¿Por qué llevaban calcetines los bailarines?
¿Por razones prácticas? ¿Para evitar perder el equilibrio en un suelo de linóleo? ¿Si hubieran bailado con los pies desnudos, nos hubiera emocionado más? Esta duda existencial no me deja vivir...
¿Qué hacía en esta obra -que busca la intimidad- una parte tan extensa, donde se impone la música disco y tecno con gestos, ideas o movimientos que me recordaban a Crepúsculo? ¿Querían provocar desagrado? En ese momento deseé tener fiebre y no solo tos; lo hubiera llevado mejor...
Allí estaba Orfeo. Si aparece un músico en un bosque es que es Orfeo, aunque toque con un piano y una guitarra electrónica... Y los tres espíritus se dejaban llevar por esa melodía o la escuchaban extasiados... Hubo un momento en que pensé que el músico sería devorado por los espíritus, pero luego recordé que no, que fueron mujeres, seres humanos, quienes lo descuartizaron.
Nos evitamos ese epílogo tan cruento. Aunque a mí no me hubiera importado... Le hubiera dado muchísima intensidad dramática...
Hay un trabajo y una preparación brutal en esta obra. Notas y observas el sudor de los bailarines y todos los detalles, hasta los más nimios, para expresar a lo largo de una hora ideas o emociones primarias.
A mí me pareció un bosque gallego; pero es mi percepción... en mi opinión solo los bosques gallegos conservan ese hálito de misterio y fantasía.
Así que dicen que el fin del mundo está cerca.
Que en dos meses subirán los precios -más, todavía-; que Gaza y Yemen solo es el comienzo de una conflagración mundial; que hay meteoritos en camino...
Quizá tengamos que recibirlo bailando...
No hay comentarios:
Publicar un comentario