martes, 20 de octubre de 2015

UN DÍA DE OTOÑO: Más allá del olvido y Marca de agua





Más allá del olvido de Modiano.

Una pareja, un encuentro fortuito. El escritor recuerda a Jacqueline... 
Sólo fueron cuatro meses de su vida, cuando era joven... 

¿O fueron nueve?

Me encuentro en París: boulevard Sant-Germain, rue de Dante, promenade de la Tournelle, estación de Austerlitz...
O en Barcelona: Avinguda de Gaudí, jardins del Princep de Girona, plaça del Diamant, estación de Sants...


Diez de la mañana. Mi mirada se queda fija en un punto entre las nubes. Te dejan ciego, te nublan la vista. Las cigüeñas vuelan en círculos; buscan un lugar dónde posarse. El reflejo te atrae; no puedes apartar la mirada. Y cuando lo haces, notas que las cuencas de tus ojos se han llenado de luz; debes vaciarlos, adaptarte a la oscuridad de la habitación donde te encuentras...

Jacqueline y el joven escritor roban una maleta con dos fajos de billetes. Huyen a Londres...

Estoy en Londres con ellos: Hyde Park, Notting Hill, el Támesis, estación de Waterloo... 
Estoy en Madrid con ella: templo de Debod, Aranjuez, paseo de Federico García Lorca en Vallecas, estación de Atocha...



Tres de la tarde. Azul en el cielo. Se abren huecos. Las nubes, deshilachadas, pierden su consistencia. El brillo se difumina. La textura cambia; es más suave el roce de la piel. Puedes mirar; el azul no te cegará, sólo te perderás en el infinito, entre la espuma del mar y las olas que rompen en la orilla...

El escritor pierde a Jacqueline. La encuentra quince años después cerca del bosque de Boulougne: siente de nuevo los labios en su cuello y la caricia de su pelo. El tiempo se ha detenido...


Ocho de la tarde. Las gaviotas se cuelgan del lugar más alto: otean el horizonte. Las luces de neón se mezclan con los rescoldos del día. Grises. Pronto, el cielo será una masa negra e informe. Sin luna, no podremos distinguirlo de la tierra...

Tiembla entre mis brazos. La ha perdido; la ha recuperado. La he perdido; la he recuperado. 
Todo ha cambiado. Nada ha cambiado... Un ojo, una lágrima...

Dejo a Modiano; tengo entre mis manos Marca de agua de Joseph Brodsky.

Es de noche.
Estoy en Venecia. Invierno.
Noto la humedad, el frío, la niebla, el olor a algas heladas.
El amor es un reflejo que se aleja de nosotros.
Viajo por el agua. El tiempo me atrapa entre sus garras. Me disuelvo...





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