sábado, 24 de marzo de 2012

LA VIDA CONTINÚA. Y ASÍ DEBE SER.


Hoy se ha cumplido el primer aniversario de la muerte de mi padre.
Mi hermano y yo decidimos hace un año esparcir sus cenizas en un lugar del Retiro, tranquilo, apartado. Un lugar donde hay agua, un lugar donde hay tierra...

Por la mañana fui allí y dejé un ramo de margaritas. Hacía buen tiempo; la primavera había llegado para quedarse. A su alrededor la vida fluía. Un padre y sus hijos llegaron en bicicleta y se quedaron a unos pasos. El padre arreglando la bicicleta de su hijo; el niño pequeño y la hija mayor jugando, curioseando por los alrededores. Un poco más lejos, sobre un puente, una chica, rumana por el acento, estaba siendo fotografiada. Reía mientras hacía su trabajo. Por la poca ropa que llevaba y los gestos sensuales que hacía a petición del fotógrafo era fácil saber dónde acabarán esas fotos: poblarán las paredes de los talleres mecánicos y los habitáculos de los camioneros. Servirán para los sueños húmedos de muchos hombres. Y todos estábamos allí por razones distintas, y estábamos vivos.
Esta tarde en una fiesta colectiva pude ver a padres que disfrutaban de sus hijos, que jugaban con ellos, que compartían con ellos momentos que construirán sus recuerdos; pude ver a gente bailando, cantando, comiendo. Pude ver a amigos haciendo planes para el futuro.
Sí, la vida continúa. Y así debe ser.

lunes, 19 de marzo de 2012

HACE 40 AÑOS: EL PADRINO

Dedicado a mi padre que murió hace un año por estas fechas.

Nuestras buenas intenciones se convierten en un arma de doble filo que utilizan otros para hacernos daño, protegiendo sus intereses, buscando su propia supervivencia. La ingenuidad ha de convertirse en hipocresía. Las culpas de nuestros padres, los pecados de nuestros padres serán la sombra que marcará el destino de sus hijos. Nadie puede cambiar su destino; estamos condenados a repetir los mismos errores. La rueda de un sistema viciado, en el que vivimos, sea el educativo, sea el capitalismo, nos obliga a tomar decisiones que no querríamos tomar o que tomamos para medrar o sobrevivir, obligados por las circunstancias. Somos por naturaleza egoístas y cobardes; es nuestra mentalidad.
Así es la vida. Todos los días, aunque queramos engañarnos o nos creamos mejores de lo que somos.
Este es el punto de partida de El padrino de F. F. Coppola.
Hace 40 años se estrenó. Su influencia en diferentes ámbitos de la cultura occidental queda fuera de toda duda. Pero poca gente menciona que bebe de muchas fuentes, algunas de ellas, clásicas.
No podía ser de otra manera, siendo una saga familiar.
En la mitología griega encontramos dos de esas sagas y elementos de éstas aparecen en El Padrino.
La saga de los Átridas. Condenados generación tras generación por el crimen de Tántalo que dio de comer a los dioses el cuerpo despedazado de su propio hijo. Cada generación sufrirá las consecuencias de ese crimen. Atreo y Tiestes, Agamenón y Egisto, Orestes y su hermana Electra. Finalmente Atenea perdonará el crimen de sangre que Orestes ha cometido contra su propia madre, Clitemnestra. El asesino Orestes es perdonado, porque la convivencia entre los hombres lo hace necesario.


En el Leneo vimos la trilogía de Esquilo que trata este mito. Y en el debate posterior que los integrantes del grupo de teatro abrieron entre los alumnos y profesores tras su interpretación, surgió una reflexión ambigua: ¿se puede perdonar a un asesino para alcanzar un bien mayor? ¿Hay que abandonar el ojo por ojo para alcanzar la paz? Pensé en el País Vasco; pensé en las víctimas y pensé en las familias de los presos de ETA que más pronto que tarde empezarán a ver a sus padres y a sus hijos salir de las cárceles. La convivencia social es necesaria, aunque tenga sus contradicciones.
La saga de Edipo. Condenado desde su nacimiento a cumplir su destino, a casarse con su madre y matar a su padre. Sus hijos Eteocles y Polinices se matarán por el poder que debería haberles legado su padre, impuro, maldito. Antígona, la hija, ha de morir, porque tiene que cumplir con los deberes filiales -enterrar a su hermano- , aunque le cueste la vida. Los hijos condenados por el crimen de su padre.


Eso es el Padrino. Es una saga familiar que tiene como personaje central a Michael Corleone, condenado a seguir el destino de su padre, Vito Corleone. Un destino de sangre, asesinato, dolor, decepción, poder y soledad… Son los finales de las tres partes del Padrino, tres grandes finales de tres grandes películas los que definen la trilogía -no es casual que sea una trilogía, como en las tragedias antiguas- del Padrino. En la primera, Michael que había intentado buscar su propio camino se convierte en el padrino, en el capo, con sangre en las manos. La puerta que se cierra es más que un símbolo.

 

 En la segunda, Michael ha ejecutado a su propio hermano. Coppola, entonces, nos lleva veinte años antes, cuando Michael intentó alejarse de la  maldición de su familia. Su soledad, al final, mientras los suyos celebran el cumpleaños de su padre, es lo que le espera al protagonista. Es su destino.

 


En la tercera, llega la muerte, tras haber perdido a su hija. El ciclo se cierra y sólo se puede cerrar con la muerte y la soledad.

 


¿Por qué sigue teniendo tanta fuerza una película así? Porque bebe de lo más profundo de nosotros mismos, como los clásicos, como los mitos griegos. Somos nosotros otra vez. Ingenuos, cobardes, egoístas. Queremos sobrevivir y punto. El padrino nos enseña la cara menos amable de nosotros mismos de una manera lírica, épica y trágica. Nos parecemos más al Padrino de lo que pensamos... Es cierto, no matamos; pero tampoco lo necesitamos. ¿Habría un límite a nuestra cobardía, a nuestro egoísmo, a nuestra hipocresía, a nuestro instinto de supervivencia? Cada uno debe responder él solo a esa pregunta.

jueves, 1 de marzo de 2012

EL CINE Y LOS MESES DEL AÑO (III): MARZO


Empecemos por un estreno. George Clooney ha dirigido y acaba de estrenar "Los idus de Marzo".
Los idus de marzo es una de esas efemérides que casi todo el mundo conoce. Julio César que tenía el poder absoluto de una República moribunda fue asesinado ese día, el 15 de marzo en nuestro calendario, por un grupo de senadores en nombre de la libertad. La realidad como siempre era menos heroica. Fue asesinado porque esos senadores eran conscientes de que habían perdido el control directo del poder que habían detentado durante más de cinco siglos. No sirvió de mucho; el hijo adoptivo de Julio César, Octavio, se encargaría de concluir la labor de su padre.
Tenemos aquí el trailer de George Clooney. El tema es la política americana. El reflejo de la democracia que tenemos todos nosotros para bien o para mal.


Por supuesto de Julio César hay versiones para estar aquí hasta el próximo año, al menos. Como diría el Bruto de Shakespeare: "en cuántas lenguas diferentes nos verán las generaciones futuras" En muchas, sin duda. Yo tengo mis versiones preferidas, claro. La de Roma, la serie, es muy realista.


En la de Mankiewicz, lo mejor no es la muerte de César, sino el discurso de Marco Antonio y el de Bruto escritos por ese gran guionista que fue Shakespeare.


Por si hay algún interés en verlo, están los dos discursos y la muerte de César en este blog educativo de clásicas. 

JULIO CÉSAR

Los hermanos Taviani, unos jovenzuelos que cumplen 80 años, han ganado el Oso de Oro del festival de Berlín, con una película casi experimental: "César debe morir". La representación de la obra de Shakespeare por parte de los presos de una cárcel romana les sirve para ir mucho más allá. Es el tema de Julio César, pero es también la vida de unas personas sin libertad.


Pero en marzo han pasado otras muchas cosas, lamentablemente. Marzo no sólo es César... Hay más muertos, más asesinatos que recordar.

El 8 de marzo se celebra el día de la mujer trabajadora. Fueron asesinadas allá a principios de siglo unas mujeres que protestaban por sus derechos. No recuerdo ninguna película sobre estos hechos. Habría que hacerla...

Sobre el 11M hay muchos documentales y cortometrajes desde ideologías opuestas. Unos se centran en la manipulación política del PP esos cuatro días y en mostrar la tensión que fue creciendo día a día. Otros defienden la teoría conspirativa. Algunos dan voz a las víctimas, simplemente, sin mucho éxito y resultados mediocres.
Demasiado cercano. Y demasiado politizado para que podamos tener buenas películas. Tal vez tengan que pasar algunos años...
Otros sucesos luctuosos ocurrieron el 3 de marzo de 1976 durante la transición. Nadie los ha juzgado ni los juzgará. Fraga ha muerto sin pedir disculpas por ello.

Y el final, con la canción de Luis Llach.

 
No olvidemos nunca. No los olvidemos nunca... a todos los que murieron cuando las flores comenzaban a abrirse...
La primavera ya está aquí. Rohmer le dedicó uno de sus cuentos: Cuento de primavera. Aunque la estación preferida de Rohmer es el verano, como veremos en julio, la primavera no le va a la zaga. Si su tema preferido es el amor y todas sus manifestaciones, no podía ser de otra manera...

   
Delicioso y encantador como siempre en Rohmer.


Quizá hablan demasiado de filosofía, pero siempre es agradable nuestro Rohmer.
Hay un capítulo, el final de una serie de televisión de los años 90 -serie que a mí me dejó una profunda huella-, My so-called life, cuya protagonista era Claire Danes. Es un homenaje a Cyrano de Bergerac. El guapo, Jordan, no sabe cómo pedir perdón a la chica y pide ayuda al feo e inteligente Brian, -no es tan feo, pero bueno- también enamorado de la protanista, para que le ayude a escribir una carta. Ella descubre que la carta la escribió Brian y no el guapo Jordan. ¿Ella se enamora de lo que decía la carta o del chico guapo por el que ha estado obsesionada toda la serie? Todo queda abierto y ambiguo... en este dulce final primaveral a lo Cyrano.

  

 En fin, disfrutemos del mes. Y que las flores y los amores nos den tregua a todos los que tenemos alergia... a ambos.