"Recuerdo un barracón del Altersheim desalojado a las bravas no por los nazis, sino por los prisioneros políticos, que arrojaban violentamente a ancianas moribundas desde lo alto de literas de tres alturas -no sin antes robarles su último trozo de pan-, sin prestar atención a una viejecita desnuda de cintura para abajo que agonizaba en medio de un caos de cazuelas, platos, tazas de metal, esquirlas, ropa sucia, zapatos medio raídos, trapos rotos, maletas mohosas, mochilas destrozadas y pilas de todo tipo de porquerías pestilentes.
Dos oficiales de las SS se acercaron a ver cómo iba la cosa.
Die sache hat geklappt, sonrieron satisfechos.
"Asunto resuelto".
Amor fati, Abel J. Herzberg.
Herzberg escribió estas líneas en septiembre de 1945. Meses antes había escapado vivo del campo de concentración de Bergen Belsen. En unos artículos, que hasta 1999 solo se habían publicado en holandés, nos dejó su testimonio. Intentaba comprender cómo fue posible que los seres humanos fueran capaces de tamaña atrocidad.
Hay quien dice -un político mediocre y trepa, como tantos otros, sean de derechas o de pseudoizquierdas- que en Melilla el asunto fue "bien resuelto". Políticos elegidos por ciudadanos en democracias consolidadas; ciudadanos que lo justifican en terrazas y en barras de bar, porque "hay que impedir que nos invadan" o que "la ultraderecha llegue al poder".
Los pobres, explotados y rechazados por un capitalismo salvaje, mueren junto a las vallas. Nosotros, los ricos -la OTAN y el BRICS-, nos preparamos para una larga guerra económica y militar de resultado incierto.
Homo homini lupus...
Hay palabras dichas hace tiempo que a veces riman en el presente.
Y la rima es de un sarcasmo doloroso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario