las dos de la mañana, observo a los pocos transeuntes que pasan por la calle: una mujer de mediana edad, un hombre maduro, dos chicos jóvenes. Todos regresan a su casa. Ningún coche.
Luego, silencio. La luna llena aplasta el cielo...
Han pasado las horas. Unas pocas horas de sueño. Ahora, desde la misma terraza, miro hacia el este. Amanece. El sol sale, como todos los días...
La felicito, aunque ella ya no pueda escucharme...
Paso la mañana en el instituto: los exámenes de septiembre, el encuentro con los compañeros, las vacaciones que ya pasaron, los centros a los que irán, los que se quedan allí, mi proyecto personal...
Todo me parece irreal: ni siquiera hay alumnos. La mayoría, no se ha presentado al examen.
El día se desliza, sin grandes tristezas ni alegrías.
Tengo la sensación de que en todo lo que hago o pienso, está ella. Cuando trabajo en el documental, al escribir las páginas de la novela, mientras respiro o al beber un vaso de agua. Está presente: una sombra o un acicate.
Llega la noche. Calle Mayor de Bardem. Reconozco en la protagonista los sueños e ilusiones de una mujer real. Los descubro por primera vez. La emoción continua, pero algo más ha enriquecido mi visión. Soy yo y también es ella...
Al día siguiente, buscando a Trajano en una biblioteca, encuentro a Modiano.
Para que no te pierdas en el barrio.
Lo que hemos perdido, lo que aún tenemos y conservamos.
Se me ocurre una idea: apuntes.
Duración: dos años.
Tema: pensamientos, sueños, reflexiones.
Y de vez en cuando, hacerlas reales: convertirlas en palabras, publicarlas en un blog, anotarlas en una hoja de papel...
Escribo el título: Apuntes.
Un número romano: I.
Y la primera frase: Una llamada de teléfono. Al otro lado del auricular, me hacen una pregunta sencilla...
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