viernes, 3 de enero de 2020

DOS HERMANOS


Un corazón se puede romper. Se quiebra. La impaciencia, la desesperación, el dolor, la tristeza, la soledad.
¿Qué hacemos? Protegernos, inventar mundos alternativos, personajes imaginarios, finales felices; a veces, aunque nos atraviese y nos parta en dos, afrontar la verdad, asumir lo que somos, aceptar la realidad. Y, al final, deseamos encontrar una mirada que nos comprenda; alguien que nos coja de la mano.
Mr. Robot apartó las ideas sociales y políticas en su última temporada para centrarse en la psicología del personaje central. Y acierta. En esos momentos, sin duda, están las mejores escenas de la serie.
Hay un autodescubrimiento: el de Elliot. Y también, una historia de amor: la de los dos hermanos, Darlene y Elliot.
Dos corazones rotos, desesperados que se necesitan, se buscan y se encuentran.
Dicen que sólo el amor nos salva o nos puede devolver, aunque sea por un momento, nuestra condición de seres divinos.
Es posible. Me gustaría que fuera verdad.
Que la mirada entre dos personas que se quieren, no sea un final, sino un principio.

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