ETA se terminó. A falta de un comunicado que llegará pronto, quizá en unas horas o unos días, se ha acabado.
¿Y ahora?
¿Y ahora?
Ahora hay que construir la paz.
¿Alguien piensa que cuando ETA diga que ha terminado la paz habrá llegado?
Quedan muchas cosas; queda construir una realidad entre todos los vascos y entre todos los españoles muy diferente a la que se ha construido durante los últimos años. Queda admitir que ha habido errores, que se han cometido barbaridades, que ha habido asesinatos, leyes injustas, torturas, jueces y juicios politizados, rencor, venganza, desprecio. Que todos hemos perdido, que no ha habido vencedores ni los habrá.
Queda admitir que se ha utilizado el terrorismo para ganar votos, que se ha hecho propaganda, que se ha deformado la realidad para adecuarla a los intereses, que mucha gente en los medios de comunicación, entre los políticos ha ganado mucho dinero con lo que ha ocurrido durante tantos años. Que no hay blancos ni negros sino muchos grises. Que no hay enemigos y que no los haya más.
ETA. ¿A quién le importa ya lo que haga? Todos lo saben. ETA hablará con el gobierno de sus presos y de las víctimas. Bien, que hablen y resuelvan esos problemas con flexibilidad, generosidad y valentía. Y los políticos durante los próximos años hablarán de política y que sea sin límites, libremente...
Construir la paz. Será muy difícil, pero ya nada será lo mismo. Otro tiempo ha comenzado sin violencia... con la palabra. Y la palabra es compleja, pero construye.
Dos ejemplos son el comentario de Gabilondo en su blog: ETA se acaba, Batasuna engorda y el de Ramoneda, Entrando en el posterrorismo.
Posdata: Hoy, 20 de octubre a las siete de la tarde ETA ha dicho: se acabó.
Ahora viene lo díficil. El camino será largo, duro y atractivo. Empecemos a caminarlo...
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