1.
Era ella.
La reconocí. Era su voz.
-¡Santi!
Sólo pronunció mi nombre. No recuerdo otra cosa del
sueño. Acabo de despertar…
Las voces
de otros. Se mezclan. Se definen. Nos atrapan. Nos rodean…
2.
Voy al
dentista. De camino tarareo Al alba.
Aute está en coma.
Una pareja
de ancianos sale de un centro comercial; ella se cruza conmigo. No sé porqué
pienso en mi madre.
Ella murió
al alba. El alba de un día de verano. Frío y cortante…
3.
La imagen
que se repite. Ella está a punto de caerse. Anda a duras penas: como una
anciana. Pulmonía. Neumonía. Embolia.
Podía
haberla salvado. No lo hice. La culpabilidad. Vuelvo a esa tarde una y otra vez…
4.
-No
deberías verlo –me dice Marcos.
No puedo
evitarlo; miro al interior de la habitación. Dos enfermeros colocan su cuerpo
en la camilla: ese cuerpo cubierto por un plástico. Esa mano que cae a un lado:
la que cogía la mía cuando paseábamos por la playa, la que me acariciaba de
niño, la suya…
5.
Un libro: Muerte de un silencio de Clemence Boulouque.
Un
documental: La hija del juez de William Karel.
"...La última vez que estábamos a su lado. Una
proximidad inútil..."
Cuenta la
muerte de su padre.
No puedo
seguir leyendo. Cierro el libro. Lloro.
Las muertes
de los padres no se parecen; el dolor de los hijos, sí.
6.
"...en las fechas resuenan desgracias pasadas…
Las vidas de los muertos es un collage…"
He soñado con ella.
He
escuchado la voz de mi madre. He visto su rostro. He recordado su última
mirada, la fragilidad de su cuerpo.
No puedo
dejar de soñar con ella. No quiero que desaparezca del todo.
No. ¡No quiero!
7.
Un niño
juega con su madre. Las risas de un niño que no respeta las reglas de juego. Me
imagino como un padre: el que nunca seré…
Los ojos se
abren al mundo. Los míos.
Dedos que escriben palabras. Muchas imágenes. Algunas
voces. Viajes. Movimiento…