Fado viene del latín fatum: destino, hado. Es el canto apropiado de la nostalgia, la melancolía, la tristeza de lo que se ha perdido o de lo que se ha de perder. Nacido entre las clases humildes con influencia de las modinhas brasileñas en la misma época que el tango, aunque en contextos diferentes. Muchos son los nombres que nos vienen a la cabeza: la gran Amalia Rodrigues, Dulce Pontes, y últimamente, Mariza, Ana Moura, Madredeus, Cristina Branco...
Aquí tenéis un ejemplo de fado cantado por Amina Alaoui. ¿Un fado en árabe? Sí, es posible; para la cultura, para la música no hay fronteras...
En este disco, Arco Iris, encontramos el laúd andalusí, la guitarra flamenca y el mandolín fadista con tres idiomas: el español, el árabe y el portugués.
A los amantes de la buena música nos sorprende que hayamos tenido que esperar al 2011 para que el fado obtenga ese "premio".
El latín y el griego aún no lo tienen. Así que desde Italia han decidido impulsar una campaña en esa dirección. Nos unimos a ella. A la izquierda he puesto el manifiesto en varias lenguas, entre ellas el latín y el griego.
El enlace para firmar la petición es:
http://www.vivariumnovum.net/unesco
Y termino con otro fado de Cristina Branco, en homenaje a todas las lenguas y músicas que nos permiten comunicarnos, "vivas", mientras nosotros lo estemos.
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